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Pintura y acabado
CÓMO USAR UN AERÓGRAFO (II)
TÉCNICAs DE TAPADO
En el apartado de Pintura y acabado > Técnicas de tapado se explica la que quizás sea más ingrata y tediosa tarea de la pintura con aerógrafo. Sin embargo, pasarla por alto supone arruinar por completo un posible resultado final satisfactorio.
Es, además, una de las pocas áreas del maquetismo en que la exageración paga dividendos. Así, pues, no hay que temer ser tachado de extravagante si para pintar una franja de 2 cm de ancho sobre una pieza tapamos el resto de la maqueta.
A todos les puede ocurrir que al retirar el papel y la cinta que limitaba un área se encuentran con que, asombrosamente, la pintura es capaz de viajar distancias sorprendentes con tal de posarse en el sitio más inoportuno.
Una vez hecho este comentario previo, es el momento de ocuparse de los aspectos del tapado.
Hay que observar, preferiblemente en fotos, si los límites del camuflaje entre los diversos colores son líneas duras o por el contrario blandas e indefinidas.
límites definidos
límites difuminados
En el primer caso se delimitan las zonas a pintar en los restantes tonos, según el patrón, si éste existe, con ayuda de un lápiz de dibujo de mina blanda, muy afilado.
Con la ayuda de la regla metálica y una cuchilla afilada, se recortan unas tiras de unos 2 mm de cinta de enmascarar. Con ellas se irá delimitando los bordes de las zonas que permanecerán en el color base o primer tono del camuflaje, siguiendo las líneas que se han dibujado con el lápiz. Las áreas ya definidas se cubrirán con líquido de enmascarar, quedando expuestas aquellas destinadas a recibir el/los siguientes colores.
Otra opción es cubrir la pieza con cinta ancha de enmascarar. Se dibuja encima el borde del camuflaje antes de frotarla y se recorta por la línea sin rayar la pintura. Se quita a continuación el sobrante y se frota bien por el borde para evitar que traspase la pintura.
Para evitar que los colores de las superficies pintadas «contagien» otras zonas ya pintadas se pueden cubrir con cinta y papel de periódico adherido a ella de modo que cubra la zona mientras se pintan los colores en cuestión.
En el caso de aviones, hay que fijarse también en qué forma y dónde limita el color de arriba con el de abajo, pues normalmente, aparte de ser más o menos duro, ocupa unas zonas bastante definidas y que varían de un modelo a otro.
De nuevo se hace totalmente necesario disponer de una buena documentación que debe estudiarse concienzudamente.
Si los bordes del camuflaje son poco definidos, deshilachados, o cualquier otra cosa menos netos, se puede optar por aplicarlos a mano libre, ajustando el chorro del aerógrafo casi al mínimo y tirando muy de cerca (2 cm o menos), dibujando literalmente los límites que luego con el aerógrafo un poco más abierto y desde un poco más lejos se rellenaran de color.
Otra posibilidad es utilizar las técnicas expuestas en apartado Pintura y acabado > Cómo pintar camuflajes.
En los camuflajes moteados o de finísimas líneas ondulantes la consistencia de la pintura deberá ser un poco menor que para los trabajos normales. Es imposible recomendar una dilución determinada, pues hay demasiadas variables en juego (densidad de la pintura, espesor del pigmento, calidad del disolvente, estado de conservación del aerógrafo, etc.).
camuflaje de líneas
camuflaje moteado
Sin embargo, sí hay unas recomendaciones básicas para obtener buenos resultados:
- Si disponemos de regulador de presión, bajarla a valores sobre los 2 Kg/cm2 e incluso menor. Esto ayudará a hacer fluir convenientemente la pintura más líquida y, al ser menor la presión, evitar que la pintura chorree y resbale. (La presión a que normalmente se trabaja oscila entre los 2,5 Kg/cm2 y 3 Kg/cm2)
- Tanto en los moteados como en las lineas ondulantes hay que partir de un reglaje del aerógrafo muy abierto, e ir cerrándolo hasta llegar al espesor que convenga para el caso. Con toda probabilidad, durante el transcurso del trabajo tendrá que abrirse y regularse de nuevo, debido al tiempo de secado, normalmente muy rápido en los esmaltes, lo que ocasiona que el aerógrafo deje de tirar.
- La distancia en este tipo de camuflaje es muy corta, de unos 2 cm, y debe de tenerse en cuenta que sobre todo en las motas sólo con alejarse un poco se obtiene una mancha más grande y de bordes más difusos, de modo que, variando esa distancia, se pueden obtener efectos muy interesantes.
- La presión sobre el disparador, en el caso de los moteados, será poco menos que instantánea.
- En líneas entrelazadas no hay que intentar hacerlas todas de una vez, pues lo más seguro es que no se consiga. Es conveniente hacer paradas frecuentes comprobando la marcha del trabajo.
Como recordatorio final,
hay que cubrir todas las piezas transparentes con líquido de enmascarar,
pero renovándolo con frecuencia, pues no es bueno que acumule demasiada
pintura ya que al desprenderlo podrían saltar trozos de pintura que
arruinarían el trabajo.
También hay que cubrir los huecos y las pequeñas piezas ya pintadas que se han montado previamente en la maqueta. Para ello también puede utilizarse el algodón.
Un truco.
Antes de aplicar líquido de enmascarar en una pieza transparente, como
puede ser la carlinga de un avión, se frota con un dedo untado de aceite
de cocina. Esto ayudará a retirar el líquido protector y que la pintura no
salte.
Paneles, franjas y bandas de identificación.
En todos los ejércitos
del mundo se han utilizado y se usan un tipo de señales de reconocimiento
inmediato que caracterizan al modelo en cuestión como perteneciente a
determinada unidad, teatro de operaciones, señal de reconocimiento para
las fuerzas propias, y un largo etc... de funciones que realizan estas
marcas que se denominan de tipo táctico.
Bajo el punto del aficionado que va a usar el aerógrafo para pintarlas son importantes varias consideraciones:
- Hay que tener en cuenta que invariablemente éstas marcas se aplican al final, una vez que todas las pinturas de camuflaje han ocupado su lugar.
- Recordando en lo dicho anteriormente, hay que limitar con gran generosidad la zona a ser pintada. Insistir bien en los bordes de la cinta para evitar que la pintura pueda filtrarse por debajo con consecuencias desagradables.
- Para obtener una mayor luminosidad (no siempre deseable) en las zonas de reconocimiento tenemos que dar una capa previa de blanco mate; una vez seca se pintará del color o colores.
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