CARY GRANT poseía una extensa colección de pipas que guardaba en sus casas de Bel Air y Beverly Hills, pero le gustaban, sobre todo, los modelos elegantes y sofisticados a juego con su porte y estilo. En general, se trataba de pipas de origen británico (DUNHILL, PARKER y SASIENI) muy caras, pero populares entre los actores de Hollywood. Sus tabacos favoritos eran, básicamente. los aromáticos.

MODELO: LOVAT especial.

MATERIAL ORIGINAL: madera de brezo.

CURIOSIDADES: La LOVAT que se presenta difiere en su corte de boquilla de la LOVAT clásica. Se trata, en esta ocasión, de una elegante pipa arenada, tintada en negro y ligera, ideal para la noche y las fiestas de sociedad. Probablemente debe el nombre a su lugar de origen: Lovat, en el condado de Inverness, en Escocia. Fumar en una LOVAT es, según los expertos, un gran placer, puesto que su humo llega fresco a la boca y en muy pocas ocasiones crea condensaciones de humedad.

Su porte caballeroso, su indudable magnetismo en la pantalla y sus grandes dotes de actor llevaron a CARY GRANT a la fama. Antes de convertirse en el actor predilecto de HOWARD HAWKS y de ALFRED HITCHCOCK, y en el rey de la alta comedia, este perfecto caballero inglés de origen humilde, que no dudó en nacionalizarse norteamericano, actuó en teatros ambulantes y de segunda fila, en los que asumió funciones de corista, acróbata y cantante melódico. CARY GRANT se inició en la pipa ya en su madurez profesional, pues en el Hollywood de la década de 1940 estaba de moda que los galanes fumaran en pipa. Sin embargo, durante su infancia también estuvo en contacto con la pipa a través de su padre, al que acompañaba a comprar su tabaco en un tobaccomst situado justo al lado de una tienda de golosinas. CARY GRANT siempre asoció la pipa a este dulce recuerdo infantil. Se ha dicho que GRANT es el mejor sosteniendo una pipa en la pantalla, lo que complementaba a la perfección con su bella sonrisa de encantador de serpientes, su bronceado perpetuo, su extrema elegancia y un ligero toque de autoparodia. CARY GRANT fue fumador de pipa, cigarro y durante más de treinta años hasta que su esposa BETSY DRAKE le hizo una sesión de hipnosis y dejó el tabaco.