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Santa Tecla ya no es santa
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TECLA Y LA RELIQUIALo que expliqué
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El año pasado el Dr. Andreu Muñoz ya nos habló de santa Tecla. No repetiré lo que nos dijo y doy por conocidas las cosas que él nos dijo.
Me permito comenzar con dos preguntas:
Y puedo añadir otra: Esta primera semana de septiembre he estado por los Picos de Europa. Muchos de vosotros habréis estado y también habréis subido a Santo Toribio de Liébana en donde se guarda el trozo más grande la cruz de Jesús, del Lignum Crucis. ¿Pensáis que me lo creí?
Por ahora solo son preguntas.
Hace unos años una amiga me dijo: "He visitado el sepulcro de santa Tecla". ¿Que has estado de turista por Turquía? "No, hemos estado por Siria".
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Y me habló de Maloula, un pueblo perdido entre montañas, aislado hasta que llegaron las carreteras, a unos 60 km. al noroeste de la capital, Damasco. La población es mayoritariamente cristiana (Iglesia greco-católica melquita e Iglesia ortodoxa de Antioquía), en donde se habla todavía el arameo, dejando a los sabios que discutan hasta qué punto es el mismo dialecto arameo que hablaban Jesús y los suyos. |
Los turistas pueden visitar dos monasterios: el de Mar Sarkis (san Sergio) y el de Mar Taqla (santa Tecla), en donde, antes, los peregrinos pasaban la tarde y la noche en la gruta en donde está enterrada -según dicen- santa Tecla, de madrugada se postraban ante la imagen y bebían el agua bendita de la fuente. Su fama de sanadora no distinguía entre cristianos y musulmanes. |
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Pero, ¿qué dice este señor? ¿Por qué su amiga habla de Siria? El sepulcro de santa Tecla está en Turquía, en la región de Seleucia.
Calma, señora, calma; no es necesario gritar tanto. ¿Y quién sois vos?
Yo soy la peregrina Egeria.
Sí, ya he oído hablar de vos, una de las primeras en inventar el turismo religioso.
La fe me llevó desde mis tierras de Galicia a visitar la tierra de Jesús. De regreso (era mayo del 384) pasé por Antioquia y por Tarso, en donde nació Pablo. A tres jornadas de Tarso, en Isauria, hay el martyrium de santa Tecla (el lugar en donde está enterrado el cuerpo de la mártir), y me gustó mucho llegarme, ya que estaba tan cerca, Una vez llegada allí en el nombre de Dios, después de haber rezado en el martyrium y de haber leído los Hechos de santa Tecla di gracias infinitas a Cristo Dios nuestro por haberse dignado cumplir todos mis deseos, yo que era indigna y que no me lo merecía.
El sepulcro de santa Tecla está en Turquía, y no en Siria como dice su amiga.
Quizá vos y mi amiga pueden tener razón. Vos fuisteis en el siglo IV y mi amiga a finales del siglo XX. La región había padecido guerras, incursiones, invasiones diversas... Quizás unos fieles de santa Tecla, para evitar que su cuerpo fuera profanado, trasladaron sus restos de un sitio al otro...
El Itinerarium de Egèria fue publicado por Clàssics del cristianisme (nº 35) con el título Pelegrinatge a Terra Santa (ya agotado). También fue traducido y publicado poer la Col·lecció Bernat Metge en dos volúmenes (Pelegrinatge). El texto original latino se puede encontrar en internet.
Para traducciones castellanas y otras: clica aquí
Este señor sigue diciendo falsedades. El sepulcro de santa Tecla sigue en Turquía...
Tranquilo, señor, tranquilo, no hay que gritar de esta manera, que aquí todos somos gente de paz. Y usted, ¿quién es?
Yo soy el obispo Jaume, arzobispo de Tarragona, Primado de las Españas...
¿Usted es el obispo de ahora?
