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Técnicas básicas
Limpiar el aerógrafo
Una de las herramientas más importantes (y caras) para un maquetista es el aerógrafo. Por ello hay que mantenerlo en perfecto estado de funcionamiento.
La limpieza se puede realizar cuando el aerógrafo se atasca o no fluye con la finura requerida, y siempre al terminar el trabajo antes de desmontarlo para su limpieza a fondo. De ella depende no sólo la calidad de los trabajos posteriores, sino además la vida operativa de esta excepcional herramienta. ¿Cuántas veces uno se habrá quedado mirando el resultado del trabajo olvidándose del aerógrafo después de una sesión de pintura?
Aun conociendo el alto precio de un aerógrafo de calidad, es importante utilizar el tipo adecuado para cada trabajo específico. Disponer de dos aerógrafos es suficiente: uno para trabajos finos, a ser posible de doble acción con boquillas y agujas de 0,1 o 0,2 mm, y otro para el trabajo "de batalla" habitual como pueden ser la pintura de grandes superficies, la aplicación de metalizados y el barnizado. No se trata de un lujo, sino de una forma de evitar que un único aerógrafo haga todos los trabajos con las consecuencias negativas que esto puede tener para su normal funcionamiento y su vida operativa. Utilizar un costoso aerógrafo de "doble acción" para barnizar parece fuera de lugar.
A otro nivel...
Necesitar más de un aerógrafo no es una opción para principiantes. Pero sí lo
es conocer la necesidad de su mantenimiento antes de adquirir uno.
Limpieza previa al desmontaje
La limpieza del aerógrafo tiene dos fases: la primera es la limpieza previa al desmontaje del aerógrafo.
En el mercado hay lo que llaman «estación de limpieza del aerógrafo» que se pueden adquirir en tiendas especializadas. Suele ser un tarro de cristal con tapa de plástico. El aire que atraviesa un filtro quedará limpio y el agua sucia se depositará en el tarro. El aerógrafo se introduce en la apertura de la tapa de plástico y se limpia pulverizando con un producto limpiador de aerógrafo y agua en el interior del tarro.
La función del recipiente de limpieza es triple:
- Evitar intoxicaciones por los productos de limpieza que habitualmente se utilizan.
- No tirar los disolventes utilizados a través de la ventana, o evitar salpicaduras sobre alguna superficie que pueda afectar el lugar de trabajo.
- Poder controlar mucho mejor la fluidez del aerógrafo a medida que se va limpiando.
Herramienta casera...
En el artículo Técnicas básicas > Construir herramientas caseras. Recipiente de limpieza para
aerógrafo se muestra cómo construir de forma casera y económica un
«recipiente de limpieza» y cómo utilizarlo.
Finalizada la fase de pintura, llenar el depósito del aerógrafo con disolvente limpiador y vaciarlo totalmente en el recipiente de limpieza por el orificio de entrada, con el manómetro del compresor a 2 o 3 kg. de presión.
Limpiar la copa o depósito (con un pincel, papel higiénico, etc.).
Volver a llenar el depósito con disolvente y vaciarlo de nuevo en el recipiente abriendo y cerrando la boquilla de forma continuada y repetida.
Con el uso veremos como poco a poco el agua se va ensuciando por la pintura expulsada. Es muy importante no dejar secar la pintura dentro del aerógrafo.
Limpiar desmontando el aerógrafo
La segunda fase en la limpieza del aerógrafo consiste en desmontar las piezas que más se ven afectadas por el paso de la pintura.
Despues veremos cómo abordar paso a paso la limpieza a fondo de los dos tipos de aerógrafo (de mezcla externa y de mezcla interna, tanto de acción sencilla como doble), teniendo siempre presente que un buen cuidado del aerógrafo supone una mayor vida operativa del mismo y una mayor calidad de aerografiado. Pero antes...
¿Cuándo saber que el aerógrafo necesita una limpieza a fondo y qué partes y piezas hay que desmontar?
Seguramente los que ya han utilizado aerógrafo, al principio sólo lo desmontaban cuando ya no pintaba lo suficientemente bien para realizar un trabajo de calidad, y en más de una ocasión olvidaban hasta la limpieza más elemental, concentrados solo en el trabajo sobre la maqueta. Y la limpieza se limitaría a pulverizar disolvente a través del aerógrafo para limpiar todos los conductos interiores, la boquilla y la aguja, etc. Pero la realidad es que no se puede obtener un buen rendimiento del aerógrafo si no existe una limpieza adecuada.
Como norma general y como mínimo hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Tras cada sesión de trabajo o cuando no fluye bien la pintura: Boquillas y aguja.
- Entre tres y cinco sesiones: Piezas de soporte de la aguja, incluido el pulsador.
- Cuando el pulsador se atasca o no se puede accionar suavemente: Todas las piezas de la válvula del aire.
En cuanto a los disolventes a utilizar para la limpieza, estos dependerán de la pintura utilizada, tal y como se muestra en la tabla.
| Disolvente recomendado | Substitutivos | Tipo de pintura |
|---|---|---|
| Alcohol de limpieza |
|
Acrílicos en general, incluidos barnices con base acrílica |
| Acetona industrial |
|
Pinturas tipo esmalte (enamel), pinturas al aceite y barnices. |
El disolvente recomendado solo es para la limpieza, no para realizar mezclas de pintura y el aerografiado. La lista de substitutivos se ha realizado atendiendo a la relación calidad/precio, eligiendo el disolvente que mejor limpia al precio más ajustado en el momento en que se redactó el artículo.
Antes de limpiar el aerógrafo hay que leer el manual para comprobar que es compatible con el disolvente que se vaya a utilizar. Algunos materiales podrían ser atacados por los disolvente más fuertes.
Uso de cepillos especiales
Existen en el mercado unos cepillos que por sus formas y variedades se adaptan perfectamente a cualquier aerógrafo. Son los llamados cepillos interdentales. Estos prácticos cepillos se comercializan con diferentes formas y tamaños: cilíndricos y cónicos, pequeños y grandes, de mayor o menor longitud, y se pueden adquirir en las farmacias en conjuntos de varias unidades según cada tipo.
Con tres modelos de cepillos interdentales se pueden limpiar casi todo tipo de aerógrafos. El cónico (el tercero en la imagen) generalmente se adapta a todo tipo de aerógrafos de mezcla externa, y los otros dos más finos (uno de ellos de mayor longitud) para cualquier modelo de aerógrafo de mezcla interna, tanto de acción sencilla como doble.
Para limpiar con los cepillos se utilizarán básicamente tres líquidos: Alcohol de limpieza para pinturas acrílicas, acetona para pinturas tipo esmalte o enamel (aunque estropea mucho más los cepillos), y limpiador comercial de aerógrafos para la limpieza final en ambos casos (para lubricar el aerógrafo).
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