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CÓMO PINTAR FIGURAS (XIV)

LOS CABALLOS

Caballo de lancero holandés

La raza y el escenario deciden el color en que ha de pintarse un caballo. En un desfile el animal aparecerá bien «almohazado» (limpio...), con el pelo levemente brillante y la silla y arreos impecables. Si, por el contrario, está en batalla o trabajando en el campo, se le verá polvoriento o manchado de barro.

Para dar brillo al pelo, pintaremos el caballo como se describe a continuación y dejaremos secar perfectamente; aplicaremos un lavado con aceite de linaza y aguarrás a partes iguales usando un pincel suave y grande. Simularemos el barro y el polvo como se explica para las figuras en Cómo pintar figuras (XII): Los efectos del entorno.

Pintaremos siempre caballo y jinete por separado. Las riendas y demás accesorios deben añadirse después de pintar, para que no estorben.

Animalitos...Vacas

Todo lo explicado aquí sobre como pintar caballos puede aplicarse también para cualquier otro tipo de animal, desde los más comunes y/o domésticos hasta los más fantásticos y/o salvajes.

PASO A PASO

El caballo que se describe a modo de ejemplo es marrón oscuro. Para los caballos blancos seguiremos los mismos pasos utilizando el color gris como color base.

Color base

Aplicaremos abundante óleo color ocre oscuro al caballo. Utilizaremos pinceles viejos, porque esta operación suele estropear el pelo. Limpiaremos el exceso de pintura con un trozo de esponja seca. La pintura se irá de los salientes y se quedará en las concavidades, poniendo de manifiesto el modelado natural.

Dejaremos pintura oscura donde queramos dejar sombras, como debajo de la crin, pero la eliminaremos de éstas para que se vea el relieve.

Para llegar bajo las patas y la cola, sujetaremos una esponja al rabo de un pincel con una goma, o usaremos un pincel duro. El resultado será mejor si las pasadas finales siguen la dirección del pelo de un caballo de verdad.

Color base

Pelo y cascos

En la mayor parte de los caballos la cola y la crin son más oscuras que el cuerpo. Las pintaremos en un matiz oscuro del color base (el color negro es excesivo); aligeraremos con un pincel, dejando la pintura oscura en el fondo del relieve. Pasaremos un tono claro por encima para realzar la textura.

Pintaremos los cascos de color ocre claro, sombreando por arriba y dando luces por delante si el caballo tiene los trabaderos blancos; si son oscuros los dejaremos del color base.

A las herraduras se les dará un lavado muy claro de color naranja seguido de otro de color acero, aclarando el reborde con un poco de color plata.

Luces y sombras

Luces y sombras

La siguiente fase es acentuar el modelado. Aclararemos los puntos necesarios con color amarillo de Nápoles, aplicando muy poco cantidad con una esponja suave. Acentuaremos los músculos, venas, huesos y tendones. Si la pintura invade las zonas oscuras, la quitaremos con un pincel y retocaremos más adelante.

Matizaremos de oscuro con un poco del color base sin diluir y un pincel suave. Destacaremos las venas del vientre con una línea delgada, fundiendo los bordes. Oscureceremos la parte anterior del cuello, dejando la cara para la próxima fase.

A los calzos y los cascos sombrearemos por arriba e iluminaremos por delante. Daremos a las herraduras un lavado muy claro de color naranja de cromo seguido de otro de color acero. Aclararemos el reborde con un poco de color plata.

Caballo pintado

La cara

Oscureceremos las concavidades de la cara y delinearemos el límite del copete con trazos finos, fundiendo el color. Aclararemos el hueso siguiendo el eje de la cara, las venas, el extremo del hocico y la parte superior de los ojos en color blanco. Modelaremos los ollares con colores blanco y sombra tostado.

Los labios serán de un color gris cálido oscuro, sin borde definido. Aplicaremos a la boca un color púrpura muy oscuro, fundiéndolo hacia los labios. Si está abierta, tendrá por dentro un tono rosa amarillento con una lengua más oscura y dientes de color marrón amarillento claro.

Pintaremos los ojos de color blanco amarillento con un iris, de color marrón, grande, que toque por arriba y por abajo. Añadiremos una pupila oscura y un reflejo de color blanco al globo. Un toque de barniz una vez seca la pintura dará a los ojos una apariencia húmeda muy real. Los destacaremos con sendas líneas oscuras bajo el párpado superior y en el borde externo del inferior; fundiendo desde aquí hacia la cara.

Manchas

Pueden cubrir todo el animal («rodado»), aunque son más frecuentes en los flancos y ancas de caballos grises y «bayos». Pintaremos el color de base y a continuación, con un pincel recortado, aplicaremos puntos próximos y ligeramente irregulares fundidos hacia los bordes; intensificaremos poco a poco, sin dar capas gruesas. Fundiremos por los bordes.

Si el caballo tiene una mancha blanca en la cara, la puntearemos.

En caballos grandes, las manchas pueden aplicarse con aerógrafo para lograr un efecto más real. Para ello usaremos el método descrito en el apartado Pintura y acabado > Cómo pintar camuflajes, concretamente en lo que se refiere a camuflajes moteados.

Caballo blanco


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