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Consejos de lectura Y unos consejos del siglo XIV... Si es tu primera visita...


"Verdaderamente", pero no "únicamente"

Jesús es verdaderamente "el Hijo de Dios", pero no el único

Paul Knitter

Paul Knitter, de confesión católica, irrumpió con fuerza en 1985 en el panorama teológico con su libro "No Other Name?" ("¿No hay ningún otro nombre?", en referencia a la frase de los Hechos de los Apóstoles 4,12 tan citada por el exclusivismo, "No hay otro nombre bajo el que podamos ser salvos"). El libro, todavía no traducido al español, se convirtió en una especie de manifiesto programático inicial de la teología pluralista.

Knitter ha publicado después otros muchos libros, no menos importantes, uno de los cuales, en 1996, es "Jesus and the Other Names" ("Jesús y los otros nombres"), los otros nombres bajo los que quizá también podemos ser salvos, los de los fundadores de otras religiones.

La Editorial Nhandutí (Brasil) acaba de traducirlo y publicarlo, "Jesus e os Outros Nomes. Missão cristã e responsabilidade global" (2010), y Servicios Koinonia ha obtenido el permiso de reproducir su capítulo IV, sobre "Unicidade de Jesús revisada". A partir de este texto he extraído cinco puntos, que no quieren ser una condensación o resumen de todo el capítulo, pero pueden animar y ayudar a su lectura y, posteriormente, a la compra del libro.

En los principios de esta web (mayo 1999) publiqué un recuadro con unas cuantas afirmaciones. Alguien lo tituló un "recuadro provocativo". A lo largo de estos años algunas de aquellas afirmaciones han ido recibiendo una explicación más serena. En una carta de 1998 a un amigo, cuando los nombres de Hick, Sanders, Knitter, Haight me eran totalmente desconocidos, le decía: "El recuadro no añade nada al texto del cuadernillo, en el cual queda bastante claro que Jesús -para mí- no es la única solución, ni la recapitulación de todas las cosas, ni la exclusiva ni definitiva manifestación de Dios, ni el Hijo de Dios... Queda también claro en el texto que no me molestan nuestras afirmaciones dogmáticas siempre que no quieran ser contradictorias con las que otros puedan hacer... No me molesta que lo digas, ni me siento obligado a no decirlo nunca, pero que no me quieran obligar a enseñar a los otros que Dios es de esta única manera."

Presupuesto

Un teólogo-creyente cristiano no puede primero elaborar una cristología y después pensar cómo ella se relaciona con un diálogo auténtico entre culturas y religiones, Más bien, la realidad de otras religiones y la necesidad de diálogo deben ser el punto de partida de las pre-condiciones para comprender quién es Jesús.

El pluralismo religioso es parte del punto de partida de una cristología que comienza con la vida y la experiencia cristiana en nuestro mundo de hoy. (Roger Haight)

1 Los cristianos pueden y deben afirmar que todas las cosas maravillosas que el Nuevo Testamento dice sobre Jesús se aplican verdaderamente a él, pero no únicamente a él.
  • "Verdaderamente" es un componente esencial, para los cristianos, de su experiencia de Jesús y de su fidelidad a él
  • El seguidor de Jesús puede y debe decir que Jesús es verdadera y efectivamente el instrumento de la Divina Presencia en la vida de él. Para esta persona, Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios, el Salvador, el Mediador, la Palabra de Dios, el Mesías.

  • "Únicamente" no es necesario y, de hecho, para muchos cristianos incluso no es posible
  • Cuando una persona sabe que Jesús es verdaderamente salvador, no sabe que él es el único salvador y no tiene obligación de saberlo para ser fiel a Jesús (que pueda haber otros salvadores no es un impedimento para un seguimiento fiel).

2 Si los cristianos se toman en serio la posibilidad de que Jesús no es la única auto-manifestación de Dios y no es la única encarnación de la verdad y gracia de Dios, deben revisar (e incluso suprimir) tres adjetivos comúnmente utilizados al hablar de la revelación de Dios en Jesús: completa, definitiva, insuperable.

A finales de los años 80 escribía: "Jesús, ciertamente, sería una anilla de esta cadena. La más importante tal vez, pero quizás no siempre para todos. Pero no es la primera, ni la última y definitiva."
En aquel tiempo (finales de los años 80) la palabra “definitiva ” me dio cierto miedo y no pude menos de avisar: "Me parece que me he pasado un poco con la palabra “definitiva”: quizás es un poco demasiado fuerte."
En el 91 estos miedos ya habían desaparecido. "Delante de Jesús también nos hemos de preguntar: ¿qué he visto en él? ¿cuáles son los valores que tomo de él? ¿cuáles son sus actitudes que no comparto? También él, como todo testimonio humano, es un “testigo”, un punto de referencia limitado: limitado por todo un conglomerado de valores, de criterios, de costumbres, de visiones, de tendencias…, que vienen de muy lejos, que vienen de su “tiempo”. Y limitado por opciones personales que él hizo y que no necesariamente han de ser asumidas por todos.

  1. Los cristianos no tienen en Jesús la plenitud o la totalidad de la revelación divina
    • Ningún medio finito puede agotar la plenitud de lo Infinito
    • Contener lo Infinito en algo finito (contener y limitar lo divino a cualquier forma o mediación humana) es, en la Biblia, "idolatría"
    • La encarnación significa que la Divinidad ha asumido la plenitud de la humanidad y no que la humanidad ha asumido la plenitud de la Divinidad.

