LA TRINIDAD CRISTIANA
¿MISTERIO O IGNORANCIA?

 
        La visión trinitaria de la Realidad es poco menos que una invariante cultural. Se encuentra prácticamente en todas las tradiciones de la humanidad. Ha sido una cierta concepción elitista y autosuficiente de la trinidad cristiana la que ha propagado la idea del monopolio cristiano de la Trinidad.  Ahora dicen que el cristianismo no es más que la forma religiosa cómo el judaísmo logró sobrevivir en el mundo cultural helenizado de la cuenca del Mediterráneo. Este fue el mérito de Pablo... La "trinidad" sería la expresión final del proceso de "paganización" incoado por Pablo.
La "paganización", aunque suene mal a nuestros oídos, no tiene por qué ser una cosa mala. Hoy día la traduciríamos por "inculturalización": en este caso concreto, el esfuerzo por adaptarse a la concepción religiosa del mundo greco-romano, que como dijo -quizá con un poco de retraso- el Vaticano II alguna chispilla de verdad tenía
Raimon Panikkar
Dios en las religiones
V CONGRESO DE TEOLOGÍA
Madrid, septiembre 85
Misión Abierta, pág. 88
Fragment d'una carta meva
a l'Antonio de Petare (Caracas)
Publicada a
Boletín de Misión Obrera
Núm 38. Nov 1991

 
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En concreto, el dogma de la Trinidad profesado por el cristianismo, si se compara con ciertos paralelos en la historia de las religiones, se puede interpretar indiscutiblemente como una variante -transformada, eso sí, en un sentido patriarcal- de la tríada familiar arquetípica: padre, madre e hijo. Por ejemplo, en la teología tebana del Antiguo Egipto se reconocía la tríada de divinidades Amón, Mot y Khons, y los vínculos familiares entre Osiris, Isis y Horus constituían el trasfondo teológico de la sucesión dinástica de los faraones.

Y extraña, pues, que un investigador que ha dedicado varias décadas de su vida a elaborar una concepción precisa del Espíritu Santo (H. Mühlen) no dude en afirmar, en la introducción a una de sus obras (Der Heilige Geist als Person), la utilidad práctica de sus reflexiones altamente especulativas sobre la doctrina trinitaria, ya que cabe esperar de ellas una clarificación de la teología del matrimonio y de las relaciones entre hombre y mujer, y entre padres e hijos.

¡Cómo si, en el fondo, todas esas reflexiones trinitarias no provinieran de una experiencia familiar, en vez de ser meras derivaciones teológicas aplicadas al ámbito de la familia!

Amón
Mot
Khons
Osiris
Isis
Horus
Eugen Drewermann
Clérigos
Psicograma de un ideal
Pág. 271