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Lo más básico
PRIMEROS PASOS
HACER un buen acabado
Hacer un montaje limpio es solo el principio. En ese artículo se han mostrado los pasos principales para construir maquetas. Esta vez se verán brevemente los diversos aspectos para completar una maqueta con pintura y calcomanías. Con una buena y limpia construcción obtendremos una maqueta correcta. Un buen acabado, de la pintura a las calcomanías, es lo que dará vida a la maqueta.
Como término colectivo, el acabado es un tema enorme. Por ello esta es una visión general o una guía sobre lo que seguir trabajando después.
Empezar con la imprimación
Algunos aficionados renuncian a la imprimación a favor de aplicar tan poca pintura como sea posible para conservar los detalles grabados como pueden ser líneas de paneles, escotillas, etc. Sin embargo, para ciertos colores o combinaciones de materiales, una capa de imprimación proporciona una base más receptiva o consistente para las pinturas que vendrán a continuación.
Para saber más...
Pintura y acabado > La
pintura de imprimación
Por ejemplo, si la maqueta incluye plástico de distintos colores, metal fotograbado o resina, la imprimación proporciona una capa base uniforme. Y para colores que normalmente presentan problemas de cubrimiento, como pueden ser el amarillo, el blanco y el rojo, la imprimación ayuda a reducir el número de capas necesarias.
La imprimación tiene la ventaja adicional de revelar errores de la fase de montaje, huecos o costuras, antes de aplicar la primera capa del color definitivo.
Antes y después de la imprimación, una limpieza total es la clave para una buena adherencia o "agarre" de la pintura. Se puede utilizar un líquido limpiador o un paño húmedo. Evitar las toallitas de papel porque pueden dejar restos de fibras sobre la superficie a pintar.
¿esmaltes o acrílicos?
Cuando aparecieron las primeras pinturas acrílicas, años atrás, se obtenían resultados muy distintos según la marca y forma de aplicarlos. Hoy en día, los acrílicos son más resistentes y más confiables que nunca. Sus máximas ventajas son la limpieza con agua, sin necesidad de diluyente o aguarrás, no utilizar solventes y no producir vapores irritantes.
Todavía hay aficionados que creen que los esmaltes ofrecen un acabado más resistente, más duradero, con mejor adherencia, y en pinturas brillantes más resistencia al barnizado.
La mayoría utilizan ambos tipos de pinturas en cualquier maqueta, y cada tipo tiene sus ventajas. Al final solo es una preferencia personal. Sea esmalte o acrílico, solo hay que estar seguro de tomar las necesarias y básicas medidas de seguridad, como tener buena ventilación y protección suficiente a la hora de pintar.
Para saber más...
Lo + básico > Medidas
básicas de seguridad
Pintar a pincel
Cuando uno empieza seguramente las primeras maquetas se pintaran con pinceles. Contar con un conjunto variado de pinceles es una buena manera de empezar. Al ir cogiendo más soltura y habilidad pronto se tomará la decisión de pasarse a la pintura por pulverizador o aerógrafo.
Todavía cada maqueta requiere al menos un poco de pintura con pincel. Es recomendable disponer de un par de pinceles, uno de punta mediana y uno de punta fina para los detalles más pequeños.
Hay que remover bien la pintura, para después poner una pequeña cantidad en una paleta. Para ello puede utilizarse una pipeta o cuentagotas. No hay que coger la pintura directamente del bote porque puede quedar pegado en el pincel algún resto de pintura seca. Recomendable tener un poco de diluyente junto a la pintura en la misma paleta. Y utilizar productos de la misma marca garantiza la compatibilidad entre pintura y diluyente.
Sumergir el pincel en el diluyente para humedecer las cerdas, y luego en la pintura. Probar antes sobre una superficie ajena a la maqueta para ver como fluye la pintura y como queda al aplicarla con pincel.
Ahora ya se puede empezar a pintar. Dar tan pocas pasadas como sea posible. Superponer cada serie de pinceladas para evitar pasar por encima de la pintura parcialmente seca, y no dejar de pintar por una misma razón: para que la pintura quede uniforme y seque sin dejar visibles las marcas del pincel.
Después de pintar limpiar el cepillo inmediatamente (procurando no estropear las cerdas). Arreglar la punta para que recupere la forma, y dejar secar el pincel guardándolo en posición vertical.
Pintura en aerosol (esprai)
La pintura en aerosol da un acabado final más fino sin marcas de pincel y, si se ha aplicado bien, una cobertura constante. Para los que quieren evitar la inversión de tiempo y dinero que requiere un aerógrafo, la pintura en aerosol (esprai) les puede dar buenos acabados.
Algunos consejos para su uso:
- Limpiar la maqueta antes de pintar. Pasar un paño con algún producto, con alcohol o jabón, para limpiar el plástico. Todas las superficies deben estar bien limpias para que la pintura quede bien adherida.
