Nuestra
discrepancia no es en la lucha contra el terrorismo, sino en los métodos de
luchar contra el terrorismo
GRANMA, CUBA 220102
Fragmentos de la entrevista de prensa concedida por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, a la prensa extranjera y nacional el sábado 19 de enero en el Mirador de Loma Malones, Guantánamo, luego de concluida la Tribuna Abierta de la Revolución. Esta entrevista fue transmitida parcialmente en vivo por el canal ABC de Estados Unidos y reseñada por agencias de noticias extranjeras.
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Vivian Zequera (AP)-. ...En la reciente declaración de su gobierno acerca de los acontecimientos en la BNG, está recogido el ofrecimiento cubano sobre ayuda y asistencia médica, ¿ustedes tienen alguna respuesta de Washington?
Raúl Castro.- Si en los días que llevo por acá por las provincias orientales han dado alguna respuesta, o muy recientemente, yo no conozco..., pero creo que todavía.
Como es natural, eso se estudia, ahora empieza un proceso, ahora es que están llegando los prisioneros. Deben haber llegado alrededor de unos 100...
Un oficial informa:.- Ciento diez.
Raúl Castro.- Ciento diez ya han llegado. Es decir que lo que se les ofreció está en la declaración del gobierno a la que tengo que hacer referencia obligada por el tema: lucha contra vectores, plagas, ayuda médica; aunque ellos están montando un hospital de cuarto nivel, y otros servicios. Ellos tienen ahí, sobre todo, personal de logística, que es bastante grande y policías militares; es decir que eso surgirá en el futuro.
Igual establecimos en 1994 las relaciones mínimas de cooperación frente a los problemas que se presentaron. Constantemente algunos querían entrar, otros salir, en aquella situación que se creó en el año 1994, y hubo que establecer una cooperación, de eso nos dimos cuenta ambas partes. Ambos gobiernos autorizaron, era un grupo de temas limitados a la base y su perímetro, y tomar las medidas pertinentes para evitar accidentes; de ahí surgió lo que suele llamarse una línea roja, un teléfono que se ha utilizado para este tipo de actividad, y ha sido muy útil, porque, realmente, desde el triunfo de la Revolución hasta 1994, fueron 35 años de un ambiente, en esta línea fronteriza de unos 32 kilómetros, bastante complicado, bastante tenso, en unos momentos más que en otros.
Hubo un momento en que nosotros retrocedimos con nuestras postas, no las cercas, sino nuestras postas, para evitar incidentes..., porque abrían fuego contra nuestras postas. Había mucha rotación de personal norteamericano y, según era el grado de las relaciones y de la complejidad de nuestras relaciones, así se manifestaban aquí. Era muy complicado, había que venir a hablar aquí, y a mí era a quien le tocaba. Me designaban para venir a hablar en Guantánamo a multitudes enardecidas que había que explicarles lo que sucedía cada vez que moría un compañero.
Más adelante refiriéndose a la última grave provocación proveniente de la BNG, explicó:... Fuimos al traslado de los restos de los compañeros que cayeron en Angola el 7 de diciembre de 1989. Sencillamente aquí, a la misma hora que junto con el compañero Fidel estábamos en el Cacahual haciendo el acto central, —ya que se estaban celebrando las honras fúnebres de todos los caídos en 167 de los 169 municipios del país, a la misma hora, un día de un inmenso dolor por parte de la población, y en lo que se considera el acto central, simbólicamente hablando, donde están enterrados los restos del general Antonio Maceo—, se produce aquí un disparo donde están los dos soldados que cubren una posta. Uno llama al otro a decirle algo y en el momento en que vira la cara entra el proyectil y rompe el cristal, disparado por un francotirador.
Hay que imaginarse lo que eso hubiera representado en ese momento que estaba enlutado todo el país rindiéndole honor a sus muertos, que fueron enterrados simultáneamente, que eran esperados por los familiares y por el pueblo; porque aquí no traíamos los restos de los compañeros, a los familiares se les informaba que todos vendrían juntos cuando se cumpliera esta misión en Angola, y de otros lugares donde también se habían producido bajas de cubanos en menores cantidades, y fue en ese momento en que se hace ese atentado.
