A finales de 1997 con motivo de una encuesta preparatoria de una reunión de jesuitas (del grupo llamada hasta ahora de Misión Obrera, reuní en un cuadernillo
trozos de correspondencia mía, casi toda ella dirigida a otros jesuitas
Este cuadernillo algunos... |
...lo han leído
han
dicho...
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Lo he leído -casi "devorado"- de golpe. Sería exagerado decir que me ha quedado la cabeza como un bombo. Pero sí que necesito releerlo y que el poso de esta riada se "deposite".
Impresión a "bote pronto": lo encuentro retorcidamente sincero y fríamente apasionado, todo lo que dices. Pero sobre todo, absolutamente (¿hay algo absoluto?) libre de espíritu. Mientras leía me parecía como si tu existencia quedara a flor de piel.
Sí que hay algo que no acabo de entender. Y tampoco sé muy bien si sabré explicártelo. Entiendo bastante lo que dices de la oración. ¿La dificultad no está justamente en la oración de petición? A no ser que lo entendamos, no como una forma de "hacer fuerza" a Dios, sino como una forma de disponernos nosotros interiormente. ¿No somos nosotros, muchas veces, el principal obstáculo para conseguir lo que deseamos? ¿No es, más o menos, lo que explica Pablo en Rm 7: “Hago lo que no quiero, no hago lo que quiero”? En cualquier caso, más fácil es entender la oración como “meditación”, como una forma de entrar en sí mismo, de pensar en la intimidad de uno mismo. |
Pero no es tanto lo de la oración lo que no acabo de entender en tu escrito, sino algunas de tus expresiones respecto a “encontrar a Dios en el pobre...”. Dices en la página 3ª: “Creo que ni san Ignacio ni el Rahner se quedarían contentos con nuestras frases de que encontramos a Dios en el pobre, en los explotados, en las ansias de liberación del pueblo oprimido, en los signos de los tiempos...” Y esto ata bien con lo que pones en la contraportada final: “Al final de mi estancia en América”. Quizá ocurra que, dado lo poco que yo sé de tu manera de vivir, ganándote la vida “como uno más” y viviendo tu cristianismo de una forma secular, no tengo elementos para comprender el contexto desde el que hablas. |
Bien, hay muchas cosas que me llaman la atención en tu escrito. ¿No será que, pese al hilo conductor de tus palabras de hoy, el escrito viene a ser un mosaico de vivencias tuyas anteriores, aunque, de algún modo, te identifiques con las afirmaciones y críticas que expresas en ellas? Tú eres el redactor final de unas vivencias experimentadas en otros tiempos y no tienes miedo a las incoherencias y ambigüedades. ¿No hicieron lo mismo los evangelistas -los últimos redactores- con las vivencias de Jesús? Me preocupa menos el problema "teórico" de la unicidad de Jesucristo. Aunque pienso que no es inútil buscar una solución teórica que sea coherente con lo que tú llamas la “cadena de testigos” (¿la tradición?) y con el debido respeto a cualquier otra persona, sea cual sea su fe o su convicción profunda. |
La
"TRINIDAD",
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Un pequeño comentario al recuadro “De Deo nihil scimus”... Si de Dios no sé nada, puedo creer en el “Dios de mis padres”; no hay nada que lo impida. No hay ningún “scio” que me prohíba por honestidad conmigo mismo o con Dios (hablas de Honest to God, de Robinson, que leí por tu recomendación) creer en ese Dios... Lo mismo se puede decir de la Trinidad. No sé nada de Dios; entonces, ¿por qué no puede ser Padre e Hijo y Espíritu Santo?
Estos días estuve en Oruro y Bernardo Gantier me enseñó un pequeño botijo que ha encontrado con tres caños. Me decía: parece que existe una cultura antigua que representaba así a Dios porque tenían una idea de que Dios era tres y uno.
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Por cierto, que en aquella masía cercana a La Panadella, donde vivían unos amigos (alguna vez paramos allí), también había un porrón con tres caños. No creo que fuera ninguna referencia a la Trinidad...
No quiero seguir hablando de las otras siete afirmaciones. Si de Dios no sabemos nada, creo que lo que tú dices puede ser tan falso como lo que dicen quienes afirman lo contrario. Roig Gironella, nuestro profesor de metafísica, te diría que se trata de otro nivel epistemológico...
