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No hubo que esperar a Constantino

El mensaje de Jesús ya fue "traicionado" en los escritos del Nuevo Testamento

Quizás el cristianismo sea una traición inevitable y absolutamente necesaria de la figura de Jesús, pues, de no ser así, todos sus seguidores habrían muerto en las colinas de la Baja Galilea. Pero, ¿era necesario que esa traición se produjera en tan poco tiempo?

John Dominic Crossan

Mis lectores habituales ya saben que...

...me gusta utilizar el género epistolar, ya que permite mantener una cierta libertad en las expresiones sin faltar al debido respeto por las personas y todos sabemos que en la larga historia de la literatura espiritual los epistolarios, las cartas, la correspondencia han tenido siempre su lugar de honor.
A mi que, como a Dietrich Bonhoefffer, tengo "una especial inclinación por ese género de comunicación", también me resulta "un medio gustosamente aprovechado de toma de postura, de reflexión en voz alta sobre problemas de la teología o de la política eclesial del momento, de rendirse cuentas a sí mismo, bajo la excusa formal de darlas a otro, acerca de su situación anímica en un instante determinado".

En azul, expresiones tomadas en préstamo a José J. Alemany en su prólogo a Dietrich Bonhoeffer. Redimidos para lo humano. Cartas y diarios (1924-1942)

Hoy voy a dialogar con José M. Vigil sobre algunos aspectos (no todos) del capítulo 11 (Aspectos eclesiológicos del pluralismo religioso) de su libro teología del pluralismo religioso, editado por Ediciones El Almendro.

Apreciado José María:

Desde que a principios de abril nos conocimos las caras no nos hemos vuelto a decir nada. Al día siguiente yo me iba, dejando la mesa tal cual, unos días a los Pirineos y el tiempo ha ido pasando...

Mañana tenemos reunión del grupo y me toca prepararla a mí: el capítulo eclesiológico (cap. 11). Ya me lo he leído y ahora voy a releerlo contigo (si te parece bien).

Supongo que el grupo aceptará la premisa de que "Jesús no fundó la Iglesia", aunque alguien pueda decir o pensar para sí: "¿Y ahora se acuerdan de decirlo?"

La afirmación de que "Jesús no fundó la iglesia" acarrea otras preguntas: "Y entonces, ¿cómo llegó a ser tan famoso? ¿A qué se dedicó?"

Una de las respuestas, que ya sabes que compartimos, es: "Su predicación giró en torno al «Reino de Dios»". El que "en los dos últimos siglos, hayamos recuperado la realidad histórica de Jesús", no puede llevarnos a afirmar -negando otras posibilidades- que Jesús "fue un profeta apasionado del Reino de Dios". Ya sabes que en estos "dos últimos siglos" se han presentado muchos "retratos" de Jesús. Un pluralismo de retratos que ya encontramos en los escritos del Nuevo Testamento y en la literatura de aquellos dos primeros siglos acerca de Jesús.

Quedémonos con que Jesús, en su predicación, utilizó la expresión, la imagen, la metáfora, del "Reino de Dios". Y vayamos a "escudriñar qué era el Reino de Dios que predicaba". Puedo subscribir totalmente estas líneas: "Jesús nunca lo explica sistemáticamente. Entre otras cosas porque "Reino de Dios" no es un concepto que él haya creado, sino un concepto que estaba en el ambiente, proveniente de los tiempos de los profetas. Todos sus contemporáneos hablaban del Reino de Dios". La última frase yo la cambiaría un poco: ¿hasta qué punto y de qué manera la aristrocracia sacerdotal o los herodianos hablaban del "Reino de Dios"?

No me animaría a suscribir lo que sigue: "Lo que Jesús hace es matizar el concepto y desmarcarse de la comprensión que de él tenían los fariseos, los celotes, los esenios...". Y una razón es que no sabemos con mucha precisión qué comprensión tenían del "Reino de Dios" los fariseos, los celotes y los esenios...

No se desmarcaría mucho de los celotes si murió como uno de ellos... Y muy posiblemente con algunos de ellos.

Cuando preparé la charla que el verano pasado di en las jornadas de "Església Plural" (en el marco de la Uiversitat Catalana d'Estiu), di por bien empleadas las horas de preparación cuando descubrí que la frase “Lo que yo quiero es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos” (Os 6,6) era la respuesta que Yohanan ben Zakkai, el fundador de la escuela de Jammia, había dado ante la imposibilidad de seguir ofreciendo sacrificios una vez destruido el Templo. Y muchas veces nos la hemos creído "muy propia" de Jesús, como si con ella rompiera con el judaísmo. Esta frase de Oseas sólo la encontramos (y por dos veces) en el evangelio de Mateo (9, 13; 12, 7).