La población de Caimanera no sé por qué se enteró enseguida y hubo que mandar a hablar ahí. Esa fue, realmente, de las más groseras y peligrosas provocaciones.
En el año 1994, con los acontecimientos de los balseros cubanos y haitianos se creó esta situación que obligó a la colaboración, y desde entonces hay absoluta tranquilidad aquí, que tanto ellos como nosotros apreciamos.
Hace dos años más o menos ellos acabaron de retirar los tanques que tenían aquí. Nosotros, en un gesto, sin ponernos de acuerdo, retiramos los tanques de aquí del borde delantero hacia la profundidad.
Más adelante, en el transcurso de año y medio retiramos toda la artillería de grueso calibre que había aquí en túneles y apuntando a la base, en diferentes lugares, e incluso nos llevamos hacia la profundidad los morteros; es decir que aquí lo único que hay son fusiles y algunas antiaéreas (que no están emplazadas).
Actualmente hay un ambiente de cooperación, de respeto mutuo y de colaboración.
Resalto que nuestras discrepancias en estos aspectos no son en la lucha contra el terrorismo, sino en los métodos de luchar contra el terrorismo.
En cuanto a la pregunta que me hacías, estamos dispuestos —como dice la nota de nuestro gobierno— a cualquier otro tipo de cooperación.
Nosotros deseamos —y pienso que ellos también— que se mantenga esa situación.
Un día le decía bromeando a un general norteamericano retirado, ya hablando de este ambiente positivo que se ha creado: "Nosotros somos militares, nos debemos a la autoridad civil, a nuestros gobiernos; si nuestros gobiernos nos ordenan entrarnos a cañonazos, tenemos que cumplir la orden" y... "mientras esa orden no llegue, vamos a tener unas relaciones civilizadas", y eso se comprende.
Naturalmente, esta situación no es del agrado de la fauna miamense, de la gente de la Fundación y todo ese residuo de lo que fue la república previa al triunfo de enero de 1959.
Ellos por la vía de nuestro gobierno han informado que traerían prisioneros y refuerzos para su custodia. Hasta hoy (sábado 19) han llegado 110 prisioneros y de 1 000 a 1 100 militares de refuerzo; la mayoría son policías militares y de logística. Según estuve leyendo en unas declaraciones públicas del Brigadier general Lehnert, que es el que vino al frente de esta fuerza de tarea conjunta (FTC), número 160, su misión era cuidar a los prisioneros.
Este mismo general (en aquel entonces coronel) estuvo también de Comandante de un grupo de tarea conjunta en 1995, mientras estaban los balseros aquí, y, según las declaraciones de las autoridades norteamericanas, ellos van a cumplir con todo lo establecido por la Cruz Roja Internacional en el trato a los prisioneros, e incluso la han invitado a que viniera a la BNG.
Ellos han declarado que este refuerzo que tienen que hacer no implica ningún peligro ni amenaza a la estabilidad que hay en la zona.
Nosotros lo creemos, entendemos que es lógico que si traen una cantidad determinada de prisioneros para esta base sobre la cual —como ya se dijo aquí— no tenemos jurisdicción, tengan que traer personal, la cifra más o menos mencionada.
En cuanto a nosotros, como dice la misma nota del 11 de enero de nuestro gobierno, no tenemos pensado reforzar nuestras fuerzas en el perímetro de la base, porque no hace falta, porque no hay tensión, como les decía, pero sí hay más trabajo, por lo que decidí nombrar en la brigada de la frontera otro segundo jefe. Están ustedes ahora mismo aquí y constantemente vienen periodistas, hay que desarrollar otras actividades; y ese nombramiento recayó sobre la teniente coronel Victoria Arrúe.
La teniente coronel Victoria Arrúe, en este momento, es la presidenta de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en Guantánamo, es la única, con excepción del Comandante de la Revolución Almeida, que está autorizada a estar vestida de verde olivo porque está activa. Él nos la solicitó hace como dos años y medio para encabezar esta organización en la provincia; se la dimos con la condición de que en algún momento tendrá que volver, y este es el momento, la orden la firmé hoy mismo, 19 de enero; o sea que el Jefe de la Brigada ahora tiene tres segundos, y alguno de ellos tiene que ir a la academia próximamente.