- Asegurar las piezas que van a ser pintadas. Un lazo de cinta adhesiva o cinta adhesiva de dos caras servirán para sujetar las piezas sobre una base de cartón de tal manera que no puedan moverse al rociar la pintura.
- La pintura fluirá mejor si se calienta. Para ello remojar el bote en agua
tibia. El agua del grifo puede estar suficientemente caliente. No hay
que calentar nunca un bote de pintura en una estufa o en un horno, o exponerlo
a altas temperaturas; los envases contienen pintura a presión, y calentarlos
de esa manera provocará que el bote estalle causando lesiones y serios daños.
- Antes de empezar a aplicar la pintura hay que tomar precauciones. Una mascarilla de pintor es muy recomendable. Además, los vapores son inflamables, por lo que hay que tener cuidado con el fuego o rescoldos. Y asegurarse de contar con abundante ventilación en la zona de pintura.
- Empezar a rociar desde unos 15 a 30 centímetros fuera de la maqueta, haciendo un barrido manteniendo la distancia, y no dejar de rociar hasta que se esté fuera de la maqueta otra vez. Esto es necesario porque la pintura, al empezar a presionar o al dejar de apretar el pulsador del bote de pintura, puede salir como escupida o mal pulverizada. Es necesario mantener una aplicación constante de pintura. Y sacudir el bote entre pasada y pasada. Girar o mover la maqueta según se necesite para mantener una distancia igual y constante.
- Dejar las piezas pintadas en un espacio libre de polvo. Si es necesario, se puede aplicar una segunda capa pasados unos 30 minutos aproximadamente. Pero una vez que se haya terminado de pintar, dejar secar la pintura al menos 24 horas antes de manipular la maqueta. Dejar secando más tiempo si la capa de pintura es especialmente gruesa, o se ha aplicado una capa de otro color, o de barniz.
- Después de pintar, poner boca abajo el recipiente y pulverizar durante unos segundos hasta que la pintura deje de salir. Esto despejará la boquilla. Limpiar la pintura excedente con un paño humedecido con disolvente.
- Para comprobar si la pintura está seca, buscar una zona manchada pintura, pero que no sea parte de la maqueta, y ver si se puede hacer mella en la pintura con una uña. En caso afirmativo, dejar secar unas horas más.
Empezar y acabar cada pasada fuera de la maqueta para mantener constante la
salida de la pintura. Sacudir la lata entre cada pasada.
¿Problemas de acabado?
Veamos algunas soluciones a los problemas más comunes:
- acabado rugoso, basto: se está rociando desde demasiado lejos; hay que acercarse más.
- chorretones o gotas: se está rociando demasiada pintura, ya sea por estar demasiado cerca o por permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar. Alejarse un poco y mantener el bote en movimiento mientras se aplica la pintura.
- pintura que se sale de la zona; la suciedad de la superficie repele la pintura; limpiar a fondo la maqueta antes de pintar.
PINTAR CON AERÓGRAFO
La pintura de aerosol dan buen resultado en muchos acabados, pero los camuflajes complejos no son uno de ellos.
De todas las formas para pintar una maqueta la manera más efectiva y precisa es con un aerógrafo. Un aerógrafo nos dará la versatilidad que se necesita para una gran variedad de efectos de pintura. Es la herramienta ideal: uno puede variar la presión, puede ajustar el patrón de pulverización, puede mezclar colores, y puede dar un acabado final en capas de poca densidad, conservando los detalles de las superficies, matizando los bordes, y logrando esa apariencia más realista a escala que la pintura aplicada con pincel o aerosol.
Explicado de forma breve, un aerógrafo aspira aire comprimido y pintura, atomiza la pintura en la boquilla del aerógrafo, y la propulsa hacia la maqueta. La fuente de aire puede ser un bote de gas propelente, pero la mayoría de aficionados utilizan un compresor. Algunos utilizan recipientes herméticos de aire comprimido, dióxido de carbono, o nitrógeno para dar presión al aerógrafo.
Así, para empezar a aerografiar, se necesita un aerógrafo y una fuente de aire. Además, se necesitará un regulador (para controlar la presión). Un filtro controlará la humedad y evitará que la condensación se mezcle con la pintura.
Tipos de aerógrafo
Aerógrafo de acción simple, de mezcla externa o interna.
Es el tipo más popular. Lleva un botón o gatillo para liberar el flujo de aire. Si la salida de pintura no está fijada de fábrica, contará con un mando independiente, por lo general un tornillo situado bajo la boquilla de pintura o en la parte trasera del aparato, para fijar la anchura del chorro. Es muy adecuado para un principiante, pues se puede dejar fijo el volumen de pintura y concentrarnos en el control del aire. Este último puede modificarse con la mano libre mientras se pinta, pero hace falta mucha práctica. Es un instrumento capaz de realizar un trabajo excelente. Las posibilidades de elección en cuanto a precios y calidades son muy amplias. Si la mezcla es interna, la pulverización es más fina y hay un mayor control de la salida de pintura, pero para limpiarse necesita desmontarse totalmente.
