Cristologia
indígena
Una carta meva
a Matías Camuñas

 
Matías Camuñas, actualmente en San Félix de Guayana (Venezuela) Matías:

Reconozco que te he tenido abandonado y no he respondido a tus preguntas ni a tus ganas de saber mis impresiones del viaje a Guatemala. La verdad es que quedé contento del viaje, pero al regresar me costó volver a conectar -interneteando- con los amigos. Tardé bastante en poner algo sobre el viaje en la web, y lo primero (y por ahora lo único) fue una comparación entre Fernando Hoyos, un jesuita muerto en la guerrilla guatemalteca, y Ellacuria. ¿Por qué muchos jesuitas saben quién es uno y desconocen totalmente al otro?

Las fotos del viaje ni las tengo ordenadas, ni he hecho las copias que prometí mandar a la gente que sale... Y al Jacinto, y esto ya me duele más, todavía no le he escrito... Un desastre.

A partir de ayer me siento más libre de tareas. Pues el martes di la tercera y última "charla" a un grupo de Barcelona que se reúne en casa de mi hermana. Esta vez el tema era un poco el de la cristología y el diálogo interreligioso (ya sabes que es un tema que gracias al Ratzinger estos días está de moda, por casualidad). Y lo de la "teología indígena" entra de lleno en este tema.

¿Qué pinta Jesús en esta "teología indígena"? Estos próximos días ya iré sacando en la web cosas sobre este tema, que fue lo que prometí antes de empezar el viaje. Al menos tengo el consuelo de que, al empezar el viaje, ponía preguntas reales. Y aquí el adjetivo "reales" se ha de entender bien. 

No quiero decir que sean preguntas de la calle. En la calle, gracias a los evangélicos, no hay preguntas sobre Jesús, sino sólo afirmaciones ("Sólo Jesús salva" y otras por el estilo). Tampoco este adjetivo "reales" quiere decir que, para muchos "teólogos indígenas", ésta (la pregunta sobre Jesús) sea una pregunta personalmente "real". Tú me hablabas de Jorge Sarsanedas. Estuve una semana en su casa, pero sólo pude hablar con él la primera tarde y la última mañana, en la camioneta hasta el cruce. Aquella semana se fue a Panamá, a su país,  a dar un cursillo sobre "teología indígena" a los novicios jesuitas. Le pregunté: "Y sobre Jesús, ¿qué has dicho?". La respuesta fue breve: "Nada". Ni él lo había mentado para nada, ni los novicios jesuitas le habían preguntado por él. Creo que esto explica mucho. 

Si digo que ponía "preguntas reales" es porque en los Encuentros, Consultas Ecuménicas, Talleres, Reuniones de "teología indígena" esta pregunta sale. Los obispos presentes en estas reuniones la ponen porque saben que es su deber: "mantener la ortodoxia cristiana, no salirse de los parámetros del Ratzinger". Y entre los que no son obispos, hay de todo; pero todos son conscientes que es algo a lo que hay que responder: para unos surge desde su más profundo fondo, allí donde lo indígena y lo cristiano se encuentran o se "encontronozan"; para otros no es una pregunta personal (tienen claro que Jesús es un extranjero y que lo extranjero no salva), pero saben que es una pregunta que suele salir en los "exámenes". Pero unos y otros coinciden en saber (y en escabullirse) que no han de contestar a las preguntas que sobre esta cuestión les ponen (o les imponen) desde "Roma".

Sería como aceptar jugar los dos partidos en el campo contrario. Sería dejarse enredar (caer en las redes) por unos conceptos, por unas formulaciones, por unos significados extraños, que vienen de otra cultura, de otra lógica.

Al "requerimiento" del Ratzinger (de "Roma") de si Jesús es el único mediador, yo respondo con muchos de estos "teológos indígenas" que Dios es... "también el Padre de Nuestro Señor Jesucristo". Nuestro "Dios" es el Padre de otros muchos...

Ya son las doce y me voy a la cama. Y hablando de las doce, ¿ya sabes cómo acabó el famoso Diálogo de los Doce, el del año 1524? Pues los señores franciscanos, a falta de otras razones, dijeron: "Nuestro Dios es el verdadero porque ha ganado la guerra". Y, a partir de ahí, Abia Yala tuvo que hacerse cristiana. 

Quizás para la cristianización de toda esta tierra jugó un papel más importante el caballo que el Espíritu Santo.

Me voy a la cama con la sensación de que el Espíritu Santo me dice: "Mira, no lo había pensado nunca, pero me parece que tienes razón"

Matías, volveré a escribirte. Ya te diré cuando empieze a poner estas cosas en la web.

Adios.

Miquel


 
Gràcies per la visita
Miquel Sunyol
Gener 2001
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