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Técnicas básicas
TRABAJAR EL METAL
MARCAR
Los cortes y dobleces pueden marcarse con una
regla metálica y un trazador o pieza metálica puntiaguda. Para resaltar la
marca puede frotarse con grafito (mina de lápiz) para que destaque sobre
el resto del metal.
Para las curvas se utiliza un compás o bigotera, marcando el centro de la curva con un granete o sobre un trozo de cinta adhesiva. Para marcar se puede usar un lápiz afilado, rotulador o tinta china.
Para marcar un corte en un cilindro, lo envolveremos en una tira de papel de bordes rectos, guiando el lápiz o marcador sobre el borde del papel.
También puede colocarse la
pieza sobre la mesa de trabajo y sujetar el lápiz o marcador sobre un
trozo de madera o similar a la altura necesaria, mientras se hace girar la
pieza.
CURVAR Y DOBLAR
Para dar un doblez en ángulo recto, se fija la
pieza de metal con un tornillo de banco entre dos plantillas de madera
alineadas con la línea de doblez. Si la chapa es gruesa se golpea con un
mazo; si es fina, se presiona con una madera o regla metálica.
Si el ángulo no es recto o si en vez de doblar hay que curvar conviene construir una plantilla de la forma adecuada. Los metales flexibles han de doblarse algo más de lo teóricamente necesario para contrarrestar su ligero desdoblamiento una vez sacados de la plantilla.
El alambre delgado se dobla bien
con alicates. Si es suficientemente largo, se sujeta con una mano cogiendo
la herramienta con la otra. Los trozos cortos exigen el uso de dos
alicates, uno para sujetar y el otro para doblar. Para que la curva sea
apretada es necesario aplicar la presión muy cerca de las mandíbulas del
alicate y hacer fuerza.
El alambre grueso y las varillas se curvan sujetándolas a un tornillo de mesa y obligándolas con un martillo a doblarse en torno al extremo de una mandíbula, de forma que el ángulo pueda verse desde arriba.
Para doblar según un ángulo fijo
o para repetir un doblez puede construirse una plantilla, como la del
dibujo. Tomando como base una madera, en ella se encaja en un taladro
abierto una clavija de metal de diámetro ligeramente inferior al de la
curva a doblar. Se dibuja en la base el ángulo a doblar. Pueden insertarse
tantas clavijas como sea necesario. Es conveniente verificar la exactitud
de los dobleces y corregir las desviaciones.
Para hacer una espiral, se enrolla apretadamente el alambre en torno a una clavija.
CORTAR
Las chapas más delgadas se cortan con tijeras corrientes; las más gruesas, con tijeras para metal. Hay que usar todo el filo de la tijera, pero sin cerrarla del todo porque suele estropearse el corte. Si es necesario pueden alisarse los bordes con una lima para metal.
Para cortar perpendicularmente un
tubo o varilla hay que establecer primero el corte en todo el perímetro,
empezando a cortar por la primera de las marcas.
Si se trata de tubo fino de aluminio, se apoya en el tablero la punta de una cuchilla y haciendo rodar el tubo contra el filo rodeando todo el perímetro; después se corta con los dedos y se recortan los extremos con la cuchilla o con una lima.
Casi todos los alambres se cortan con alicates utilizando el cortador central o los dos laterales. Los hilos muy finos se cortan con tijera.
Para los cortes curvos
interiores se utilizara unas tijeras de mandíbulas curvas o
sujetando la chapa al tornillo de banco y cortándola con sierra de calar o
segueta.
Para los cortes curvos externos, después de marcar el exterior de la curva o círculo con una bigotera de marcar, eliminaremos todo el material sobrante. Luego seguiremos la línea de corte con las tijeras. El borde será más uniforme si el corte final se hace sin interrupciones.
PERFORACIONES
Para hacer perforaciones
pequeñas se usa un sacabocados. Hay que apoyar la chapa en un
corte transversal de madera, pues las caras laterales toleran una
deformación del metal excesiva.
Se marca el centro del taladro. Se coloca el sacabocados y se golpea con suavidad utilizando un mazo o martillo. Tras verificar la exactitud de la marca, se da un golpe fuerte y seco.
Para aplanar la deformación, se pone la chapa
sobre una tabla lisa y se aplana con un mazo.
Existen sacabocados de cuchilla intercambiable que permiten hacer taladros pequeños sin deformación.
Para hacer aberturas más grandes usaremos una broca de sierra a velocidad baja, una sierra de calar o haciendo una serie de taladros pequeños y uniéndolos luego.
Para hacer simples agujeros
pueden utilizarse brocas de acero y una taladradora manual o eléctrica a
velocidad lenta. Hay que tener bien afiladas las puntas de las brocas.
Antes de taladrar hay que marcar el centro para fijar la broca con un granete o similar.
Si es necesario perforar una pieza gruesa, se empieza haciendo una perforación pequeña en el centro y se va agrandando poco a poco cambiando de broca. Será necesario lubricar bien para evitar calentamientos.
Lubricantes.
Para lubricar el aluminio se utiliza parafina; para los demás metales,
aceite fluido; el latón no necesita ser lubricado.
SOLDADURA
En este apartado nos referiremos a las soldaduras más simples de estaño, adecuadas para unir latón, cobre, acero y hojalata. Para ello se utilizan soldadores eléctricos de potencias que van de los 15 a 240 vatios.
Primero hay que limpiar las superficies frotando con lija y sin tocar con los dedos. Después se aplica un fundente que elimina el óxido en pasta o líquido, aunque también puede ir incorporado al material de soldadura.
A continuación se cubre la punta del soldador y las dos superficies con una delgada capa de soldadura; es lo que se llama «estañado».
Después se ponen las superficies en contacto y se calienta la soldadura hasta que se funde a lo largo de toda la unión. Si la soldadura se agrupa en gotas es probable que las piezas estén sucias.
Para soldar alambre, se sujetan las piezas a soldar con un trozo de cable eléctrico enrollándolo entorno a la unión y se aplica fundente. Luego se aplica el soldador caliente por un lado y la soldadura por el otro. Hay que utilizar solo la cantidad necesaria para asegurar la unión.
LIMADO Y DESBASTADO
Se usa una lima plana para bordes rectos y una lima de media caña para las formas curvas. Puede frotarse los dientes con tiza para evitar que el metal se pegue a los dientes.
Si es posible hay que sujetar la pieza a limar con un tornillo de banco para evitar vibraciones.
Para limar, se coge la lima con una mano y se guía la punta con la otra, aplicando presión mientras se mueve hacia adelante, y volviendo hacia atrás sin apretar.
Si se trata de una pieza redonda, se pasa la lima
moviéndola continuamente sin separarla de la superficie, aplicando una
presión uniforme para no producir áreas planas. Primero con una lima
gruesa y luego con una fina, dando un acabado con una lima envuelta en
lija sujeta por los dos extremos.
Figuras de metal
Hasta las mejores figuras de metal pueden tener rebabas de la línea de separación del molde. Pueden ser suficientemente blandos como para poder ser limpiados con una cuchilla, aunque siempre será mejor usar una lima de aguja en las zonas más intrincadas.
Hay que seguir la línea cuidadosamente a través de las diferentes texturas, y estar atento a los cambios bruscos de dirección.
Es necesario trabajar con buena luz para asegurarse de que no se dejan marcas de lima. Si aparece alguna, debe eliminarse con lija fina envuelta en torno a una lima.
Cualquier fallo aparecerá a través de la pintura.
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