Y hablando de la compañera Arrúe, ella empezó con el Servicio Militar Voluntario, que así es como vienen las mujeres a las Fuerzas Armadas; después pasó un curso de jefe de compañía, de infantería, después de batallón, después pasó a la defensa antiaérea. Fue a Angola al frente de una unidad de artillería antiaérea en Lubango, antigua Sa Da Bandeira, en el suroeste de Angola; otro regimiento femenino, que era de La Habana, fue al aeropuerto nuevo de Cahama, en los días de la etapa final de la ofensiva contra los sudafricanos.
Posteriormente, ella paulatinamente fue escalando responsabilidad hasta dirigir un regimiento de artillería antiaérea de mujeres aquí en esta ciudad de Guantánamo; después pasó la academia de las FAR, en el curso regular de dos años en la especialidad de defensa antiaérea.
Después pasó el Colegio de Defensa Nacional en La Habana y regresó como segunda jefa de la sección política de una división de infantería, y ahora, desde la Asociación de Combatientes pasa a ser segunda jefa de la brigada. Es el único refuerzo que hemos traído para acá, y es por esa razón: no hay tensión, pero sí hay mucho trabajo.
Bien, ampliamente respondida tu pregunta y la de unos cuantos más.
Mary Murray (NBC News).- Ustedes han expresado confianza en la capacidad de los norteamericanos para controlar la situación de los presos allá en la base, pero si un preso logra escapar, ¿cuál es el plan cubano, si está en el territorio cubano, ustedes están listos para capturarlo y devolverlo a los norteamericanos?
Raúl Castro.- Esa pregunta se la hicieron al general Solar el otro día, él contestó bien: "si sale, se captura y se informa a nuestro Gobierno que es el que decide"; pero lo más probable —y esto sí lo puedo responder yo— es que se lo devolvamos a los norteamericanos, ¿qué vamos a hacer nosotros...? Eso es si sale vivo. Yo dudo que nadie se pueda escapar con las medidas que están tomando ellos, y si se diera el caso fortuito de que se escapara uno, yo dudo que pueda atravesar los campos de minas, y que pueda salir de esta zona. Así que eso es una posibilidad difícil, que se produzca.
El general Solar contestó bien el otro día: se captura y se le informa a nuestro Gobierno; pero yo, que tengo un poco más de nivel jerárquico que Solar, digo que se cogerá y se le devolverá por la puerta a los norteamericanos, lo que quede de él.
¿Qué otra pregunta?
Vivian Zequera (AP).- ¿Si podemos saltar un poquito más del tema de la base...?
Raúl Castro.- No te me salgas de la base. Les di la entrevista aquí, porque estamos en el perímetro de la base.
(AP).- Pero es que es lo mismo básicamente, porque es un ambiente de mucha cooperación con los norteamericanos, no se quiere crear tensión, mantener el espíritu que reina diariamente...
Raúl Castro.- No, no es de mucha cooperación, es una cooperación mínima, la que se hace necesario.
(AP).- Y a eso suma la compra de alimentos por una vez y exclusiva, y a eso suma la visita de senadores e incluso gobernadores. ¿Hacia dónde va el próximo paso? ¿Qué puede uno prever en las relaciones, si estamos en este nivel de —como usted lo quiera llamar— cooperación o amigables relaciones?
Raúl Castro.- Esa pregunta, bueno, que se la hagan a Fidel, porque es el que dirige la política exterior.
(AP).- ¿Usted qué piensa?
Raúl Castro.- ¿Qué pienso de eso?
(AP).- Sí.
Raúl Castro.- Que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba son impredecibles.
¿Sabe que yo estaba comentando con los comandantes de la Revolución ayer eso mismo? Digo: hay una serie de pasos que están dando. Eso mismo que tú estás diciendo es interesante, es positivo. Yo y creo que todos mis compañeros aplaudimos todo lo que se ha hecho.
