Després de la Dominus Iesus
d'en Joseph Ratzinger
Ir a la versión castellana
 
Síntesi oficial del document
Presentació del document per en Ratzinger i altres
El document Dominus Iesus
Hola Xavier: 

Què em dius de la Dominus Iesus? T'ha sabut greu? 

Pels que mirem la part "positiva" de la vida, aquesta declaració pot ser un motiu de joia. Fa uns dies escrivia així al meu cosí Miquel Esquirol, ara a Bolívia i ficat en cursos de teologia "a distancia" (Instituto Boliviano de Teología a Distancia): 
  

Lo positivo de la Declaración de Ratzinger es que nos va mostrando, al ir señalando los supuestos "errores", hacia donde se puede ir encontrando la verdad. Cuando él sigue machacando sobre
  • el carácter definitivo y completo de la revelación de Jesús
  • el carácter inspirado de los libros de la Sagrada Escritura
  • la inseparable unidad personal entre el Verbo eterno y Jesús de Nazaret
  • la unidad de la economía del Verbo encarnado y del Espíritu Santo
  • la unidad y universalidad salvífica del misterio de la encarnación, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo
  • la mediación salvífica universal de la Iglesia, la inseparabilidad -en la distinción- entre Reino de Dios, Reino de Cristo e Iglesia
  • la subsistencia de la única Iglesia de Cristo en la Iglesia católica
nos está advirtiendo que ya nos habíamos colocado en el buen camino al decir, entre otras cosas, que 
    La condición de posibilidad de que Jesús continúe “resucitado” en el mundo pluricultural e intercultural de hoyDel capítol Jesús, ¿la única solució? es que aceptemos el carácter temporal y geográfico de la expresión “hijo de Dios” y que renunciemos a exclusividades y a “manifestaciones de Dios” definitivas. Nos es necesario renunciar a dos palabras que, en un tiempo, nos gustaron mucho: una es anakefaiwsasqai ta panta (la recapitulación de todas las cosas en Cristo) y la otra sería la de la carta a los hebreos, el efapax, el "semel" latino, de una sola vez por todas (de la Carta a los Hebreus, 7, 27)", o cuando de un modo un tanto "provocativo" he afirmado que en la biblia no hay ni una sola palabra de Dios.
Aquesta declaració és com la darrera sortida, a la desesperada, dels assetjats per intentar dispersar totes les forces que encerclen la fortalesa: l'ortodòxia actual té els seus dies comptats. 

La declaració és com l'encarnació i condensació de totes les pors dels guardians de l'ortodòxia. "Les pors de les dretes Del capítol Jesús, ¿la única solució?(que també són persones intel·ligents i honestes) tenen els seus fonaments: la construcció dogmàtico-eclesial que l'església occidental ha creat és un enorme "castell de cartes" (això ells ho saben -ha estat la seva pròpia obra!- molt millor que el nostre amic Casaldàliga), i si en retires una carta, tot el castell caurà". (No recordo ara per què, en aquest escrit de fa uns anys, citava al Pere de Balsareny). 

A mi, aquesta declaració m'ha recordat aquells "avisos" dels nostres superiors en els ja antics anys de formació: quan d'una manera solemne i impositora ens volien recordar l'obligació del rosari: era el senyal per a tots aquells que encara el resàvem de que ja ho podíem deixar córrer. 

Respecte del teu quadernet (Els cecs i l'elefant) en Ratzinger i jo estem d'acord: "Xavier, estàs en un error, si et penses que enretirant una carta del pis de baix, el castell se seguirà aguantant". 

Si no m'equivoco la carta que tu pretenies retirar era el "el carácter definitivo y completo de la revelación de Jesús", ni més ni menys que la primera carta de la que ens parla en Ratzinger. 

Quan, a finals dels anys 80, començava a dir que Jesús era una anella dintre de la nostra tradició "cristiana", però ni l'última i definitiva, ho vaig fer amb por i em vaig sentir obligat a avisar: "Em sembla que m'he passat una mica amb la paraula "definitiva": potser és una mica massa forta". Un parell d'anys més tard, havent superat aquestes pors i havent acceptat que el nostre "castell de cartes" fes llenya, parlava de nou del caràcter limitat i condicionat de Jesús. 

Ja veus que el meu acord amb Ratzinger no va gaire lluny. Ell no es vol ni imaginar que hagi cristians (alguns d'ells de la seva pròpia església catòlico-romana) que considerin ja caducada culturalment aquesta actual ortodòxia creada i formulada tota ella en un altre context cultural. 

