FORD se relajaba en la Casa Blanca fumando en pipa. Cuando era el vicepresidente de NIXON, ambos compartían largas veladas departiendo y probando tabacos. Ya como presidente, FORD tenia numerosas pipas. Muchas eran obsequios de jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo. Pero las pipas que sentimentalmente más apreciaba eran las MÁLAGA, fabricadas por un comercio de Royal Oak en el estado de Michigan, donde estudió y fue su representante en el Congreso.

MODELO: BILLIARD (tipo CHIMNEY, también denominada STACK)

MATERIAL ORIGINAL: madera de brezo con acabado rusticado y tintado beige. Lleva un aro de metal y boquilla de material plástico que imita el ámbar rojo.

CURIOSIDADES: pipa de un gusto muy norteamericano. Se trata de una pieza estilo años 1970 con pretensiones “modernas” en los diseños de la época. Tiene algo del modelo CHIMNEY (chimenea) porque su cazoleta es alta, lo que la hace difícil de fumar puesto que cuesta que el tabaco se consuma hasta el final. Es apropiada para tabacos aromáticos y suaves tipo CAVENDISH.

GERALD FORD ha sido el último presidente que ha fumado en pipa en la Casa Blanca. Según sus allegados fumaba unas ocho pipas al día en el despacho oval y en cierta ocasión tuvo que expulsar, indignado y para siempre a su perro LIBERTY cuando éste golpeó con su cola el mueble de Las pipas, que cayeron con estrépito al suelo. El hombre que sustituyó como vicepresidente a RICHARD NIXON, forzado a dimitir por el escándalo Watergate, recibió como legado una América en situación trágica; una presidencia desprestigiada y hundida moralmente, así como un Congreso

todopoderoso que le ataba las manos para gobernar. Tuvo que afrontar con recortes sociales una inflación galopante y gestionar el fin trágico de la guerra del Vietnam. En las elecciones de 1976 derrotó a RONAID REAGAN en la nominación presidencial del Partido Republicano, pero el candidato del Partido Demócrata, JIMMY CÁRTER, le venció en las elecciones presidenciales de ese año. En 1993 HILLARY CLINTON prohibió ofícialmente eL tabaco en la Casa Blanca a pesar de los escarceos con los puros de su marido BILL. En cierta ocasión el secretario soviético LEÓNIDAS BREZNEV se presentó ante el presidente FORD con un paquete de grandes dimensiones. “Tengo un misil nuevo que deseo mostrarle”, le espetó el líder ruso. Sin embargo, cuando FORD abrió el paquete, vio un hermoso estante tallado a mano con cinco pipas rusas artesanales, escogió una y se la fumó.