Era el pez con mejores caderas del mar de la moda.
Se dejaba sobar por cualquiera, incluyendome a mi.
Sus palabras decían de memoria lo que dicen todas,
sus pestañas contaban historias para no dormir.
Yo rea el último mono un imnoble mirón solitario.
En las bodas algún pasodoble, de suelto ni hablar.
El perfume Tabu de Channell y el cubata de Larios
no acostumbran buscarse un motel si les cierran el bar.
Porque siempre hubo clases y yo soy el hombre invisible
que una noche soño un imposible parecido al amor.
Porque el mundo es injusto chaval pero si me provocan...
yo también sé jugarme la boca , yo también se besar.
Compartimos la misma toalla, distintos sudores.
Todavia quedan islas con playas color azafrán.
Fui su medio limón, su cherie, su peor latín lover.
su lección de español, su desliz, su con si, su con sa.
Pero un día quitaron las mesas y hasta otro verano.
Las mejores promesas son esas que no hay que cumplir.
Y viajeros al tren que nos vamos, me dijo un milano.
"¡Flaco!", "¡Gordo!", portate bien y "aure voire", buena suerte en París.
Porque siempre hubo clases y yo no doy bien de marido,
otra vez a perder un partido sin tocar el balón.
Porque el mundo es injusto chaval, pero si me provocan...
yo también sé jugarme la boca...qué te voy a contar.