Ya se sabe cuál es nuestra línea; ya se sabe que nosotros no queremos que esa base esté ahí, que algún día hay que devolverla pacíficamente —como dijo el general Espinosa cuando ustedes lo "asaltaron" por el Parlamento—, por vías pacíficas; pero ellos están ahí, es una realidad que está ahí y hay que tenerla en cuenta. Ya se sabe que a ellos no les gusta nuestro sistema social, pero es una realidad que estamos aquí y que pensamos seguir estando.
Pienso, además, meditando y cambiando impresiones con los compañeros cuando conversábamos anoche... que esta mínima cooperación que hay aquí es una muestra de que puede haberla en muchas otras cosas; porque somos gente que nos estamos mirando, nuestros oficiales, nuestras tropas se están mirando con las de ellos a la cara todos los días.
Hay cosas, dentro del marco actual de las relaciones que ustedes las conocen perfectamente, no tengo que referirme a las mismas, con sus altas y sus bajas, a pesar de estos elementos positivos que tú acabas de mencionar, en las que se puede colaborar mucho más todavía: el problema de las drogas, el problema de la emigración desordenada, el problema de la lucha contra el terrorismo; pero no de ordeno y mando, a nosotros no nos manda nadie, nos manda nuestro pueblo.
Ya les decía hace un rato que no tenemos discrepancias en la lucha contra el terrorismo, sino contra el método y mucho menos que nos vengan a decir ahora que estás con el terrorismo o conmigo, eso es inaceptable.
Nosotros lamentamos profundamente, y sabemos lo que es eso, el golpe terrible del 11 de septiembre, pero nosotros hemos tenido ese golpe terrible durante más de 40 años. Los 3 478 muertos que hemos tenido en la lucha contra el terrorismo, el terrorismo de Estado, o con los discípulos de ese terrorismo, que ya no lo dirigen ellos, pero que sí lo consienten; además de 2 099 mutilados, sin contar miles de heridos que se han podido recuperar completamente, eso fue constante.
No estoy hablando de los que han muerto en misiones internacionalistas ayudando a otros pueblos; estoy hablando de los que han muerto víctimas del terrorismo de Estado, la consecuencia de ese terrorismo: los diplomáticos nuestros asesinados en el extranjero con armas de fuego, o desaparecidos que no se sabe todavía dónde están, como nos sucedió con dos compañeros en Buenos Aires en la época de las dictaduras militares, o por bombas puestas en nuestras misiones diplomáticas, o los que murieron en el avión de Barbados, o los que murieron en Playa Girón, o los que murieron en aquellos cinco años de lucha contra bandas armadas, prácticamente desde 1960 hasta enero de 1965... Y en todas las provincias, esos fueron cinco años continuos.
Yo recuerdo que llegaba al MINFAR, en reuniones iniciales por la mañana con varios ayudantes simultáneamente, cada uno con una lista en la mano informándome de los acontecimientos de la noche anterior o de las últimas 24 horas: Pinar del Río, empezaban por allá, tantas decenas de casas de secar tabaco quemadas, tantos cañaverales ardiendo, tantos combates con las bandas de aquella provincia. A veces yo les decía: "Denme lo más importante", había momentos de más intensidad de actividad enemiga, en otros menos. Entonces eso era muriendo compañeros todos los días de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, del Ministerio del Interior, de la simple población, participantes o no en la lucha contra estas bandas, porque asesinarnos adolescentes que estaban en ese año 1961 alfabetizando en las montañas, eso no es ninguna hazaña; o campesinos que estaban siendo alfabetizados, o campesinos que se sabía que apoyaban la Revolución.
Esos fueron cinco años de una lucha intensa. Libremente les tiraban de noche armamento en paracaídas —una gran parte cayó en manos nuestras directamente—; infiltrados por las costas; los buques madre de la CIA —que en aquella etapa las aguas territoriales eran tres millas, ahora son 12— se acercaban, bajaban de noche lanchas con motores silenciosos, que si no pasaban frente a un puesto de guardafronteras no se sentían. Aquí está con nosotros el compañero Ramiro Valdés que era ministro del Interior durante esos años.