Aquests dies, preparant el meu viatge a Guatemala, he llegit alguna cosa de l'anomenada "teología india". Un altre tros de l'e-mail al meu cosí: 
  

En una de las ponencias del III Encuentro Latinoamericano de Teología Indígena (Cochabamba, Bolivia, 1997), la de Aiban Wagua (supongo que es el nombre del autor) se dice: 
    Desde que los ancianos y las ancianas de las naciones originarias de Abia Yala (llamada hoy América)  : Katia, Toba, Kuna, Tolteca, Mixteca, Emberá, Aymara... balbucearon sus primeras preguntas en torno a la vida, y pudieron responderlas desde sus coherencias vitales y sus esquemas de valores que surgían pegados a las mismas preguntas, brotó el Pab'igala (Kuna), brotó el Kintakanalakan (totonaca), brotó el TlanelTokilis (nahua), y así todos...: que constituyen las primeras sistematizaciones de las reflexiones y de las maneras de vida del hombre, su origen, su proyección hacia el futuro en Abia Yala
  I la pregunta que li feia era aquesta:  
    ¿Estarías de acuerdo en que nosotros podríamos decir lo mismo de la Biblia?
            Aquesta ponència m'ha semblat la menys "eclesial" de totes les que tinc d'aquesta Trobada
I comentant-li una frase seva li afegia: 
  
No sé si llegaría a suscribir totalmente esta frase tuya: 
    Para mi Jesús es la máxima manifestación, en un momento de la historia, del Misterio amoroso y personal
¿Podemos decir que en lo más hondo de nuestra larga historia humana hay un "amor personal" actuante? Tu apostilla "en un momento de la historia", ¿quiere decir que en otros momentos puede haber otras "máximas manifestaciones"? Así sí que estaría un poco más de acuerdo).
    I li parlava de la necessitat de "cortar el cordón umbilical" que unía la voluntad amorosa de un "Dios Padre" con Jesús de Nazaret? 

Dies després i malgrat la Dominus Iesus li explicava una mica el que jo volia dir: 
  

A pesar de lo que diga esta declaración, que tiene pretensiones de afectar a todos los fieles católicos, voy a intentar alargarme un poco más en lo que te decía de "romper el cordón umbilical", que unía la voluntad amorosa de un "Dios Padre" con Jesús de Nazaret.
Para mi, sería superar todo el lenguaje de que "Dios envía a su Hijo", superar el lenguaje de que Dios interviene puntualmente en nuestra historia humana. Prefiero enfrentarme a esta "nuestra historia humana" como dejada a nuestros deseos y pasiones, que pensar que hay un Dios (y más si lo llamamos Dios de amor) que la va conduciendo (compartiría aquí aquella actitud de Ivan Karamàzov de "devolver el billete", tal como se lo quería hace entender a su hermano pequeño, el novicio Alioxa).
Somos nosotros los hombres, "nuestros ancianos y ancianas" (como decía Aiban Wagua), que empezamos a balbucear nuestras primeras preguntas en torno a la vida, y las fuimos respondiendo desde nuestras coherencias vitales y nuestros esquemas de valores que surgían pegados a las mismas preguntas, y que nos hemos visto obligados a hablar (quizás por "economía de lenguaje") de "Dios". Y, naturalmente, este "Dios" ha ido evolucionando al ritmo de la evolución de nuestros esquemas y de nuestras coherencias vitales.
"Romper el cordón umbilical", que unía la voluntad amorosa de un "Dios Padre" con Jesús de Nazaret, es aceptar que Jesús es uno de tantos hombres que a lo largo de la historia supieron o fueron aprovechados para dar sentido (coherencia) a los miedos, ansias, esperanzas, pasiones, frustaciones... de hombres y mujeres. A estos hombres se les unió, se les "religó" con "Dios".
La formulación concreta de cómo esta relación se expresó, depende de los datos socio-culturales-
religiosos-políticos del tiempo.
"Ser cristiano" es querer seguir las preguntas y respuestas de "nuestros ancianos y ancianas", los ancianos y ancianas que a mi me han tocado, es querer seguir unido a una "tradición", en la cual la figura de Jesús de Nazaret ha ocupado un lugar relevante (aunque no sea -en esta tradición- ni el primero, ni el último, ni el definitivo), sabiendo como sabía nuestro amigo Ramon -y supongo que lo seguirá sabiendo a pesar de su aumento jerárquico- que
    Para ellos los Vedas serían su Antiguo Testamento, pero es claro que no llevan hacia Cristo. Entonces hemos de negar otro axioma muy  querido por los evangélicos de Bolivia: "Solo Cristo salva". Y se derrumba también la teoría de los  cristianos anónimos de Rahner..
Nuestro buen amigo también sabía que
    hemos de llegar a la conclusión de que para un indígena no es necesario que la salvación le venga por Cristo. Puede venirle por la Pachamama, por el sol o por cualquier otra realidad.
    Ja veus, Xavier, que no t'he dit res de nou… Però sí que m'agradaria saber quins han estat els teus sentiments davant de la Dominus Iesus

Fins la pròxima 

Miquel 
Bonavista, 17 setembre 2000 
 

Gràcies per la visita
Miquel Sunyol
sscu@tinet.fut.es 
Si vols participar en el Llibre de visites
1


"Trampes", en el diàleg interreligiós?      I una primera resposta d'en Xavier Melloni 
La "Notificació" de la Congregació per la Doctrina de la Fe
I després de la "rendició" d'en Jacques Dupuis? (La Carta a mi Antonio)
Declaració del General dels Jesuïtes, Peter Hans Kolvenbach
L'opinió d'un jesuïta belga (correu particular)
Una crítica a Jacques Dupuis a la qual m'hi apunto

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Escolta, m'he limitat a les criatures per ser més clar. No he dit res de les llàgrimes dels grans, que impregnen tota la terra, per escurçar expressament el meu tema. Confesso humilment que no comprenc la raó d'aquest estat de coses. Els homes són els únics culpables: els havien donat el paradís, han desitjat la llibertat i robat el foc del cel, sabent que serien desgraciats; no mereixen, doncs, que els tinguin llàstima. 