No, el anterior. ¿O es que la gente ya no se acuerda de mí? Siendo obispo de Tarragona visité el sepulcro de santa Tecla en la ciudad turca de Silifke, el nombre que ahora tiene la ciudad visitada por la peregrina Egeria. Ya lo escribí en uno de los diarios de la ciudad:
Asimismo, un servidor puede dar fe de que en Turquía, país abrumadoramente musulmán, se la considera una de las diez mujeres más influyentes de su historia; y los alcaldes de Konya y Silifke me rogaron transmitiera al de Tarragona su deseo de, en honor de la Santa -que también consideran musulmana-, hermanar la ciudad de la que es patrona con las que fueron su cuna y su sepulcro en el siglo I.
El escrito del arzobispo Jaume Pujol en Diari de Tarragona
Bueno, ¿no encontráis extraño que una misma persona esté enterrada en dos lugares diferentes al mismo tiempo?
Por ahora siguen siendo solo preguntes...
¿Cuál era el libro que había leído la peregrina Egeria junto a aquella tumba de Seleucia de Isauria que ahora lleva el nombre de Silifke? Ella nos dice que había leído los Hechos de santa Tecla.
Esta obra fue escrita a finales del siglo II por un sacerdote de Anatolia que la puso bajo la autoría de san Pablo, una práctica corriente en aquel tiempo. Como otras obras del mismo género literario seguía ciertos modelos de la novela griega de aquellos tiempos: largos viajes, peripecias, peligros, salvaciones inesperadas, amantes que se reencuentran, erotismo... Una vida de santa Tecla debía, por "exigencias de guión", presentar a la joven virgen totalmente desnuda, ya que era la primera cosa que se hacía a los "mártires" (en ciertas comisarías modernas, también). Estas "exigencias de guión" aumentaban, ayer como hoy, la "taquilla".
Por los alrededores del año 200, Tertuliano (150 - 222), a quien el obispo Jaume, en su escrito al diario (Diari de Tarragona) lo etiqueta, con razón, de "misógino" (las malévolas interpretaciones del misógino escritor latino Tertuliano), escribe un libro sobre el bautismo (De Baptismo adversus Quintillam) en donde ataca este libro sobre Tecla y Pablo, explicando que, una vez descubierto el engaño, el autor, convicto y confeso, había sido destituido de su cargo.
Los primeros siglos de lo que hemos acabando denominando "cristianismo" no fueron, ni mucho menos, una "balsa de aceite", sino una verdadera batalla campal entre una desconcertante variedad de comunidades, grupos y sectas, variedad desconcertante también entre rituales y creencias, todas ellas con una cierta referencia a una entidad "Cristo/Jesús". Variedad desconcertante que debemos situar dentro de un marco más amplio: el de las diferentes tendencias filosóficas que se combinan con una gran diversidad de sectas religiosas de tipo mistérico.
Esta "desconcertante variedad" de grupos y de creencias es lo que ha dado pie a algunos a preguntarse si una persona histórica concreta está en la raíz de este tropel de grupos y creencias. Pero esto hoy no toca.
Una descripción de los siglos II - III
según Umberto Eco
Lo que toca es que este libro de Hechos de Tecla participa en esta batalla campal y representa la posición, el programa, de uno de estos grupos. En aquel tiempo ninguno de los grupos había adquirido el poder suficiente para encender hogueras y quemar "supuestos herejes".y, así, dentro de una amplia "libertad de expresión", floreció una extensa y variada literatura.
Gracias a consignas ascéticas rigoristas ("Bienaventurados los que tienen mujeres como si no las tuviesen", "Bienaventurados los cuerpos y las almas de las vírgenes", "Bienaventurados los que conservan pura su carne") las mujeres -en nuestro caso, la joven Tecla- se liberan de matrimonios pactados por sus padres y toman posesión de su cuerpo. Liberadas de la tutela de maridos y padres ("de la leyes de la ciudad") pueden salir por los caminos, cortados los cabellos y vestidas de hombre, haciendo pareja con un hombre para ir por donde él vaya. Y como él, querrá tener el derecho de enseñar, predicar y bautizar. Y llegará a bautizarse a sí misma.