Si queréis recordarlo...

En mayo viajé, como ya he hecho otros años, a Cartagena (homenaje a un ex-jesuita, este año era el XV aniversario de la muerte de Mariano González Mangada, mira mi página web). Aprovecho para pasearme por las playas de aquel Mediterráneo y estos últimos años me alargo hasta Almería, donde tengo un jesuita amigo. Éste me preparó una charla en un centro que tienen allí. El tema fue el "Documento Q" (la mayor audiencia que nunca he tenido en una charla). Di también por bien empleadas las horas de preparación cuando descubrí (por internet) el 4Q521 (uno de los documentos de la cuarta cueva de Qumrán), publicado el año 1992, en el cual, al enumerar la obras del Mesías, habla de que "los muertos resucitan". La respuesta de Jesús a los enviados por Juan Bautista es un refrito del salmo 146, 7-9, de Is 61, 1-2 y de este escrito de Qumrán. Y me animaba a preguntar:

A través de estos textos nos vemos obligados a retroceder más allá del movimiento de Jesús y compartir con otros grupos judíos de la Palestina de aquel tiempo una misma esperanza. ¿Compartían los seguidores de Juan Bautista y los seguidores de Jesús de Nazaret y los seguidores del enigmático Maestro de Justicia de los escritos de Qumrán una misma esperanza?

Tú también dices que "el movimiento de Jesús... sería a los sumo como una «corriente» más de las muchas que cabían en el conglomerado multiforme que era el judaísmo de la época".

No me alargo más sobre el tema del Reino de Dios (ya hemos hablado bastante otras veces sobre él).

¿Se puede hablar del Reino de Dios
sin hablar de los romanos?

Yo no me atrevo a hablar de "la misma predicación de Jesús". A veces puede parecer que lo que nos gusta ("la salvación desborda enteramente las fronteras humanas de cualquier institución religiosa") lo ponemos como de "la misma predicación de Jesús", y lo que no nos gusta como uno de los añadidos.

Después de Jesús hubo unos "cambios substanciales". Totalmente de acuerdo, pero ¿cuándo empezaron estos cambios substanciales? Este capítulo puede dar la impresión de que los cambios substanciales empezaron con el "giro copernicano" del siglo IV. Pero yo creo que estos "cambios substanciales" ya se encuentran en los escritos neotestamentarios. Y es porque estos cambios ya se habían dado que Constantino escogió a los cristianos para sus fines políticos. Constantino no hubiera escogido al "movimiento de Jesús", que, por otro lado, difícilmente seguiría existiendo en el siglo IV sin los "cambios substanciales" neotestasmentarios.

En el tema eclesiológico, "cambio substancial" es Mt 16, 18:

Mt 16, 18 kavgw. de, soi le,gw o[ti su. ei= Pe,troj(
kai. evpi. tau,th| th/| pe,tra| oivkodomh,sw mou th.n evkklhsi,an
kai. pu,lai a[|dou ouv katiscu,sousin auvth/jÅ
Ahora te digo yo: Tú eres Piedra
y sobre esta piedra voy a edificar mi iglesia
y el ppoder de la mueerte no la derrotará

Ya dices en el capítulo anterior que "de hecho hay un solo texto en los evangelios en el que se hable propiamente de la iglesia" y citando a Herbert Haag ya dices que "la investigación hoy es unánime en el reconocimiento de que el pasaje de Mateo tiene origen postpascual y no es del Jesús histórico". De este H. Haag tengo leído "¿Qué Iglesia quería Jesús?"

La eclesiología que nos dio nuestro querido P. Riudor (año 1967) estaba basada en este texto. Con este profesor hicimos un pacto: dividió las clases en "Clases A" y "Clases B". Nos comprometimos a ir todos a las "Clases A" (serían dos a la semana) y siempre había un pequeño grupo de buena voluntad que acudía también a las "Clases B".

Cambio substancial sería también el final de Mateo (28, 19-20).