Segons el meu pobre esperit terrestre, sé només que el sofriment existeix, que no hi ha culpables, que tot s'encadena, tot passa i s'equilibra. Tot això són els romanços d'Euclides, ja ho sé, però no puc consentir a viure sobre tal base. ¿Què m'importa tot això? El que vull és una compensació; si no, em, destruiré. I no una compensació en una altra banda, allà a l'infinit; sinó aquí baix, que la vegi amb els meus ulls. En vull ser testimoni; i si de cas ja fos mort, vull que em ressuscitin: si tot passés sense mi, seria massa aflictiu. No vull pas que el meu cos, amb els seus sofriments i les seves culpes, serveixi únicament per afermar, a la intenció d'algú, l'harmonia futura. Vull veure amb els meus propis ulls la daina dormint al costat del lle6, la víctima abraçant-se amb el botxí. És sobre aquest desig que reposen totes les religions, i jo crec, tinc fe. Vull ser-hi present, quan tothom sabrà per fi el perquè de les coses. 

Però els nens, ¿què en farem? No puc resoldre aquest problema. Si tothom ha de sofrir a fi de contribuir amb el seu sofriment a l'harmonia eterna, ¿quin és el paper dels nens? Un no comprèn per què també ells han de sofrir, en nom de l'harmonia. ¿Per què han de servir de materials destinats a preparar-la?

Comprenc bé la solidaritat del pecat i el càstig, però no es pot aplicar als petits innocents, i si veritablement són solidaris de les malifetes des seus pares, és una veritat que no és d'aquest món i que jo no arribo a comprendre. Un mal bromista objectarà que els nens es faran grans i pecaran; però, ¡no s'havia fet pas gran, aquell marrec de vuit anys esqueixat pel gossos! 

Alioxa, jo no blasfemo pas. Comprenc com s'estremirà l'univers quan el cel i la terra s'uniran en un mateix crit d'alegria, quan tot allò que viu o ha viscut proclamarà. "Tu tenies raó, Senyor, ¡ara els teus camins ens són revelats!", quan el botxí, la mare, el nen, s'abraçaran i declararan amb llàgrimes: "Tu tenies raó, Senyor…" Sens dubte aleshores, la llum serà feta i tot quedarà explicat.

Però vet aquí el problema: aquesta és una solució precisament que no puc admetre. I prenc les meves mesures a aquest respecte, en tant que encara sóc damunt la terra. Creu-me, Alioxa: pot ser que jo visqui fins a aquell moment o que ressusciti aleshores, i cridaré potser com els altres, mirant la mare abraçar el botxí de la seva criatura: "Tenies raó, Senyor", però serà de mala gana. Mentre encara hi sóc a temps, em refuso a acceptar aquesta harmonia superior. Pretenc que no val una llàgrima de nen, d'aquesta petita víctima que es donava cops al pit i pregava al "bon Déu" que la socorregués, des del seu racó infecte; no les val de cap manera, ja que aquestes llàgrimes no han estat redimides. Mentre sigui així que no em parlin d'harmonia. 

Ara bé, com redimir-les? És impossible. Els botxins sofriran a l'infern, diràs tu. ¿Però de què servirà aquest càstig, si els nens també han passat el seu infern?

I d'altra banda, què val aquesta harmonia, que necessita un infern? Vull el perdó, l'abraçada universal, la supressió del sofriment. I si el sofriment dels nens serveix per arrodonir la suma de dolors necessaris per a l'adquisició de la veritat, afirmo des d'ara que aquesta veritat no val un preu tan alt. No vull pas que la mare perdoni el botxí: ¡ella no hi té dret! Que li perdoni el seu sofriment de mare, però no el que ha sofert el seu fill esqueixalat pels gossos. I fins si el seu fill perdonés, ella no hi tindria dret. Si el dret de perdonar no existeix, ¿què en queda, de l'harmonia? ¿Hi ha al món ningú que tingui aquell dret? És per amor a la humanitat, que jo no vull aquesta harmonia. Prefereixo guardar-me els meus sofriments sense redimir i la meva indignació persistent, ¡fins si m'equivoco! D'altra part, han inflat aquesta harmonia, l'entrada costa massa cara per nosaltres. ¡M'estimo més tornar el bitllet! Com a home honrat, fins estic obligat a tornar-lo al més aviat possible. I és això el que faig. No refuso pas d'admetre Déu, però molt respectuosament ¡li torno el bitllet!
  

Fiòdor Dostoievski
Els germans Karamàzov
Trad. Joan Sales