MARTIN FIERRO HACE RELACION DE COMO ENCONTRO A SUS DOS HIJOS

Y mientras que tomo un trago
Pa refrescar el garguero,
3875 Y mientras tiempla el muchacho
Y prepara su estrumento,
Les contaré de qué modo
Tuvo lugar el encuentro:
Me acerqué a algunas estancias
3880 Por saber algo de cierto,
Creyendo que en tantos años
Esto se hubiera compuesto;
Pero cuanto saqué en limpio
Fue que estábamos lo mesmo.
3885 Ansí me dejaba andar
Haciéndome el chancho rengo
Porque no me convenía
Revolver el avispero;
Pues no inorarán ustedes
3890 Que en cuentas con el Gobierno
Tarde o temprano lo llaman
Al pobre a hacer el arreglo.
Pero al fin tuve la suerte
De hallar un amigo viejo,
3895 Que de todo me informó,
Y por él supe al momento,
Que el juez que me perseguía
Hacía tiempo que era muerto;
Por culpa suya he pasado
3900 Diez años de sufrimiento,
Y no son pocos diez años
Para quien ya llega a viejo.
Y los he pasado ansí,
Si en ni¡ cuenta no me yerro :
3905 Tres años en la frontera,
Dos como gaucho matrero,
Y cinco allá entre los indios
Hacen los diez que yo cuento.
Me dijo, a más, ese amigo
3910 Que anduviera sin recelo,
Que todo estaba tranquilo,
Que no perseguía el Gobierno,
Que ya naides se acordaba
De la muerte del moreno,
3915 Aunque si yo lo maté
Mucha culpa tuvo el negro.
Estube un poco imprudente,
Puede ser, yo lo confieso,
Pero él me precipitó
3920 Porque me cortó primero;
Y a más, me cortó en la cara,
Que es un asunto muy serio.
Me asiguró el mesmo amigo
Que ya no había ni el recuerdo
3925 De aquel que en la pulperia
Lo dejé mostrando el sebo.
El, de engreido me buscó,
Yo ninguna culpa tengo;
El mesmo vino a peliarme,
3930 Y tal vez me hubiera muerto
Si le tengo más confianza
O soy un poco más lerdo.
Fue suya toda la culpa,
Porque ocasionó el suceso.
3935 Que ya no hablaban tampoco,
Me lo dijo muy de cierto,
De cuando con la partida
Llegué a tener el encuentro.
Esa vez me defendí
3940 Como estaba en mi derecho,
Porque fueron a prenderme
De noche y en campo abierto.
Se me acercaron con armas,
Y sin darme voz de preso
3945 Me amenazaron a gritos
De un modo que daba miedo;
Que iban a arreglar mis cuentas,
Tratándome de matrero,
Y no era el gefe el que hablaba,
3950 Sino un cualquiera de entre ellos.
Y ése, me parece a mí,
No es modo de hacer arreglos,
Ni con el que es inocente,
Ni con el culpable menos.
3955 Con semejantes noticias
Yo me puse muy contento
Y me presenté ande quiera
Como otros pueden hacerlo.
De mis hijos he encontrado
3960 Sólo a dos hasta el momento;
Y de ese encuentro feliz
Le doy las gracias al cielo.
A todos cuantos hablaba
Les preguntaba por ellos,
3965 Mas no me daba ninguno
Razón de su paradero.
Casualmente el otro día
Llegó a mi conocimiento,
De una carrera muy grande
3970 Entre varios estancieros;
Y fui como uno de tantos
Aunque como llevaba un medio
No faltaba, ya se entiende,
En aquel gauchage inmenso
3975 Muchos que ya conocían
La historia de Martín Fierro;
Y allí estaban los muchachos
Cuidando unos paregeros
Cuanto me oyeron nombrar
3980 Se vinieron al momento,
Diciéndome quiénes eran,
Aunque no me conocieron,
Porque venia muy aindiao
Y me encontraban muy viejo.
3985 La junción de los abrazos,
De los llantos y los besos
Se deja pa las mugeres,
Como que entienden el juego.
Pero el hombre que compriende
3990 Que todos hacen lo mesmo,
En público canta y baila,
Abraza y llora en secreto.
Lo único que me han contao
Es que mi muger ha muerto
3995 Que en procuras de un muchacho
Se fue la infeliz al pueblo
Donde infinitas miserias
Habrá sufrido por cierto.
Que por fin a un hospital
4000 Fue a parar medio muriendo,
Y en ese abismo de males
Falleció al muy poco tiempo.
Les juro que de esa pérdida
Jamás he de hallar consuelo;
4005 Muchas lágrimas me cuesta
Dende que supe el suceso.
Mas dejemos cosas tristes,
Aunque alegrías no tengo;
Me parece que el muchacho
4010 Ha templao y está dispuesto.
Vamos a ver qué tal lo hace,
Y juzgar su desempeño.
Ustedes no los conocen,
Yo tengo confianza en ellos,
4015 No porque lleven mi sangre,
Eso fuera lo de menos,
Sino porque dende chicos
Han vivido padeciendo.
Los dos son aficionados,
4020 Les gusta jugar con fuego;
Vamos a verlos correr:
Son cojos... hijos de rengo.

 

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