Mt 28, 19 poreuqe,ntej ou=n maqhteu,sate pa,nta ta. e;qnh(
bapti,zontej auvtou.j eivj to. o;noma tou/ patro.j
kai. tou/ ui`ou/ kai. tou/ a`gi,ou pneu,matoj(
dida,skontej auvtou.j threi/n pa,nta
o[sa evneteila,mhn u`mi/n\
kai. ivdou. evgw. meqV u`mw/n eivmi
pa,saj ta.j h`me,raj
e[wj th/j suntelei,aj tou/ aivw/nojÅ
Id, y haced discípulos de todas las naciones
bautizadlos en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñadles a guardar todo
lo que os he mandado;
mirad que to estoy con vosotros
cada día
hasta el fin del mundo

El final del hipotético Evangelio Q sería bien diferente:

Lc 22, 30
Mt 19, 28
i[na e;sqhte kai. pi,nhte
evpi. th/j trape,zhj mou evn th/| basilei,a| mou(
kai. kaqh,sesqe evpi. qro,nwn
ta.j dw,deka fula.j kri,nontej tou/ VIsrah,lÅ
Vosotros, los que me habéis seguido
y os sentaréis sobre tronos
para juzgar a las doce tribus de Israel

¿No serían "las doce tribus de Israel" la verdadera "obsesión de Jesús"?

Podemos sospechar que el "movimiento de Jesús", como ya lo hacían los esenios, no aceptaba la esclavitud. "Cambio substancial", pues, pero necesario para poder subsistir en la socieda grecorromana, la aceptación de la esclavitud por parte de las comunidades paulinas.

Flavio Josefo, al hablar de los esenios en Antiguedades (XVIII, 11-25) dice: "No toman esposas, ni adquieren esclavos: opinan que esto constituiría una injusticia y [lo anterior] sería fuente de discordias"

Citas, como una consecuencia del "giro constantiniano", la inversión entre mensaje y mensajero, sin olvidarte de hacer una referencia a R. Bultmann ("de anunciador se ha convertido en anunciado"). Pero yo diría que esta inversión se produjo en la comunidad de Antioquía:

Ac 11, 20 h=san de, tinej evx auvtw/n a;ndrej Ku,prioi kai. Kurhnai/oi(
oi[tinej evlqo,ntej eivj VAntio,ceian
evla,loun kai. pro.j tou.j ~Ellhnista,j
euvaggelizo,menoi to.n ku,rion VIhsou/nÅ
Pero unos hombres, naturales de Chipre y de Cirene,
al llegar a Antioquía
hablaban también a los griegos
anunciándoles al Señor Jesús

Un "cambio substancial" y ya antes de que Pablo entrara en escena. ¿Por qué hablamos tan poco de estos "hombres de Chipre y de Cirene"?

Ya sabes que una de mis afirmaciones es que el "Reino de Dios", sin esperar este giro copernicano de Constantino, va desapareciendo en los escritos del Nuevo Testamento, y que gracias a esta "desaparición" hoy podemos seguir hablando (y no como mera figura histórica como antes lo he hecho de Yohanan ben Zakkai) de Jesús de Nazaret.

Me he comprado un libro gordo para estudiar otro "cambio substancial": ¿Quién fue el loco o la loca que empezó a dar, en alguna de aquellas comunidades entusiásticas, "culto" a Jesús? ¿Cómo es que los dirigentes de la comunidad lo permitieron? El libro gordo Señor Jesucristo. La devoción a Jesús en el cristianismo primitivo, (830 páginas; 49 euros) es de Larry W. Hurtado, publicado por Ediciones Sígueme. La pista la encontré en Roger Haight (Jesus, symbol of God), publicado por Editorial Trotta), quien lo cita un par o tres de veces.

Sería bonito poder conocer "el contenido concreto" del Reino de Dios en la predicación de Jesús y así poder concretar esta "esperanza para los pueblos oprimidos" (¿cuántos pueblos oprimidos tenía Jesús en su mente?), esta "buena noticia para los pobres", este "mensaje liberador". En mi particular homenaje a José M. Díez-Alegría yo lo venía a concretar en "la renovación del pueblo de Dios, la reunificación de las doce tribus (la doble petición [santifica tu nombre / venga tu Reino] debe ser considerada como una sola y explicada a la luz del profeta Ezequiel cap. 36). Vuelvo a repetir: ¿No serían "las doce tribus de Israel" la verdadera "obsesión de Jesús, su sueño, la pasión que le movía, la Causa por la que vivió y luchó"? Y por la que murió.

Y me imaginaba su respuesta (no sólo la suya, sino de otros muchos):

¿Y a nosotros, hoy día, qué nos puede importar la reunificación de las doce tribus de Israel?

