VI Vamos dentrando
recién
A la parte más sentida,
Aunque es todita mi vida
De males una cadena:
935 A cada alma dolorida
Le gusta cantar sus penas.
Se empezó
en aquel entonces
A rejuntar caballada
Y riunir la milicada
940 Teniéndola en el cantón,
Para una despedición
A sorprender a la indiada
Nos
anunciaban que iríamos
Sin carretas ni bagages
945 A golpiar a los salvages
En sus mesmas tolderías
Que a la güelta pagarían,
Licenciándolo al gauchaje.
Que en
esta despedición
950 Tuviéramos la esperanza,
Que iva a venir sin tardanzas
Sigún el jefe contó,
Un menistro, o qué sé yo
Que lo llamaban Don Ganza
955 Que
iba a riunir el ejército
y tuitos los batallones,
Y que traiba unos cañones
Con más rayas que un cotín
¡Pucha!, las conversaciones
960 Por allá, no tenían fin.
Pero esas
trampas no enriedan
A los zorros de mi laya;
Que esa Ganza venga o vaya,
Poco le importa a un matrero:
965 Yo también dejé las rayas
En los libros del pulpero.
Nunca juí
gaucho dormido;
Siempre pronto, siempre listo,
Yo soy un hombre, ¡qué Cristo!,
970 Que nada me ha acobardao,
Y siempre salí parao
En los trances que me he visto.
Dende
chiquito gané
La vida con mi trabajo,
975 Y aunque siempre estuve abajo.
Y no sé lo que es subir,
También el mucho sufrir
Suele cansarnos ¡barajo!
En medio
de mi inorancia
980 Conozco que nada valgo:
Soy la liebre o soy el galgo
Asigún los tiempos andan;
Pero también los que mandan
Debieran cuidarnos algo.
985 Una
noche que riunidos
Estaban en la carpeta
Empinando una limeta
El gefe y el juez de paz,
Yo no quise aguardar más,
990 Y me Hice humo en un sotreta.
Para mi el
campo son flores
Dende que libre me veo;
Donde me lleva el deseo
Allí mis pasos dirijo,
995 Y hasta en las sombras, de fijo
Que a donde quiera rumbeo.
Entro y
salgo del peligro
Sin que me espante el estrago,
No aflojo al primer amago
1000 Ni jamás fí gaucho lerdo;
Soy pa rumbiar como el cerdo
Y pronto cai a mi pago.
Volvía al
cabo de tres años
De tanto sufrir al ñudo,
1005 Resertor, pobre y desnudo,
A procurar suerte nueva;
Y lo mesmo que el peludo
Enderesé pa mi cueva.
No hallé
ni rastro del rancho;
1010 ¡Sólo estaba la tapera!
¡Por Cristo, si aquello era
pa enlutar el corazón.
Yo juré en esa ocasión
Ser más malo que una fiera!
1015
¡Quién no sentirá lo mesmo
Cuando ansí padece tantol
Puedo asigurar que el llanto
como una mujer largué.
¡Ay, mi Dios,si me quedé
1020 Más triste que Jueves Santo!
Sólo se
oiban los aullidos
De un gato que se salvó;
El pobre se guareció
Cerca, en una vizcachera
1025 Venía como si supiera
Que estaba de güelta yo.
Al dirme
dejé la hacienda,
Que era todito mi haber;
Pronto debíamos volver,
1030 según el juez prometía,
Y hasta entonces cuidaría
De los bienes la mujer.
.......................................
Después
me contó un vecino
Que el campo se lo pidieron,
1035 La hacienda se la vendieron
Pa pagar arrendamientos,
Y qué sé yo cuántos cuentos;
Pero todo lo fundieron.
Los
Pobrecitos muchachos,
1040 Entre tantas afliciones
Se conchavaron de piones;
Mas ¡qué ívan a trabajar,
Si eran como los pichones
Sin acabar de emplumar!
1045 Por
áhi andarán sufriendo
De nuestra suerte el rigor:
Me han contado que el mayor
Nunca dejaba a su hermano;
Puede ser que algún cristiano
1050 Los recoja por favor.
¡Y la
pobre mi mujer
Dios sabe cuánto sufrió!
Me dicen que se voló
Con no sé qué gavilán
1055 Sin duda a buscar el pan
Que no podía darle yo.
No es raro
que a uno le falte
Lo que a algún otro le sobre:
Si no le quedó ni un cobre
1060 Sino de hijos un enjambre,
¿Qué más iba a hacer la pobre
Para no morirse de hambre?
¡Tal vez
no te vuelva a ver,
Prenda de mi corazón!
1065 Dios te dé su protección,
Ya que no me la dio a mí.
y a mis hijos dende aquí
Les echo mi bendición.
Como
hijitos de la cuna
1070 Andaban por ahi sin madre;
Ya se quedaron sin padre,
Y ansí la suerte los deja
Sin naides que los proteja
Y sin perro que los ladre
1075 Los
pobrecitos tal vez
No tengan ande abrigarse,
Ni ramada ande ganarse
Ni un rincón ande meterse
Ni camisa que ponerse,
1080 Ni poncho con que taparse.
Tal vez
los verán sufrir
Sin tenerles compasión;
Puede que alguna ocasión,
Aunque los vean tiritando,
1085 Los echen de algún jogón
Para que no estén estorbando.
Y al verse
ansina espantaos
Como se espanta a los perros,
irán los hijos de Fierro
1090 Con la cola entre las piernas
A buscar almas más tiernas
0 esconderse en algún cerro.
Mas
también en este juego
Voy a pedir mi volada
1095 A naides le debo nada,
Ni pido cuartel ni doy,
Y ninguno dende hoy
Ha de llevarme en la armada
Yo he sido
manso primero
1100 Y seré gaucho matrero
En mi triste circunstancia,
Aunque es mi mal tan projundo,
Nací y me he criao en estancia,
Pero ya conozco el mundo.
1105 Ya le
conozco sus mañas,
Le conozco sus cucañas
Sé cómo hacen la partida:
La enriendan y la manejan.
Desaceré la madeja,
1110 Aunque me cueste la vida.
Y guante
el que no se anime
A meterse en tanto engorro
O si no aprétese el gorro
O para otra tierra emigre;
1115 Pero Yo ando como el tigre
Que le roban los cachorros.
Aunque
muchos cren que el gaucho
Tiene un alma de reyuno ,
No se encontrará ninguno
1120 Que no lo dueblen las penas;
Mas no debe aflojar uno
Mientras hay sangre en las venas.
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