Aerógrafo de doble acción, de mezcla interna.
Con un mando único situado en la parte superior controla los flujos de aire y pintura. Como basta un dedo para manejarlo, la versatilidad del instrumento es grande. En general disponen de algún medio para fijar la anchura del chorro. Son más caros y exigen más práctica aunque el gasto extra puede estar justificado para quien sea capaz de trabajar con él lo suficiente como para llegar a dominar todas sus posibilidades.
¿Cuál escoger?
Uno puede probar primero un aerógrafo de acción simple, aprender a manejarse y acostumbrarse a su uso, y luego ver qué otras características puede necesitar en un futuro aerógrafo para dar el paso a un equipo de nivel avanzado. O ir directamente a por lo mejor que uno pueda permitirse.
CALCOMANÍAS
Una cosa es montar una maqueta de un modelo de avión o de vehículo en concreto. Tan pronto como uno le pone una insignia nacional, el número de unidad, la decoración personalizada de un piloto o grupo, establece la identidad de ese avión o vehículo. Así es como las calcomanías dan vida a una maqueta.
Aplicar calcomanías es una actividad de alto riesgo: la maqueta está en su mayor parte acabada, y por otra parte, solo contamos con un conjunto de calcomanías, así que la presión está en evitar dañar las calcomanías y echar a perder una buena maqueta cuando estamos tan cerca del final del proyecto. Y no se podrán ocultar los errores.
Para colocar bien las calcomanías a la primera hay que:
- Preparar la superficie: las calcomanías se fijan mejor sobre un acabado brillante o satinado. La maqueta puede tener un acabado mate, pero se pueden cubrir las zonas donde irá la calcomanía con barniz satinado, aplicar las calcomanías, y cuando estén secas aplicar una fina capa de barniz mate.
- Recortar el exceso de la capa de soporte: Algunas calcomanías tienen un exceso de la capa de soporte que forma un borde. Recortarlo reduce las posibilidades que estos bordes sean visibles más tarde sobre la maqueta.
- Usar agua caliente: Sumergir la calcomanía en agua caliente la hace más flexible, lo cual es bueno para manipularla y acomodarla a los detalles de la superficie en que se aplicará. Sumergir la calcomanía, luego colocarla sobre un papel o toallita y dejarla humedecida un minuto más o menos para que se libere la calcomanía.
- Aplicar líquidos especiales para fijar la calcomanía a la superficie: Estos líquidos preparan la superficie de la maqueta para recibir la calcomanía y ayudan a colocarla. También reblandecerán la calcomanía, así es que hay que colocarla tan rápido como se pueda. Cuidado, sin embargo, de que sean compatibles los líquidos con las calcomanías utilizadas. Hacer primero una prueba para comprobar que no estropea las calcomanías.
- Tan fácil como esto: Separar la calcomanía mojada de la base, recogiéndola con un pincel húmedo o un aplicador para deslizar una esquina de la calcomanía sobre la superficie de destino. No tiene que estar en la posición exacta, pero intentar aproximarse. Mantener fija la calcomanía y retirar su soporte. Usar el pincel o similar para colocar la calcomanía en su posición correcta. No tocarla con los dedos, o seguramente se quedará pegada a ellos. Si la calcomanía se pega fuera de su lugar, añadir más agua alrededor de los bordes para poder desplazarla a su lugar definitivo.
- Utilizar un bastoncillo de algodón para retirar el agua o líquido sobrante. Con cuidado hacer rodar el algodón sobre la calcomanía para quitar el agua o el aire atrapado bajo ella. Después se puede limpiar con más agua y con otro algodón limpio retirar el exceso de agua.
- Dejar la calcomanía unos 10 minutos en su lugar, para después aplicar el líquido para calcomanías. Es un producto que suavizará la calcomanía, haciendo que se adapte a los detalles de la superficie. La calcomanía puede comenzar a arrugarse, pero no hay que tocarla hasta que haya secado. Al cabo de una hora las arrugas desaparecerán y la calcomanía tendrá otro aspecto.
- ¿Hay una bolsa de aire burbuja bajo la calcomanía? ¿Como arreglarlo? Si eso ocurre, con un alfiler o la punta de una cuchilla pinchar los diminutos bultos en la calcomanía y aplicar más líquido. Si las calcomanías muestran un borde "plateado" es que hay aire bajo la calcomanía impidiendo una unión perfecta con la superficie. Repetir con un alfiler o una cuchilla y más líquido. Esto puede necesitar varias aplicaciones si la superficie de la maqueta es muy irregular.
- Capa final: Cuando las calcomanías se han secado, completar la maqueta con una capa de barniz. Sea mate, semimate o brillante, al final eliminará los bordes de las calcomanías y les dará un acabado igual a que si estuvieran pintadas.
Al terminar sabremos si el acabado lo hemos hecho bien.
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