El ataque de Tertuliano a este libro demuestra que, en poco espacio de tiempo, los Hechos de Tecla ya eran conocidos en los ambientes cristianos del norte de África.
El atrevimiento de la mujer que usurpó el derecho de enseñar, ¿robará también el de bautizar? [...] Los que leen los escritos que llevan falsamente el nombre de Pablo invocando el ejemplo de Tecla para defender el derecho de la mujer a enseñar y bautizar, aprendan esto: en Asia, el sacerdote que forjó esta obra, como si fuera a complementar la autoridad de Pablo con la suya propia, convicto por su propia admisión de que lo había hecho por amor a Pablo, fue depuesta.
Petulantia autem mulieris quae usurpavit docere utique non etiam tinguendi ius sibi rapiet? [...] Quod si qui Pauli perperam inscripta legunt, exemplum Theclæ ad licentiam mulierum docendi tingendique defendunt, sciant in Asia presbyterum , qui eam scripturam construxit , quasi tiiulo Pauli de suo cumulans, convictum atque confessum id se amore Pauli fecisse, loco decessisse.
De baptismo, c. XVII
Así era Tarragona según una descripción de 1417. La encontramos en La disputa de l'ase, uno de los libros de Anselm Turmeda, el escritor mallorquín nacido en Palma de Mallorca (1352) y que murió, convertido al islam, en Túnez (1430). Había sido fraile franciscano.
Hay en Catalunya una ciudad llamada Tarragona, y antiguamente se decía Secodina, pues en grandeza era considerada segunda después de Roma. I esto aparece todavía hoy día ser verdadero por los grandes, antiguos y suntuosos edificios que existen por toda la región de la comarca.
Pero a esta ciudad le faltaba una cosa, tanto en el aspecto eclesiástico (reafirmar ante las posibles pretensiones de Zaragoza y Valencia, la antigüedad apostólica de la iglesia tarraconense) como en el aspecto ciudadano (dar un nuevo impulso económico a la ciudad).
En aquel tiempo, para una ciudad, tener una buena reliquia era como tener un "Port-Aventura".
Reliquias de santa Tecla ya corrían por Catalunya, pero la catedral de la cual era la patrona titular no tenía ninguna. Obtener una buena reliquia de santa Tecla para la capital eclesiástica de Catalunya y de la Corona catalana-aragonesa (Tarragona era sede metropolitana y primada) fue una "operación de estado". El conde-rey Jaume II, llamado El Justo, participó activamente. Es una operación económica, una inversión. Marc Pons en elnacional.cat la califica de "veritable fortuna": el Arzobispado y el Consell Municipal de Tarragona pagaron por la reliquia "un trono de oro, doscientos caballos andaluces y cuatrocientos quesos mallorquines". No se dice si fue, literalmente, un intercambio, o si se pagó con el dinero equivalente.
Una fuerte inversión económica del siglo XIV que hoy día todavía da sus frutos.
Marc Pons remarca que fue una operación del poder religioso y civil y que "no obedecía a ninguna reivindicación popular".
No sabemos, sin embargo, si algún grupo llegó a hacer "pintadas" parecidas a las que podemos ver ahora desde el Balcón si miramos hacia abajo ("Stop cruceros") con un "Stop reliquias". Posiblemente deberemos esperar a la Reforma protestante para encontrar estas "pintadas" de "Stop reliquias". Por ejemplo, la obra satírica de Juan Calvino, el Tratado de las reliquias, publicada el año 1543.
Doy ya por suficiente conocido que la reliquia llega desde Armenia al puerto de Barcelona y, desde este, al de Salou, que pasa un tiempo en Constantí y que el 17 de mayo de 1321 llega a Tarragona, coincidiendo con la consagración del nuevo edificio catedralicio.
