III Tuve en mi pago en
un tiempo
290 Hijos, hacienda y mujer,
Pero empecé a padecer,
Me echaron a la frontera,
Y ¡qué iba a hallar al volver!
Tan sólo hallé la tapera
295
Sosegao vivía en mi rancho,
Como el pájaro en su nido;
Allí mis hijos queridos
Iban creciendo a mi lao...
Sólo queda al desgraciao
300 Lamentar el bien perdido.
Mi gala en
las pulperías"
Era,cuando había más gente,
Ponerme medio caliente,
Pues cuando puntiao me encuentro
305 Me salen coplas de adentro
Como agua de la virtiente
Cantando
estaba una vez
En una gran diversión,
Y aprovechó la ocasión
310 Como quiso el juez de paz:
Se presentó ahi no más
Hizo una arriada en montón.
Juyeron
los más matreros
Y lograron escapar.
315 Yo no quise disparar:
soy mansó y no sabía por qué.
muy tranquilo me quedé
y ansí me dejé agarrar.
Allí un
gringo con un órgano
320 Y una mona qué bailaba
Haciéndonos rair estaba
Cuando le tocó el arreo.
¡Tan grande el gringo y tan feo,
Lo viera cómo llorabas!
325 Hasta
un inglés sanjiador
Que decía en la última guerra
Que él era de Inca-la-perra
Y que no queria servir,
Tuvo también que juir
330 A guarecerse en la sierra .
Ni los
mirones salvaron
De esa arriada de míflor ;
Fue acoyarao el cantor
Con el gringo de la mona;
335 A uno solo, por favor,
Logró salvar la patrona
Formaron
un contingente
Con los que en el baile arriaron;
Con otros nos mesturaron
340 Que habían agarrao también.
Las cosas que aquí se ven
Ni los diablos las pensaron.
A mi el
juez me tomó entre ojos
En la última votación:
345 Me le había hecho el remolón
Y no me arrimé ese día,
Y él dijo que yo servía
A los de la esposición
Y ansí
sufrí ese castigo
350 Tal vez por culpas ajenas.
Que sean malas o sean güenas
Las listas siempre me escondo.
Yo soy un gaucho redondo
Y esas cosas no me enllenan.
355 Al
mandarnos nos hicieron
Más promesas que a un altar.
El juez nos jue a ploclamar
Y nos dijo muchas veces:
<<Muchachos, a los seis meses
360 Los van a ir a revelar .
Yo llevé
un moro de número
¡Sobresaliente el matucho!
Con él gané en Ayacucho
Más plata que agua bendita.
365 Siempre el gaucho necesita
Un pingo pa fiarle un pucho.
Y cargué
sin dar más güeltas
Con las prendas que tenía.
Gergas , poncho, cuanto había
370 En casa, tuito lo alcé.
Media desnuda ese día.
No me
faltaba una guasca
Esa ocasión eché el resto
375 Bozal, rnaniador cabresto.
Lazo, bolas y manea...,
¡ El que hoy tan pobre me vea
Tal vez no crerá todo esto!
Ansí en
mi moro escarciando
380 Enderesé a la frontera.
¡Aparcero! , si usté viera
Lo que se llama cantón.
Ni envidia tengo al ratón
En aquella ratonera.
385 De los
pobres que allí había
A ninguno lo largaron,
Los más viejos resongaron
Pero a uno que se quejó,
En seguida lo estaquiaron
390 Y la cosa se acabó.
En la
lista de la tarde
El gefe nos cantó el punto
Diciendo: <<Quinientos juntos
Llevará el que se resierte
395 Lo haremos pitar del juerte
Más bien dése por dijunto.>>
A naides
le dieron armas,
Pues toditas las que había
El coronel las tenía,
400 Sigún dijo esa ocasión,
Pa repartirlas el día
En que hubiera una invasión.
Al
principio nos dejaron
De haraganes, criando sebo
405 Pero después... no me atrevo
A decir lo que pasaba...
¡Barajo! si nos trataban
Como se trata a malevos
Porque
todo era jugarle
410 Por los lomos con la espada,
Y aunque usté no hiciera nada,
Lo mesmito que en Palermo
Le daban cada cepiada 111
Que lo dejaban enfermo.
415 Y
¡qué indios ni qué servicio,
Si allí no había ni cuartel!
Nos mandaba el coronel
A trabajar en sus chacras
Y dejábamos las vacas
420 Que las llevara el infiel.
Yo primero
sembré trigo
Y después hice un corral,
Corté adobe pa un tapial,
Hice un quincho corté paja...
425 iLa pucha que se trabaja
Sin que le larguen ni un rial !
Y es lo
pior de aquel enriedo
Que si uno anda hinchando el lomo
Ya se le apean como plomo
430 ¡Quién aguanta aquel infiernos
¡Y eso es servir al Gobierno!
A mí no me gusta el cómo.
Más de un
año nos tuvieron
En esos trabajos duros,
435 Y los indios, le asiguro,
Dentraban cuando querían:
Como no los perseguían
Siempre andaban sin apuro.
A veces
decía al volver
440 Del campo la descubierta,
Que estuviéramos alerta,
Que andaba adentro la indiada,
Porque había una rastrillada
0 estaba una yegua muerta .
445
-Recién entonces salía
La orden de hacer la riunión
Y cáibamos al cantón
En pelos y hasta enancaos
Sin armas, cuatro pelaos ,
450 Que ivamos a hacer jabón
Ahí¡
empezaba el afán,
Se entiende, de puro vicio'
De enseñarle el ejercicio
A tanto gaucho recluta
455 Con un estrutor ...qué... bruta!
Que nunca sabía su oficio
Daban
entonces las armas
Pa defender los cantones.
