|
A una mesa de oficina donde se trabaja poco, me senté con cuatro locos a quemar adrenalina. Alimentó mis caderas, con polkas marineras décimas y trovadores, un trío de tres profesores tocando como dios manda valses de Chabuca Granda que curan los sin sabores.
Luego fuimos a una boda
|
Gracias a Nikisbrut por la colaboración