En medio de esto, la invasión de Girón en 1961, planes de atentados permanentemente y como consecuencia de esa actitud agresiva, la presencia de los cohetes soviéticos en Cuba en 1962. Jruschov nos decía: "Los van a invadir, la única forma de evitarlo es traer los cohetes." Aceptamos, como ha explicado Fidel en otras ocasiones, como una medida también de solidaridad con el resto del campo socialista, que sabíamos que no había un equilibrio nuclear, tenían grandes desventajas todavía. Y después, la fórmula de la solución a esa crisis, que ustedes conocen nuestra posición discrepante, que aún mantenemos... (Si dos aliados llegan a un acuerdo, cómo se van a poner a hablar con terceros sin contar con nosotros). Eso nos recordó también cuando Estados Unidos y España, en Versalles, allá en Francia, discuten la cuestión de la guerra, los resultados de la guerra, o los acuerdos finales de la guerra hispanocubanoamericana, y españoles y americanos coincidieron en no incluir a los cubanos. Eso lo tenemos nosotros clavado en el corazón de la historia cubana, y esto igual.
Pero, bueno, si alguien tenía duda, ahí están los documentos desclasificados hace un año y medio o dos años, donde se le proponía al presidente de Estados Unidos, a Kennedy, una docena de pretextos, de provocaciones, inventar provocaciones cubanas. Uno era que los cubanos derribaron un avión. Bueno, ¿y qué era eso?, un avión de pasaje atravesando los dos corredores aéreos que teníamos en aquella ocasión, ahora son tres, cientos de aviones de pasaje, la mayoría norteamericanos, circulan por los cielos de nuestro país. ¿Se iba a tumbar un avión de esos y echarnos la culpa a los cubanos? Yo creo que es una falta de ética, de moral, que en un Estado tan poderoso como ese, un general de cuatro estrellas y su Estado Mayor estén proponiendo al Presidente de Estados Unidos una fórmula de un pretexto para agredir a Cuba. Era evidente la derrota que sufrió la política norteamericana en Playa Girón; o sea, la victoria que obtuvo el pueblo cubano en Playa Girón no nos la quisieron perdonar nunca, como no quieren perdonar lo que hemos hecho.
Aquí hablábamos hace un momento de estas 11 760 hectáreas, de esta base naval, por la cual pretenden pagar de alquiler al año 4 085 dólares, en la misma declaración del gobierno se sacó la cuenta y eran 37,4 centavos por hectárea al año. Me recuerda que en Cuba hubo lugares donde se llegó a comprar la hectárea de tierra a 10 centavos de dólar durante la ocupación americana.
Yo nací en Birán, municipio de Cueto, provincia de Holguín, al norte, en los límites de la provincia de Santiago. Yo recuerdo a mi papá, español, gallego y a honra lo tengo, pero yo soy cubano, y en mis primeros razonamientos políticos yo veía —tomando como centro la finca de mi padre— al norte la United Fruit Sugar Company, con 100 000 hectáreas de tierra y dos fábricas de azúcar, el Boston y el Preston, que después de nacionalizados se nombraron Nicaragua y Guatemala, respectivamente; al sur la Miranda Sugar Company, hoy central "Julio Antonio Mella", eran ese y otros centrales americanos, por la zona; al oeste, Altagracia Sugar Company, el hoy central "Loynaz Echeverría", que se llamaba Marcané antes, y no sé qué otro central, y a la derecha, en la premontaña de los Pinares de Mayarí, la Sierra de Nipe, la Nicaro Nickel Company y otros (la Cuban Nickel Company y la Nickel Procesing Company) que explotaban los yacimientos de Pinares de Mayarí. Yo decía: En el medio un español, y me preguntaba: ¿qué teníamos los cubanos?
Después de referirse a la Ley de Reforma Agraria de 1959, que recuperó para el país las mejores tierras, muchas de ellas en manos de empresas norteamericanas, razonó:
Hoy se demuestra que se puede convivir, ellos con su sistema social, nosotros con el nuestro, manteniendo toda la cooperación que esté al alcance de ambas partes, pero dentro de un marco de respeto mutuo y de no injerencia en los asuntos internos.
Realmente en los últimos 10 años el mundo ha tenido una transformación muy espectacular, que fue acelerada, indudablemente, según mi opinión, con la guerra en el Golfo. Ustedes conocen toda esa gran coalición político-militar que se creó. Lo mismo se repitió cuando la agresión a Yugoslavia y ahora con Afganistán.