Que eran lanzas y latones
460 Con ataduras de tiento..
Las de juego no las cuento
Porque no había municiones.
Y
chamuscao , un sargento
Me contó que las tenían,
465 Pero que ellos las vendían
Para cazar avestruces;
Y ansí andaban noche y día
Déle bala a los ñanduces .
Y cuando
se ívan los indios
470 Con lo que habían manotiao
Salíamos muy apuraos
A perseguirlos de atrás;
Si no se llevaban más
Es porque no habián hallao
475 Allí
al se ven desgracias,
Y lágrimas, y aficiones
Nadies le vida perdones
Al indio, pues donde dentra
Roba y mata cuanto encuentra
480 Y quema las poblaciones.
NO salvan
de su juror
Ni los pobres angelitos;
Viejos, mozos y chiquitos
Los mata del mesmo modo,
485 Que el Indio lo arregla todo
Con la lanza y con los gritos.
Tiemblan
las carnes al verlo
Volando al viento la cerda
La rienda en la mano izquierda
490 Y la lanza en la derecha;
Ande enderiesa abre brecha,
Pues no hay lanzaso que pierda.
Hace
trotiadas tremendas
Dende el fondo del desierto;
495 Ansi llega medio muerto
De hambre, de sé y de fatiga;
Pero el indio es una hormiga
Que día y noche está dispierto.
Sabe
manejar las bolas
500 Como naides las maneja;
Cuanto el contrario se aleja
Manda una bola perdida
Y si lo alcanza., sin vida
Es siguro que lo deja.
505 Y el
indio es como tortuga
De duro para espichar
Si lo llega a destripar
Ni siquiera se le encoje,
Luego sus tripas recoje
510 Y se agacha a disparar.
Hacían el
robo a su gusto
Y después se ívan de arriba
Se llevaban las cautivas
Y nos contaban que a veces
515 Les descarnaban los pieses
A las pobrecitas, vivas.
¡Ah, si
partía el corazón
Ver tantos males, canejo
Los perseguíamos de lejos
520 Sin poder ni galopiar;
¡Y qué habíamos de alcanzar
en unos bichocos viejos!
Nos
volvíanlos al cantón
A las dos o tres jornadas,
525 Sembrando las caballadas;
Y pa que alguno la venda,
Rejuntábamos la hacienda
Que habían dejao resagada.
Una vez.
entre otras muchas,
530 Tanto salir al botón
Nos pegaron un malón
Los indios, y una lanciada,
Que la gente acobardada
Quedó dende esa ocasión.
535
Habían estao escondidos
Aguaitando atrás de un cerro..
¡Lo viera a su amigo Fierro
Aflojar como un blandito !
Salieron como maíz frito
540 En cuanto sonó un cencerro.
Al punto
nos dispusimos,
Aunque ellos eran bastantes
La formamos al istante
Nuestra gente, que era poca,
545 Y golpiándose en la boca
Hicieron fila adelante.
Se
vinieron en tropa!
Haciendo temblar la tierra.
No soy manco pa la guerra,
550 Pero tuve mi jabón.
Pues tuve en un redomón
Que había boliao en la sierra.
¡Qué
vocerío! ¡Qué barullo!
¡Qué apurar esa carreras
555 La indiada todita entera
Dando alaridos cargó.
¡Jué pucha y ya nos sacó
Como yeguada matrera
¡Qué
fletes traiban los bárbaros!
560 Como una luz de lijeros,
Hicieron el entrevero,
Y en aquella mescolanza,
Este quiero, éste no quiero,
Nos escojían con la lanza.
565 Al que
le dan un chuzaso
Dificultoso es que sane.
En fin, para no echar panes
Salimos por esas lomas
Lo mesmo- que las palomas
570 Al juir de los gavilanes.
¡Es de
almirar la destreza
con que la lanza manejan!
De perseguir nunca dejan,
Y nos traiban apretaos.
575 ¡Si queríamos, de apretaos,
Salirnos por las orejas
Y pa mejor
de la fiesta
En esta aflición tan suma,
Vino un indio echando espuma
580 Y con la lanza en la mano
Gritando: <<Acabau, cristiano,
Metau el lanza hasta el pluma
Tendido en
el costillar,
Cimbrando por sobre el brazo
585 Una lanza como un lazo,
Me atropeyó dando gritos.
Si me descuido... el maldito
Me levanta de un lanzaso.
Si me
atribulo, o me encojo,
590 Siguro que no me escapo
Siempre he sido medio guapo
Pero en aquella ocasión
Me hacía buya el corazón
Como la garganta al sapo
595 Dios
le perdone al salvaje
Las ganas que me tenía...
Desaté las tres marías
Y lo engatucé a cabriolas...
¡Pucha ...! Si no traigo bolas,
600 Me achura el indio ese día.
Era el
hijo de un casique,
Sigún yo lo avirigüé
La verdá del caso jué
Que me tuvo apuradazo
605 Hasta que al fin de un bolazo
Del caballo lo bajé.
Ahi no
más me tiré al suelo
y lo pisé en las paletas;
Empezó a hacer morisquetas
610 Y a mesquinar la garganta..,
Pero yo hice la obra santa
De hacerlo estirar la jeta.
Allí
quedó de mojón
Y en su caballo saité,
615 De la indiada disparé,
Pues si me alcanza, me matas
Y al fin me les escapé
Con el hilo en una pata.
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