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Gracias por haberme enviado
Me admira que, listo como eres, y a tu edad,
Ningún teólogo responsable
Areopagita propugna la teología apofática
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Los leí casi
de un tirón
con la sola interrupción producida por la sesión del Titanic. Me gustaron mucho. He de hacer la "repetición", es decir, la segunda lectura, deteniéndome en aquellos lugares que me resulten más sugerentes. Como siempre,te digo que podías ahorrarte las alusiones, y te crearías menos anticuerpos innecesarios... |
Vull
que m'expliquis per què no hi ha hagut ni motivacions apostòliques
ni missionals envers la classe obrera, sinó més aviat un
desig personal de viure amb certa honestedat el vot religiós de
pobresa.
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Respecte
del teu escrit, de moment només puc agrair-lo: l’escrit i el fet
d’enviar-lo.
Espero que algun moment podré
dir-te alguna cosa més a poc a poc. De moment, quina reacció
m’ha provocat?
Naturalment, no de sorpresa. Perquè
ja t’he sentit prou vegades i perquè toques punts que no són
“problemes inventats”. De fet, tota la qüestió del diàleg
interreligiós creua temes com els que tu toques. No parlem del diàleg
amb agnòstics…
Apart d’això, penso que
la substància de la teva reflexió ens fa bé i ens
obliga als cristians, als jesuïtes, als teòlegs o “espirituals”…
Si no vigilem, ens quedem en fàcils seguretats, sovint fruit del
món enmig del qual ens movem (cristians, clergat i religiosos…)…
Com a interlocutor, sento que les
teves “fiblades” teològiques susciten qüestions reals, però
a la vegada em semblen una mica “cartesianes”. Com si la realitat
de la fe, de la vida cristiana, no tingués una consistència
fonamentada en una base molt més rica que determinades formulacions
o pràctiques. És a dir, l’experiència que es troba
al dessota d’una manera d’entendre i practicar el cristianisme té
una solidesa real i, per tant, raonable no fàcilment formulable,
ni fàcilment descalificable.
Potser, per tal d’aprofundir la
línia que tu segueixes aniria bé endinsar-se en la lectura
fonda i crítica de santes/sants i místiques/místics:
Francesc d’Assís, Ignasi de L, Teresa de J, Joan de la Creu, M.
Eckart, Ch. de Foucault, Egide van Broeckhoven,
Madeleine Delbrêt… En persones com aquestes hi trobem solidesa de
vida-vida i sovint “desviacionisme” doctrinal, dins d’una certa “sintonia”
eclesial…
Com veus
no he entrat en el tema…
Hace tiempo enviáis
vuestra revista. Os lo agradezco. Aunque no soy miembro activo de la Misión
Obrera,creo que soy un simpatizante bastante sincero...
En el último número, en las páginas finales, no entiendo el recuadro. Y como no le entiendo, por eso no quiero juzgar. Pero me ha dejado muy sorprendido |
Encara,
de tant en tant, dono un cop d'ull al teu "Amb
el pretext d'una enquesta". I albiro el moment en que se'n faci
una altra, perquè també me l'enviïs.
No és veritat que la sinceritat més radical ens apropa a la veritat que som nosaltres mateixos? Si per la fe som jueus (cal explicar-ho), per la raó som kantians... |
noviembre | Rezar...Orar... ¿Dios es un ser personal?
La experiencia de la plegaria nos lleva a reflexionar si Dios es un ser personal. Auto-reflexión personal o comunicación directa con Dios |
diciembre | Jesús de Nazaret, ¿es la divinidad encarnada?
Las afirmaciones de los cristianos sobre la divinidad de Jesús, ¿qué sentido pueden tener en un mundo intercultural y en contacto con otras religiones
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enero | Autores que me han ayudado a la hora de hablar de Jesús
Algunos autores se convierten en testimonios que abren camino hacia un conocimiento no mágico de Jesús de Nazaret |
febrero | Jesús, ¿la única solución?
La contemplación de la encarnación nos pone cuestiones sobre si Jesús es el único mediador, el único salvador y sobre el papel de las otras religiones salvíficas
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marzo | ¿Dios interviene en nuestra historia?
Dios se manifiesta como impotente señor de la historia
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abril | La hora de las exclusiones
Comentarios a un discurso del P. General de los jesuitas: señala los caminos propios del carisma ignaciano preguntándose sobre diversas formas de apostolado
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mayo | El "recuadro provocativo"
Unos cuantos ejemplos de lo que los curas y teólogos saben y no quieren comunicar a sus fieles. Hacia una comprensión no teística de Dios. En el transcurso de estos años he ido dando respuestas (nunca definitivas) a estas afirmaciones provocativas
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Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat Mayo 1999 |
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