Cristologia
indígena
El Diálogo de los Doce
El diàleg de 1524
Versión castellana
Segons el text de 
Fray Bernardino de Sahagún
i els seus col·laboradors indígenes.
(Redescobert el 1924)

Capítulo V. En Coloquios y doctrina cristiana
Ed. Unam, México, 1986
Pag 85.
Para nosotros, es muy importante recordar cómo pasó todo, cómo fue que llegó el anuncio del Evangelio a nuestro pueblo. Cuentan las crónicas de nuestros antepasados que el primer encuentro entre los misioneros y los sabios antiguos de nuestro pueblo, hace quinientos años, fue difícil. Así cuentan el discurso de nuestros "tlamitinime":

 
Señores nuestros, muy estimados señores:
habéis padecido trabajos para llegar a esta tierra.
Aquí, ante vosotros,
os contemplamos, nosotros gente ignorante.
Y ahora, ¿qué es lo que diremos?
¿Qué es lo que debemos dirigir a vuestros oídos?
¿Somos acaso algo?

Somos tan sólo gente vulgar…
Por medio del intérprete respondemos,
devolvemos el aliento y la palabra
del Señor del cerca y del junto.
Por razón de él nos arriesgamos,
por eso nos metemos en peligro…,
Tal vez a nuestra perdición,
tal vez a nuestra destrucción,
es sólo a donde seremos llevados.
(Mas) ¿a dónde deberemos ir aún?

Somos gente vulgar,
somos perecederos, somos mortales,
déjennos pues morir,
déjennos ya perecer,
puesto que ya nuestros dioses han muerto.

(Pero) tranquilícese vuestro corazón
y vuestra carne, señores nuestros,
porque romperemos un poco,
ahora un poquito abriremos
el secreto, el arca del Señor, nuestro (dios).

Vosotros dijisteis
que nosotros no conocemos
al Señor del cerca y del junto,
a aquel de quien son los cielos y la tierra.
Dijisteis que no eran verdaderos nuestros dioses.

Nueva palabra es ésta, la que habláis,
por ella estamos perturbados,
por ella estamos molestos.
Porque nuestros progenitores
los que han sido, los que han vivido sobre la tierra,
no solían hablar así.

Ellos nos dieron sus normas de vida,
ellos tenían por verdaderos,
daban culto,
honraban a sus dioses.
Ellos nos estuvieron enseñando
todas sus formas de culto,
todos sus modos de honrar (a los dioses).

Así, ante ellos acercamos la tierra a la boca,
(por ellos) nos sangramos,
cumplimos las promesas, quemamos copal
y ofrecemos sacrificios.

Era doctrina de nuestros mayores
que son los dioses por quien se vive,
ellos nos merecieron
(con su sacrificio nos dieron vida).
¿En qué forma, cuándo, dónde?
Cuando aún era de noche.
Era su doctrina
que ellos nos dan nuestro sustento,
todo cuanto se bebe y se come,
lo que conserva la vida, el maíz, el frijol,
los bledos, la chía.

Ellos son a quienes pedimos agua, lluvia,
por las que se producen las cosas en la tierra.
Ellos mismos son ricos,
son felices, poseen cosas,
de manera que siempre y por siempre,
las cosas están germinando y verdean en su casa…
allá donde de algún modo se existe, 
en el lugar de Tlalocan.

Nunca hay allí hambre, 
no hay enfermedad, no hay pobreza.
Ellos dan a la gente el valor y el mando…
Y ¿en qué forma, cuándo,
dónde, fueron los dioses invocados,
fueron suplicados, fueron tenidos por tales,
fueron reverenciados?

De esto hace ya muchísimo tiempo,
fue allá en Tula,
fue allá en Huapalcalco,
fue allá en Xuchatlapan,
fue allça en Yohuallichan,
fue allá en Teotihuacan.
Ellos sobre todo el mundo habían fundado su dominio.

Ellos dieron el mando, el poder, la gloria, la fama.
Y ahora, nosotros,
¿destruiremos la antigua regla de vida?
¿La de los chichimecas, de los toltecas,
de los acolhúas, de los tecpanecas?

