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Técnicas básicas


USO DEL MINITALADRO PARA TORNEAR PIEZAS

La posibilidad de hacer pequeñas piezas torneadas, aun sin contar con un torno, nos ofrece la oportunidad de reducir el tiempo invertido y aumentar la calidad de acabado de muchas piezas reconstruidas.

Podemos encontrarnos ante la necesidad de reconstruir piezas de sección circular, viéndonos obligados a efectuar pequeños malabarismos con materiales de la más variopinta procedencia: varillas, tubos, alambre, cables..., que presentan distintos comportamientos ante el pegamento y la lija, las masillas, la pintura, etc.

Esta combinación de materiales tan distintos en una misma pieza suele convertirse en un tormento a la hora de hacer ajustes y darles el acabado correcto, y para colmo el resultado no siempre hace justicia al trabajo invertido.

En estos casos podemos pensar que la mejor manera de hacer esas piezas es torneándolas, como se hace en la industria real, pero unas veces por prejuicios (como que el plástico no se tornea bien porque enseguida se funde), y otras por desconocimiento de los fundamentos del torneado, lo cierto es que pocos se atreven a intentarlo con los medios de que disponen, o se desaniman ante los primeros fracasos.

Lo ideal sería disponer de un torno para metales, puesto que los hay prácticamente de sobremesa. El problema para la mayoría es su elevado precio y el desconocimiento previo de su empleo. Afortunadamente, y como alternativa a esta especializada y cara herramienta, contamos con el minitaladro, cuya utilidad para tornear es limitada pero de gran ayuda en numerosas ocasiones.

FUNDAMENTOS BÁSICOS

El planteamiento básico del torno consiste en un cabezal que sujeta la pieza a trabajar, haciéndola girar sobre su eje. Para dar forma a la pieza se dispone de un soporte capaz de moverse sobre el plano imaginario que pasa por el eje de la pieza que se tornea y que sujeta firmemente las herramientas con las que se trabaja. De esta manera se puede «cilindrar» la pieza (conferirle una forma perfectamente cilíndrica y con el diámetro deseado); «refrenarla» (dejar un extremo perfectamente plano); cortarla e incluso darle formas especiales: cónicas, esféricas, con curvaturas irregulares, etc.

La principal diferencia e inconveniente de trabajar con el minitaladro respecto del torno, es que ni el cabezal ni la herramienta están firmemente sujetos ni guiados entre sí, puesto que hay que sostenerlos con las manos. No obstante, al trabajar con piezas pequeñas de material blando y no intervenir grandes fuerzas, se puede operar con bastante precisión y limpieza una vez adquirida cierta práctica.

EL MINITALADRO

Minitaladro

No tiene porqué ser necesariamente potente ni requerir unas características especiales. Las velocidades de rotación que alcanzan los más sencillos, de 10.000 a 12.000 rpm, son suficientes para trabajar con comodidad. Lo importante es ser conscientes de las limitaciones de esta manera de trabajar y hacerlo sólo en las condiciones adecuadas. No hay que utilizar materiales excesivamente duros, como es el caso de los plásticos muy rígidos, metacrilato o metales. Todos ellos se pueden pulir con el minitaladro, pero no tornearlos. Lo ideal es un tipo de plástico rígido pero no duro, como el de los bastidores o chasis que sujetan las piezas de los kits corrientes.

LAS HERRAMIENTAS

Las herramientas de trabajo

Los utensilios que nos servirán de herramienta para trabajar las piezas también son sencillos. Básicamente se utilizaran cuchillas viejas, limas y punzones. Para ayudarnos a realizar formas complejas nos podemos equipar con herramientas de formas especiales que fabricaremos nosotros mismos fácilmente. Para ello es útil la varilla de acero, que podemos conformar con una muela o incluso con el minitaladro equipado con discos para tal fin.

MODO DE TRABAJO

A la hora de tornear plástico con el minitaladro hay que tener en cuenta las particularidades de este tipo de trabajo. La alta velocidad de giro de la pieza permite trabajarla a mano alzada con relativa precisión y sin que se enganche la herramienta, pero obliga a operar con especial delicadeza. La presión sobre la pieza debe ser siempre ligera y con movimiento continuo para evitar el sobrecalentamiento y enganchones que la estropeen.

El punto de contacto de la herramienta con la pieza debe situarse a la altura del centro o ligeramente más bajo, en el sentido de rotación de ésta, pero nunca por encima, puesto que en dicho caso trabajaría a contrapelo y se engancharía constantemente. En cambio, si la herramienta está demasiado baja trabaja a favor de giro y no se engancha nunca, pero el filo no actúa correctamente y no desbasta material de la pieza. En cualquier caso conviene que la herramienta esté bien afilada en todo momento para que trabaje con eficacia y limpieza.

Un buen afilado se puede conseguir con una lija de grano fino situada sobre una superficie dura y lisa. Para ello deberemos sujetar la herramienta de modo que apoye el filo en toda su longitud sobre la lija, y la frotaremos suavemente con un movimiento circular. En herramientas de grosor considerable se consiguen buenos resultados dando un ángulo diferente a cada una de las caras del filo, como una cuña, debiendo rozar la pieza durante el torneado contra la cara de menor ángulo.

Como prueba de la sencillez de medios con los que se puede trabajar, en el próximo artículo mostraremos un ejemplo paso a paso utilizando un minitaladro de los más sencillos. De esta forma quedará patente que la potencia del aparato no es determinante y la carencia de portabrocas ajustable se suple con trucos sencillos.

Si la varilla que se vaya a utilizar tiene un diámetro parecido al que puede acoger el portabrocas de que se dispone, bastará con ajustarla con la cuchilla. En cambio, si la diferencia es grande y se debe aprovechar al máximo el diámetro de la varilla, lo mejor es tornearle previamente un trozo de forma que se pueda coger con el minitaladro. Para ello será suficiente un taladro normal de bricolaje, ya que el acabado y la precisión necesarios para este paso previo no tienen que ser muy altos.

COMO TRABAJAR CON LAS MANOS

Apoyar las manos que sujetan el minitaladro y la herramienta entre sí, de manera que podamos trabajar la pieza con suavidad y precisión.

cómo poner las manos

El eje longitudinal de la herramienta debe pasar por el centro de la pieza o estar ligeramente más bajo para evitar enganchones; éstos no son peligrosos para nosotros pero estropearán la pieza.

Posición de la herramienta respecto a la pieza

La vista en detalle muestra cómo se apoya la cuchilla.

Cómo apoyar una cuchilla

De este modo se iguala el diámetro a lo largo de toda la pieza. Siempre es importante que la mano que sujeta la herramienta esté bien apoyada.

Cómo igualar el diámetro

EJEMPLOS DE TORNEADO

Haciendo girar la pieza contra una broca podemos realizar taladros perfectos y en el centro exacto de dicha pieza.

Hacer girar la pieza contra una broca

Con la ayuda de una cuchilla se pueden afinar las paredes de un tubo hasta un grosor mínimo.

Con la cuchilla se afinan las paredes del tubo

Con esto ya tendremos torneado un tubo con la punta ahuecada.

Tenemos torneado un tubo hueco

EJEMPLOS DE PIEZAS TORNEADAS


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