Doy también por suficientemente conocidas las grandes celebraciones que acompañaron esta entrada como la serie de milagros que tuvieron lugar, aunque algunos autores (por ejemplo, Francesca Español Bertrán) nos advierten de no hacer demasiado caso a la narración que en su Archiepiscopologio nos ha dejado, llevado por su imaginación, Lluís Pons Icart, de quien hace cuatro años celebramos el 500 aniversario de su nacimiento.
La gente de la Tercera Joventut recordamos, supongo, el Concilio Vaticano II y quizá, también, la figura de Juan XXIII, quien lo comenzó, y la de Pablo VI, quien lo acabó y, según algunos, empezó a enterrarlo.
Fruto del Concilio fue la creación de diversas "comisiones", una de las cuales tenía por misión realizar una limpieza del Martirologio, esto es, de la lista de santos y santas de la iglesia católica. Una de las santas "limpiadas", suprimidas de este largo listado, fue la santa Tecla de Iconio, de la cual se decía:
En Iconio de Licaonia, Santa Tecla, Virgen y Mártir, que fue convertida a la fe por san Pablo Apóstol, y venció por la confesión de Cristo, en el imperio de Nerón, el fuego y las fieras; y después de muchos combates superados para enseñanza y ejemplo de muchos, pasó a Seleucia, y allí descansó en paz: los Santos Padres la celebran con grandísimas alabanzas.
Todo esto sucedía antes de 1999, año de la publicación de Thekla - die Apostolin (Tecla, la Apóstola), por Anne Jensen, patróloga y promotora de la teologia feminista y ecuménica, que ya había escrito Gottes selbstbewusste Töcchter. Frauenenemanzipation in frühen Christentum (Hijas confiadas de Dios. La emancipación de la mujer en el cristianismo primitivo). En el libro nos explica que, sorprendida por la desaparición de la más grande figura femenina de los inicios del cristianismo, había escrito a Roma para conocer las causas de una tal supresión del nombre de Tecla del calendario de santos y santas.
La respuesta recibida apuntaba dos razones:
Mientras esto sucedía lejos de aquí, en Tarragona la ciudadanía seguía sin estar enterada y no se enteró hasta el 25 de septiembre de 2013 al leer, cuando todavía disfrutaban de las fiestas de santa Tecla, la portada del "Diari Més": "Santa Tecla dejó de ser santa hace años por decisión del Vaticano", artículo firmado por la joven periodista Esther Valcárcel. El diario publicaba también un artículo mío (Mucha gente en Tarragona todavía no lo saben) que acababa con este párrafo:
¿A qué santa el Sr. Arzobispo encomienda la feligresía tarraconense en sus solemnes oraciones en la catedral el día 23 de septiembre? ¿No es esto engañar al pueblo?
Acabo ya con una pregunta a la cual daré respuesta, sabiendo que otros pueden dar algunas otras.
¿Existió santa Tecla? La respuesta, por mi parte, es un SÍ bien claro.
Pero ¿fue una figura individual, una mujer del siglo I, contemporánea de san Pablo?
¿O una figura literaria, que representaría un colectivo de mujeres que ya existía en el siglo II, mujeres que reivindicaban un papel activo y en igualdad con los hombres, con el derecho de enseñar, predicar y bautizar?
Por mi parte, un NO a la figura individual; un SÍ a la figura colectiva.
Y estas mujeres, representadas por "Santa Tecla", no han dejado de existir a lo largo de los siglos (y ahora no me puedo alargar) y todavía, hoy día, perduran en la iglesia (en internet podéis clicar aquí).
Y esta, y no otra, puede ser una de las principales razones de su "desahucio celestial". Pues "San Jorge" sigue en la lista...
Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat 23 septiembre 2022 |
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