Nosotros sabemos a quién se debe la vida,
a quién se debe el nacer, 
a quién se debe el ser engendrado,
a quién se debe el crecer, 
cómo hay que invocar,
cómo hay que rogar.
Oíd, señores nuestros, no hagáis algo a vuestro pueblo
que le acarree la desgracia, que lo haga perecer.

Tranquila y amistosamente,
considerad, señores nuestros, lo que es necesario.
No podemos estar tranquilos, 
y ciertamente no creemos aún,
no lo tomamos por verdad (aun cuando) os ofendamos.
Aquí están los señores, los que gobiernan,
los que llevan, tienen a su cargo el mundo entero.

Es ya bastante que hayamos perdido,
que se nos haya quitado,
que se haya impedido nuestro gobierno.
Si en el mismo lugar permanecemos,
sólo seremos prisioneros.
Haced con nosotros lo que queráis. 
Eso es todo lo que respondemos,
lo que contestamos, a vuestro aliento,
a vuestra palabra, ¡oh señores nuestros?


 
¿Y qué es lo que contestaron los misioneros a estos argumentos de los tlamatinime de nuestros antepasados? Simplemente que su Dios era el más poderoso porque había ganado la guerra

 
 
Ponencia de
Paulo Suess
Mediaciones metodológicas de la teología cristiana 
como presupuestos para la práctica misionera
México (1990)
En el llamado “Diálogo de los Doce” (que finalmente no fue diálogo sino una exposición sobre las nuevas reglas de juego) los franciscanos afirman: “Este universal Dios y Señor, redentor y criador Jesucristo tiene un reyno acá en el mundo, que se llama reyno de los cielos, y por otro nombre yglesia cathólica y llámase reyno de los cielos, porque ninguno yrá al cielo a reynar si no se subjetare a este reyno acá en el mundo
En nuestra teología india había más elementos de carácter universalista y de diálogo que los que pudieron manifestar los miembros de la iglesia en la primera evangelización. Por ejemplo, en el supuesto "Diálogo de los Doce" (en 1524), en que los misioneros se volvieron intolerantes ante la argumentación teológica de los sacerdotes indígenas, quienes inmediatamente encontraron puntos de convergencia entre los planteamientos cristianos y los indígenas. Pero la conciencia de los misioneros de haber ganado la guerra con el poderío de las armas no les permitía el atrevimiento de ceder espacios teológicos a los vencidos. De ahí su cerrazón e intolerancia Ponencia
"Flores de México"
Cochabamba (1997)
Eleazar López Hernández
Caminos de la Teología India
Cochabamba (1997)
Estos movimientos motivados por la desesperanza se situaron en la perspectiva de una lucha a muerte entre los dioses: o salía vencedor el Dios cristiano matando al Dios indígena o salía triunfante el Dios indígena con la muerte del Dios cristiano. Y claro el saldo final fué terriblemente desventajoso para nuestros pueblos. Tales rebeliones dieron pie a represiones violentas de parte de la institución, que acabaron prácticamente con toda la élite pensante y dirigente de las comunidades, es decir, con los teólogos profesionales. “Si ustedes han matado a nuestro Dios, que también nosotros muramos” fué la conclusión, de parte indígena, en el “Diálogo de los Doce”. Y éso casi se cumplió al pie de la letra.
El Dios cristiano podía sentarse, sin ningún problema en el petate de nuestra historia. Para ellos El era perfectamente compatible o complementario. Así lo plantearon nuestros teólogos a los misioneros en el famoso "Diálogo de los Doce" (1524). Sin embargo, de parte de los europeos no había la misma actitud dialogante. El haber ganado la guerra les daba la certeza de que su dios era el único Dios verdadero. Y en consecuencia el Dios indígena debía ser aniquilado. Eso fue lo que plantearon al término del supuesto Diálogo: "Os es muy necesario despreciar y aborrecer, desechar y escupir todos estos que agora tenéis por Dioses y adoráis, porque a la verdad no son Dioses, sino engañadores y burladores..." (Colloquios, cap. V, 29) Eleazar López Hernández
Caminos de la Teología India
Cochabamba (1997)

