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Técnicas básicas
PINTAR CON AERÓGRAFO
Aplicar pintura con aerógrafo tiene varias ventajas: da un buen acabado, muy uniforme; una vez preparado todo, el procedimiento es rápido; la pintura seca enseguida; y no hay riesgo de tocar con los dedos lo que acaba de pintarse.
Hay tres sistemas de pintado: aerosoles, pulverizadores y aerógrafos, que varían en precio y complicación, y que vamos a explicar brevemente.
AEROSOLES
La forma más elemental de pintar a pistola es usar un aerosol, que no es sino una lata de pintura a presión. Este sistema no permite el control del flujo de pintura ni de la presión de salida. Como los envases son irrellenables, es imposible mezclar pinturas, quedando reducidas las posibilidades de elección al catálogo de cada fabricante.
No necesitan limpieza. Cuando se acaba de pintar no hay más que darles la vuelta y apretar la válvula, dirigida contra un periódico viejo, hasta que deja de salir pintura. Esto basta para limpiar la boquilla. Si ésta se atasca durante el uso, se resuelve echándola a un recipiente con disolvente. Podemos conservar como repuesto las boquillas de los botes vacíos.
Hay que guardar los aerosoles lejos del calor y no arrojarlos al fuego ni perforarlos cuando se acaben.
PULVERIZADORES
Un pulverizador mezcla la pintura con el aire externamente, haciéndolo pasar a presión sobre una boquilla unida al depósito de pintura. Esto fuerza salir a la pintura en forma de diminutas partículas. La anchura del chorro puede variar entre unos 20-50 mm girando la boquilla del depósito de pintura; la presión del aire se controla con un botón situado en la pistola.
Es un instrumento barato y fácil de usar para principiantes. En combinación con las Técnicas de tapado permite reproducir una cantidad considerable de acabados y efectos. Aunque perfecto para aplicar capas uniformes de pintura, no está preparado para realizar líneas delgadas ni motivos complejos. El acabado del trabajo puede ser tan bueno como el de un aerógrafo si la boquilla se ajusta con cuidado.
AERÓGRAFOS
Un aerógrafo, a diferencia del más elemental pulverizador, mezcla la pintura y el aire internamente, lo que le permite una atomización mucho más fina y controlable. La variedad de efectos posibles es enorme, ya que dispone de ajustes independientes de presión de aire y de flujo de pintura. Normalmente tienen boquillas intercambiables para los diferentes trabajos y aplicaciones. Hay dos tipos: de acción simple y doble.
Aerógrafo de acción simple
Es el tipo más popular. Lleva un botón para liberar el aire y un mando independiente, por lo general un tornillo situado bajo la boquilla de pintura o en la parte trasera del aparato, para fijar la anchura del chorro. Es muy adecuado para un principiante, pues se puede dejar fijo el volumen de pintura y concentrarnos en el control del aire. Este último puede modificarse con la mano libre mientras se pinta, pero hace falta mucha práctica. Es un instrumento capaz de realizar un trabajo excelente. Las posibilidades de elección en cuanto a precios y calidades son muy amplias.
Aerógrafo de doble acción
En un aerógrafo de doble acción un mando único situado en la parte superior controla los flujos de aire y pintura. Como basta un dedo para manejarlo, la versatilidad del instrumento es grande. En general disponen de algún medio para fijar la anchura del chorro. Son más caros y exigen más práctica aunque el gasto extra puede estar justificado para quien sea capaz de trabajar con él lo suficiente como para llegar a dominar todas sus posibilidades.
DEPÓSITOS PARA AERÓGRAFOS
Hay muy diferentes tipos de depósitos, desde vasos de cristal que se conectan a la parte inferior del aerógrafo hasta copas diminutas, fijas o intercambiables, para pequeñas cantidades de pintura. Los aerógrafos pueden funcionar con cualquier tipo de depósito, mientras que por lo general los pulverizadores sólo admiten vasos de cristal. El poder cambiar de depósito es una ventaja considerable, pues una vez aplicado un color, basta acoplar otro depósito con disolvente para limpiar y a continuación otro con el nuevo color.
SUMINISTRO DE AIRE
Tanto los pulverizadores como los aerógrafos necesitan una fuente de aire a presión para trabajar.
Propelente líquido
Es simplemente un bote de gas líquido. Fácil de transportar, seguro mientras se sigan las instrucciones del fabricante (no perforar, no exponer al fuego) y económico para un uso intermitente. No obstante, si se usa mucho sale más económico adquirir un compresor.
Como no tienen indicador de llenado, conviene contar siempre con alguno de repuesto.
Es conveniente contar con un regulador para ajustar el flujo de gas no solo para economizar propelente sino que es imprescindible en ciertas técnicas de pintura que exigen un buen control.
Un acabado brillante exige una presión media, una presión alta seca los solventes de la pintura, y una presión mínima no logra pulverizar bien el color dando un efecto de relieve.
Propelente «casero».
Un regulador adaptado a un neumático permite aprovechar el aire a presión
encerrado en su interior. No es muy cómodo, pero sí útil si se presenta la
necesidad de terminar la maqueta o limpiar el aerógrafo cuando las tiendas
están cerradas y no se dispone de ninguna botella.
El regulador debe estar en condiciones de soportar una presión de hasta 2,5
bares, y deberá irse ajustando a medida que el aire se gaste.
Compresores
A la larga el compresor es el procedimiento más eficaz de suministrar aire a presión a un aerógrafo. La inversión inicial es alta, pero es el único gasto a realizar y disponemos de aire de forma ilimitada. Hay muchos tipos diferentes, pero el más apropiado lo podemos encontrar en las tiendas especializadas.
MANEJAR UN AERÓGRAFO
El aerógrafo hay que cogerlo como un bolígrafo o una pluma, dejando descansar el dedo índice sobre el botón de mando. Procuraremos tener cuidado con la manguera del aire para que no tire del instrumento.
Cuando no estemos usando el aerógrafo es conveniente apoyarlo en un soporte, bien comprado, o bien construyéndonos uno con un trozo de tubo metálico pegándolo a un pie o directamente a la mesa de trabajo, a modo de portaplumas.
MANTENIMIENTO
El tema de la limpieza y mantenimiento del aerógrafo se trata en profundidad en los artículos:
Hay más información sobre el uso de los aerógrafos en los apartados:
Técnicas básicas
- Cómo usar un aerógrafo
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