V

Yo andaba desesperao
800 Aguardando una ocasión
Que los indios un malón
Nos dieran y entre el estrago
Hacérmeles cimarrón
y volverme pa mi pago.

805 Aquello no era servicio
Ni defender la frontera:
Aquello era ratonera
En que es más gato el más juerte;
Era jugar a la suerte
810 Con una taba culera

Allí tuito va al revés:
Los milicos se hacen piones
Y andan por las poblaciones
Emprestaos pa trabajar;
815 Los rejuntan pa peliar
Cuando entran indios ladrones

Yo he visto en esa milonga
Muchos jefes con estancia,
y piones en abundancia,
820 Y majadas, y rodeos;
He visto negocios feos,
A pesar de mi inorancia.

Y colijo que no quieren
La barunda componer.
825 Para esto no ha de tener
El gefe aunque esté de estable
Más que su poncho Y su sable,
Su caballo y su deber.

Ansina, pues, conociendo
830 Que aquel mal no tiene cura,
Que tal vez mi sepultura
Si me quedo iba a encontrar
Pensé en mandarme mudar
Como cosa más sigura.

835 Y pa mejor, una noche
¡Qué estaquiada me pegaron!
Casi me descoyuntaron
Por motivo de una gresca.
¡Ahijuna si me estiraron
840 Lo mesmo que guasca frescas!

Jamás me puedo olvidar
Lo que esa vez me pasó:
Dentrando una noche yo
Al fortín, un enganchao
845 Que estaba medio mamao
Allí me desconoció.

Era un gringo tan bozal
Que nada se le entendía
¡Quién sabe de ande seria!
850 Tal vez no juera cristiano
Pues lo único que decía
Es que era pa-po-litano

Estaba de centinela,
Y por causa del peludo
855 Verme más claro no pudo
Y ésa jué la culpa toda:
El bruto se asustó al ñudo
Y fí el pavo de la boda

Cuanto me vido acercar:
860 <<¿Quén vívore ?>>, preguntó;
<<Qué víboras>>, dije yo;
<<¡Lagarto !>>, me pegó el grito,
Y yo dije despacito:
<<Más lagarto serás vos.>>

865 Ahi no más, ¡Cristo me valga!
Rastrillar el jusil siento;
Me agaché, y en el momento
El bruto me largó un chumbo
Mamao, me tiró sin rumbo,
870 Que si no, no cuento el cuento.

Por de contao, con el tiro
Se alborotó el avispero
Los oficiales salieron
Y se empezó la junción:
875 Quedó en su puesto el nación
Y yo fí al estaquiadero.

Entre cuatro bayonetas
Me tendieron en el suelo;
Vino el mayor medio en pedo
880 Y allí se puso a gritar:
<<Pícaro, te he de enseñar
a andar declamando sueldos.>>

De las manos y las patas
Me ataron cuatro sinchones
885 Les aguanté los tirones
Sin que ni un ¡ay! se me oyera
Y al gringo la noche entera
Lo harté con mis maldiciones.

Yo no sé por qué el Gobierno
890 Nos manda aquí, a la frontera
Gringada que ni siquiera
Se sabe atracar a un pingo
¡Si crerá, al mandar un gringo,
Que nos manda alguna fiera!

895 No hacen más que dar trabajo,
Pues no saben ni ensillar;
NO sirven ni pa carniar,
Y yo he visto muchas veces
Que ni voltiadas las reses
900 Se les querían arrimar.

Y lo pasan sus mercedes
Lengüetiando pico a pico.
Hasta que viene un milico
A servirles el asao;
905 Y, eso si, en lo delicaos
Parecen hijos de rico.

Si hay calor, ya noson gente;
Si yela, todos tiritan;
Si usté no les da, no pitan
910 Por no gastar en tabaco,
Y cuando pescan un naco
Unos a otros se lo quitar.

Cuanto llueve se acoquinan
Como el perro que oye truenos.
915 ¡Qué diablos!, sólo son güenos
Pa vivir entre-maricas,
Y nunca se andan con chicas
Para alzar ponchos ajenos.

Pa vichar son como ciegos:
920 Ni hay ejemplo de que entiendan,
No hay uno solo que aprienda,
Al ver un bulto que cruza,
A saber si es avestruza ,
O si es jinete, o hacienda.

925 Si salen a perseguir
Después de mucho aparato
Tuitos se pelan al rato
Y va quedando el tendal.
Esto es como en un nidal
930 Echarle güebos a un gato.

 

VOLVER

.

.