Considero que ese no es el camino para dar solución a los problemas del mundo...
Ahora, si se quiere estar desempeñando papeles de policía en el mundo, hay que estar dispuesto a afrontar más problemas de los que se han afrontado hasta ahora. Ese no es el camino de resolver los problemas, el problema del hambre, ni el problema del SIDA, que tanto daño está haciendo en algunos países, especialmente en África.
Nosotros estamos listos a cooperar en todo lo que sea posible, pero sin estar recibiendo órdenes de nadie ni mucho menos amenazas. Creo que lo que se ha logrado aquí, modestamente, entre personas que cumplimos instrucciones superiores ha sido por actuar con sentido común y racionalidad.
Respecto al aeropuerto de Tres Piedras, ustedes han estado allí. Como ustedes notan, esa pista tiene unos tres kilómetros y medio de largo. Cuando se aterriza de este a oeste, digamos en dirección de Guantánamo hacia Santiago, pueden hacerlo perfectamente por el largo de la pista; pero por lo regular los vientos predominantes aquí son del nordeste y debe aterrizarse de oeste a este. Para los aviones de gran porte militar, sobre todo los últimos que han llegado aquí, la cabeza de la pista oeste está muy cerca de la línea y tienen que hacer un giro muy violento. En 1994 se les autorizó, durante una serie de vuelos, que podían pasar por arriba de un pequeño tramo de nuestro territorio para facilitarles el aterrizaje.
Si ustedes se leen detenidamente la nota del Gobierno del 11 de enero, se habla de más facilidades para evitar accidentes, etcétera. Por lo tanto, se lo hemos comunicado, se les han dicho los kilómetros que pueden pasar por encima del territorio nuestro, en la dirección oeste-este, por el porte de los aviones.
Vivian Zequera (AP).- Ahora que está diciendo lo de la pista, ¿eso lo están haciendo ahora o no? ¿Ellos están usando territorio cubano para aterrizar ahora con sus aviones?
Raúl Castro.- Les hemos comunicado que están autorizados. También es cierto que vienen pilotos que no dominan esta zona, vienen de lugares lejanos por primera ocasión y tal vez no conozcan la autorización...
En 1994 se les autorizó equis tiempo, mientras duró la situación de los balseros. O sea, pueden surgir nuevos temas que, dentro de la posibilidad, estamos dispuestos a ayudar a resolver. ¿Qué tiempo van a estar ahí los prisioneros? Ya esas son cosas que hay que esperar para un futuro.
(AP).- ¿Ustedes no temen que cuando ellos tengan 1 000 ó 2 000 prisioneros allí, pueda surgir una situación complicada, incluso, dentro de la misma base?
Raúl Castro.- No, no lo creo.
Las condiciones que ellos están creando ahí son fuertes. Ustedes han visto la proporción de militares que viene por cada prisionero, las medidas que toman, el propio general Lehnert lo explicó en una conferencia el otro día a la prensa.
Refiriéndose a la historia de la firma del segundo tratado en 1934 señaló:
Aunque lo firmó el presidente Mendieta, lo hizo cumpliendo instrucciones del coronel Batista, que ya era el verdadero poder detrás del trono...
Portia Siegerlbaun (NBC).- Tengo una última pregunta. ¿Piensa que los canales de comunicaciones que se han abierto entre los militares pueden ser extendidos a los dos gobiernos, pueden incluir los planes de emigración y otros?
Raúl Castro.- No, no, estos canales, que han funcionado bien, son exclusivamente para la situación alrededor de la base y todo lo que tenga que ver con eso. Por ejemplo, para evitar confusiones, para evitar accidentes e incidentes, si tenemos alguna maniobra nosotros informamos, ellos hacen igual. Esto ha funcionado bien, sencillamente, basado en el respeto mutuo. Por eso digo que modestamente esto es un ejemplo, pero esto solo está circunscrito a la situación que se pueda presentar y soluciones locales que podamos buscar ambos mandos, el de la base y el de la brigada aquí, y la región militar de Guantánamo y el Ejército Oriental.
Cualquier otro día volvemos a hablar.