INVASIONES DE LOS INDIOS

Antes de aclarar el día
Empieza el indio a aturdir
La pampa con su rugir,
Y en alguna madrugada,
2795 Sin que sintiéramos nada,
Se largaban a invadir.

Primero entierran las prendas
En cuevas, como peludos;
Y aquellos indios cerdudos,
2800 Siempre llenos de recelos,
En los caballos en pelos
Se vienen medio desnudos.

Para pegar el malón
El mejor flete procuran;
2805 Y como es su arma segura,
Vienen con la lanza sola
Y varios pares de bolas
Atados a la cintura.

De ese modo anda liviano,
2810 No fatiga al mancarrón;
Es su espuela en el malón,
Después de bien afilao,
Un cuernito de venao
Que se amarra en el garrón.

2815 El indio que tiene un pingo
Que se llega a distinguir,
Lo cuida hasta pa dornúr;
De ese cuidado es esclavo;
Se lo alquila a otro indio bravo
2820 Cuando vienen a invadir.

Por vigilarlo no come,
Ni aun el sueño concilia.
Sólo en eso no hay decidia.
De noche, les asiguro,
2825 Para tenerlo seguro
Le hace cerco la familia.

Por eso habrán visto ustedes,
Si en el caso se han hallao,
Y si no lo han oservao
2830 Tenganló dende hoy presente,
Que todo pampa valiente
Anda siempre bien montao.

Marcha el indio a trote largo,
Paso que rinde y que dura;
2835 Viene en dirección sigura
Y jamás a su capricho.
No se les escapa vicho
En la noche más escura.

Caminan entre tinieblas
2840 Con un cerco bien formao;
Lo estrechan con gran ciúdao
Y agarran, al aclarar,
Ñanduces, gamas, venaos,
Cuanto ha podido dentrar.

2845 Su señal es un humito
Que se eleva muy arriba,
Y no hay quien no lo aperciba
Con esa vista que tienen;
De todas partes se vienen
2850 A engrosar la comitiva.

Ansina se van juntando,
Hasta hacer esas riuniones
Que cain en las invasiones
En número tan crecido.
2855 Para formarla han salido
De los últimos rincones.

Es guerra cruel la del indio
Porque viene como fiera;
Atropella dondequiera
2860 Y de asolar no se cansa;
De su pingo y de su lanza
Toda salvación espera.

Debe atarse bien la faja
Quien aguardarlo se atreva;
2865 Siempre mala intención lleva
Y como tiene alma grande,
No hay plegarla que lo ablande
Ni dolor que lo conmueva.

Odia de muerte al cristiano,
2870 Hace guerra sin cuartel;
Para matar es sin yel,
Es fiero de condición.
No golpea la compasión
En el pecho del infiel.

2875 Tiene la vista del águila,
Del león la temeridá,
En el desierto no habrá
Animal que él no lo entienda,
Ni fiera de que no aprienda
2880 Un istinto de crueldá-

Es tenaz en su barbarie,
No esperen verlo cambiar;
El deso de mejorar
En su rudeza no cabe:
2885 El bárbaro sólo sabe
Emborracharse y peliar.

El indio nunca se ríe,
Y el pretenderlo es en vano
Ni cuando festeja ufano
2890 El triunfo en sus correrías.
La risa en sus alegrías
Le pertenece al cristiano.

Se cruzan por el disierto
como un animal feroz;
2895 Dan cada alarido atroz
Que hace erizar los cabellos.
Parece que a todos ellos
Los ha maldecido Dios.

Todo el peso del trabajo
2900 Lo dejan a las mujeres:
El indio es indio y no quiere
Apiar de su condición,
Ha nacido indio ladrón
Y como indio ladrón muere.

2905 El que envenenen sus armas
Les mandan sus hechiceras;
Y como ni a Dios veneran
Nada a los pampas contiene.
Hasta los nombres que tienen
2910 Son de animales y fieras.

Y son ¡por Cristo bendito!
Los más desaciaos del mundo,
Esos indios vagabundos,
Con repunancia me acuerdo:
2915 Viven lo mesmo que el cerdo
En esos toldos inmundos.

Naides puede imaginar
Una miseria mayor;

Su pobreza causa horror.
2920 No sabe aquel indio bruto
Que la tierra no da fruto
Si no la riega el sudor.

 

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