Sufrió martirio, siendo degollado el 25 de Agosto del 306.
Otros creen que fue el 19 de este mismo mes.
Por eso los Magines pueden optar por celebrar su onomástica cualquiera de estos dos días.
En el lugar de su martirio levantaron los cristianos un templo, al que agregaron luego un hospital.
Altar ermita 2007
El famoso santuario de San Magín de la Brufagaņa pertenece al municipio de Pontils.
Se encuentra situado en una vertiente del Puig de Creus, en un valle formado por las sierras de Pany y de la Brufagaņa.
El santuario existía ya en 1234 y fue muy popular a partir del S. XIII.
Exterior ermita 2007
En el aņo 1603, fue cedido a los dominicos de Santa Caterina de Barcelona.
A ellos se debe la construcción de la Capilla de les Fonts, situada en el centro del valle, que según la radición, hizo brotar San Magín para calmar la sed de sus perseguidores.
También construyeron las capillas de Sant Doménech y de la Salut, que juntamente con las cuevas de Penitent, dieron un nuevo atractivo al santuario.
Fuente ermita 2007
El aņo 1703, Tomás Ripoll, maestro general de la Orden, hizo construir la actual iglesia del santuario, construcción de estilo barroco-neoclásico.
Los dominicos fueron exclaustrados en el aņo 1835, pero el santuario continuó como parroquia de los alrededores, en especial de Poblet de Rocamora.
Translado del agua desde la Brufagaña a Tarragona (70 Km).
Pasan por Sta. Perpčtua de Gaiā, Querol, El Pont d'Armentera,
Santes Creus, Aiguamurcia, Brāfim, Nulles, L'Argilaga, La Secuita y Els Pallaresos.
Este bello lugar, en un extremo de la cala de la playa del Milagro, donde las olas van a romper contra las rocas, da cobijo, en una cueva bajo el agua, a una imagen del santo que, cuando media el mes de agosto, es procesionado por submarinistas por las profundidades azules del Mediterráneo.
Otra cueva en el Fortín de San Jorge 2007
Después de muerto aun se le han atribuido otros milagros, entre ellos el que se halla recogido en la leyenda "La mecha de la guerra del francés".
Cuando la retirada napoleónica en 1813 fue destruida Tarragona, como tantos otras ciudades, villas y aldeas de la península, quedó en pie el sector oriental de la parte alta de la ciudad, siendo creencia que por haberse apagado la mecha del fuerte de San Magín, encendida por los enemigos por tres veces consecutivas, tantas como el santo, apagó la mecha desde el cielo.