Y mi explicación:

A nosotros, nada; pero a Jesús, sí y mucho. Por eso lo mataron: los romanos no mataban judíos por decir "Abba", pero sí que crucificaban aquellos judios que querían llevar a la práctica el principio teológico de Dios como único señor y amo (monon hgemona kai. despothn ton Qeon), como nos dirá Flavio Josefo al referirse a la secta fundada por Judas el Galileo (Ant XVIII, 23). La "reunificación de las doce tribus" (Ez 36,24) es el aspecto socio-político de la afirmación teológica "Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios" (Ez 36, 28).

El principio "fuera de la Iglesia no hay salvación", ¿no lo encontraríamos ya en los escritos joánicos? Por ejemplo, en la parábola de la vid y los sarmientos.

El "movimiento de Jesús", ¿era un movimiento "sin templos, sin ritos, sin leyes, sin autoridades sagradas, sin sacerdotes, sin clero, sin clases dentro de sí mismo"? Quizás nos olvidamos de que el "movimiento de Jesús" no surge de la nada, sino en el ambiente de la "gran expectación del pueblo" de Lc 3, 15 (que tú nos recuerdas) y que se mantuvo -con sus propios matices- dentro de las coordenadas socio-religiosas de este pueblo, sin renunciar al templo de este pueblo ni a sus ritos y leyes. El hecho de que Pedro y Pablo puedan discutir sobre las "leyes de la pureza" en lo tocante a las comidas es, para mí, la prueba de que Jesús no innovó nada en esta materia.

¿Cuándo empezó "la helenización del mensaje de Jesús"? Las comidas eucarísticas de las comunidades paulinas, ¿no son una "helenización" -al copiar modelos de otros grupos religiosos del mundo grecorromano- de la "comensalía abierta" de Jesús de Nazaret?

Y otros hacían lo mismo

* * *

Ya escribo después de la reunión. Para la lectura de la eucaristía (ya sé que toda la reunión, cena incluida, es una "eucaristía") escogí la lectura de la parábola de la vid. Ya alguien se dio cuenta de que era una joya de un rancio exclusivismo. La escuela joánica no es ningún modelo de diálogo: "no le recibáis en casa ni le saludéis" (2Jo 10)

Me puedo detener aquí, porque con estos ejemplos mi tesis puede salir adelante: "No fue necesario esperar a Constantino".

Citando, citando, tú también hablas de la "traición inevitable y necesaria":

Quizás el cristianismo sea una traición inevitable y absolutamente necesaria de la figura de Jesús, pues, de no ser así, todos sus seguidores habrían muerto en las colinas de la Baja Galilea. Pero, ¿era necesario que esa traición se produjera en tan poco tiempo?

Es de John Dominic Crossan y la has encontrado citada por Juan Arias (Jesús, ese gran desconocido).

Pues sí: la "traición" se produjo en muy poco tiempo. Los mismos autores del Nuevo Testamento "traicionaron" el mensaje de Jesús.

A principios del siglo XX, un sacerdote francés, profesor de biblia, el abbé Alfred Loisy, ya se dio cuenta de ello, pero no habló de "traición":

No hay institución alguna sobre al tierra o en la historia humana cuya legitimidad y valor no podamos cuestionar, si partimos del principio que nada tiene derecho a existir si no es en su estado original. Este principio es contrario a la ley de la vida, la cual es un movimiento y un esfuerzo continuo de adaptación a unas condiciones perpetuamente variables y nuevas. El cristianismo no ha escapado a esta ley, y no es necesario criticarlo por haberse sometido a ella. No podía hacer otra cosa.

Estos elementos han sufrido -y no podía ser de ninguna otra manera- muchas transformaciones, pero son siempre reconocibles, y no es nada difícil ver qué es lo que representa hoy día, en la Iglesia católica, la idea del reino celestial, la idea del Mesías promotor del reino, la idea del apostolado o de la predicación del reino, los tres elementos esenciales del Evangelio vivo, convertidos hoy día en aquello a lo que se han visto obligados para poder seguir subsistiendo.

No hablaba de "traición", sino que simplemente decía:

Las condiciones en las cuales el'Evangelio se produjo han desaparecido para siempre.

Nosotros deberíamos decir: "Las condiciones en las cuales la predicación de Jesús..."

Escribía esto intentando defender la Iglesia católica en contra de las ideas protestantes de Adolf Harnack, pero la Iglesia católica acabó condenándole y excomulgandole. Ni el primero ni el último.

Si quieres saber más...

Bueno, ya hemos reanudado el diálogo. Y quizás me haya alargado un poco demasiado. Siempre lo puedes leer por entregas...

Supongo que estarás bien de salud y de alegría...

Gracias por la visita
Miquel Sunyol

sscu@tinet.cat
13 juny 2011
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