Clodomiro Siller
Antropologia e inculturacion
Cochabamba (1997)
Otro  caso fue el que se llevó a cabo en América, en el siglo XVI: se desprestigió a los médicos indígenas calificados de "brujos"; a sus políticos se los etiquetó como personas que vivían en la molicie o como opresores; a sus sacerdotes se les convenció de estar engañados por el demonio; dando todo esto pie a la guerra y a la expoliación de bienes y tierras.  La documentación de esto proporcionada  por los cronistas de la época es evidente, y el caso consignado en el llamado "Diálogo de los Doce" es realmente patético

"Dios que ha comenzado vuestra ruina, la llevará a término; entonces del todo pereceréis"  fue la conclusión, de parte eclesiástica, en el "Diálogo de los Doce". Y eso casi se cumplió al pie de la letra.
Eleazar López Hernández
Caminos de la Teología India
Cochabamba (1997)

 
 
¿Per què s'anomena "Diálogo de los Doce"?
  • ¿No és sorprenent que, entre los missioners cristians i els "tlamitinime" (sacerdots, ancians, teòlegs indígenes) s'hagués pogut donar alguna cosa semblant a un "diàleg"?
  • Els "Doce" ¿és una referència al grup dels "Doce Franciscanos" que, cridats per Cortés, arrivaren a Mèxico al 1524?
Agrairé tota informació o bibliografia sobre aquest suposat "diàleg"

 
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Miquel Sunyol
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 El grup dels 
"Doce"
Fray Martín de España, provincial de la Provincia reformada de San Gabriel de Extremadura, lideró a los Doce Franciscanos, que en el día de la conversión de San Pablo partieron bajo el impulso del Espíritu Santo para convertir a los últimos paganos en los confines del mundo, donde su “Provincia del Santo Evangelio” se convertiría en el núcleo inicial del milenio mesiánico.
Al hablar de los Doce Franciscanos que catequizaban a los aztecas derrotados tendríamos que mencionar la influencia del abad Joaquim de Fiore (1130-1203) cuyo milenarismo apocalíptico es clave para comprender su actividad misionera.
Cf. Suess, Paulo. 
A evangelizacao dos povos indígenas: acenos históricos e desafios atuais. 
Convergencia, 23/211 (abril 1988) pag 181 ss
 

 

  Hay una correspondencia minuciosa entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. La historia se desenvuelve en tres grandes períodos: la época de “la letra del Antiguo Testamento” (de Adán a Cristo y bajo el dominio de Dios Padre), la época de la “letra del Nuevo Testamento” (tiempo de la Iglesia secular y de los sacerdotes bajo la égida de Cristo), época de la “comprensión espiritual” (tiempo guiado por el Espíritu Santo que actúa a través de los religiosos y en el cual también hay presencia de la jerarquía).
Sus seguidores proclamarán que este “tercer milenio” sólo podrá ser instaurado después de la destrucción de la “nueva Babilonia”, que es la iglesia sacerdotal y jerárquica.
El “Tercer Milenio” será un reinado monástico del “Evangelio Eterno”, de la caridad pura, de la comunión de los bienes y de los pobres. La Nueva Jerusalén será construida por los pobres
La coyuntura histórica del siglo XVI era extremadamente favorable para una utopía articulada entre la visión joaquinita de la historia, la práctica franciscana de San Gabriel condensada en el binomio “pobreza y conversión” y en el papel apocalíptico de “un nuevo jefe de Babilonia” atribuido a Cortés. La mística profética animaba a los frailes a poner el quinto reino de Nabucodonosor (Dn 2, 44) en correspondencia histórica con el “reino de Cortés” y con el “Quinto Sol” de los Aztecas. Al mismo tiempo utilizaron el DeuteroIsaías (Is 40-55) para consolar a los indios, para iluminarlos sobre la “nulidad de sus ídolos” y sobre las tinieblas en que habitaban, y para despertar esperanzas de un nuevo proyecto histórico.
A partir de esta emergencia histórico-milenarista se comprenden el bautismo de masas, sus luchas iniciales contra la instalación de una jerarquía eclesiástica y contra los cobros de diezmos. El gobierno de los frailes representaría el regreso al “ideal tribal”
Paulo Suess
Mediaciones metodológicas de la teología cristiana como presupuestos para la práctica misionera

I Encuentro - Taller Latinoamericano
de Teología India
México 1990