  2. Los cristianos no deberían mantener una Palabra de Dios definitiva en Jesús, como si fuera de él no pudiese haber otras normas para la Verdad divina o como si después de él no se pudiese decir nada esencialmente nuevo.
    • Anunciar que alguien posee la Verdad divina definitiva es afirmar que la Sabiduría, que ultrapasa todo conocimiento, y el Amor, que es eternamente creativo, fueron depositados en un recipiente al cual nada se puede añadir
    • Mientras el Dios revelado por Jesús sea Dios, nadie puede tener la palabra final sobre este Dios
    • La Palabra de Dios puede sorprendernos e instruirnos en cualquier lugar
    • La palabra "definitiva" de Dios en Jesús debe ser interpretada (en medio de las perspectivas múltiples y mutables de la historia) en diálogo con otras Palabras en la historia
  3. La palabra salvífica de Dios en Jesús no puede ser exaltada como insuperable, como si Dios no pudiese revelar más de su plenitud en otras formas o en otros tiempos.
    • Mantener que Dios haya proporcionado en Jesús una revelación que contendría la verdad de Dios de tal manera que no permitiría que algo más fuera dicho excluiría el papel del Espíritu Santo afirmado en el evangelio de Juan (16, 12-13)
    • Jesús no es la última cosa que Dios pueda planear para la historia y la encarnación de la Palabra en Jesús no representa la realización de la voluntad final de Dios (Jon Sobrino)

3 Los cristianos, fieles al testimonio del Nuevo Testamento, deben proclamar a Jesús como verdadera presencia salvífica de Dios en la historia: deben seguir proclamando el "verdaderamente". Este "verdaderamente" comporta:

El año 92 tuve que leer un comentario sobre Efesios de Schlier para preparar con Ferran Bonin el encuentro de “sacerdotes obreros de los países catalanes” (ahora hemos celebrado el veinte) y metí este recuadro:

Por ahora me gusta la intuición de evitar las divisiones entre los hombres por motivos religiosos, y para llegar a esta unión es necesario abandonar los principios más sagrados del grupo (es curioso que llegan a esta categoría los preceptos más identificadores del grupo, los más particulares, aunque en un principio no tuvieran nada que ver con Dios).
¿Quiénes serían hoy día los judíos? ¿Y los gentiles? ¿Qué habríamos de hacer para unirlos a todos en un destino común? ¿Cuáles son las cosas que nosotros, los cristianos, deberíamos estar dispuestos a dejar?
Quizás aquello mismo que permitió a un grupo de judíos abandonar la circuncisión: la afirmación de la “recapitulación de todas las cosas en Cristo". (Ef 1,10).

Y añadía:

La condición de posibilidad de que Jesús continúe “resucitado” en el mundo pluricultural e intercultural de hoy es que aceptemos el carácter temporal y geográfico de la expresión “hijo de Dios” y que renunciemps a exclusividades y a “manifestaciones de Dios” definitivas.
Nos es necesario renunciar a dos palabras que, en un tiempo, nos gustaron mucho: una es la de Efesios 1,10:

avnakefalaiw,sasqai
ta. pa,nta
evn tw/| Cristw/|(

...hacer la unidad
de todas las cosas
en el Mesías...

y la otra sería la de la Carta a los Hebreos (7,27), el escrito del Nuevo Testamento más revolucionario.

evfa,pax

el "semel" latino,
de una sola vez por todas

  1. La Palabra de Dios en Jesús es universal en la medida en que es experimentada como una llamada no sólo para los cristianos, sino para las personas de todos los tiempos
    • Insistencia de las múltiples tradiciones del nuevo Testamento de que las Buenas Noticias no son sólo para un grupo particular de fieles judíos, sino para todas las personas (Mt 28,19)
    • Diluir la universalidad de la pretensión de la verdad cristiana es violar el testimonio bíblico
    • Y es también violar la dinámica de toda verdad: lo que uno experimenta como verdad, no puede ser sólo verdad para él, debe [poder] ser verdad también para otros
    • Toda percepción de la verdad es siempre limitada y condicionada, pero debe ser "traducible" a otras limitaciones y condicionamientos
    • Como Gandhi descubrió, un hinduista puede encontrar una verdad convincente en los Evangelios, y Merton pudo decir lo mismo del Tao Te Ching y de los escritos de Chiang Tzu

  2. La revelación dada en Jesús es también decisiva: nos desafía y nos llama a cambiar perspectivas y conductas, cambio que muchas veces, si no siempre, nos aísla (decidere) de otras perspectivas y formas de vivir
    • Decir que Jesús es decisivo significa que él es normativo

      Según el testimonio del Nuevo Testamento, para los cristianos, Jesús tiene una relación normativa y esencial con el Reino universal de Dios para todos los hombres y mujeres... Las citas de la Escritura indican claramente la conciencia cristiana de que Dios se reveló a sí mismo en Jesús de Nazaret para manifestar su voluntad de salvar toda la humanidad de una manera decisiva y definitiva. (Schillebeeckx)

      En No Other Name? (1985) me opuse a una cristología que presentara a Jesús como la norma absoluta, final, plena e insuperable para todos los tiempos y todas las religiones. Hoy (1996), sin embargo, aunque afirme claramente que Jesús es, sí, normativo y universalmente normativo, continuo a cuestionar que él sea, o pueda ser, la única norma de esta misma cualidad

    • Una norma decisiva puede excluir algunas otras normas, pero no todas las otras normas. Es decisiva, pero no final e insuperable

      Si esta revelación es también normativa para otras religiones es otra cuestión… Los cristianos confiesan lo que, en su experiencia, Dios les hizo en Jesús de Nazaret. Pero esto no implica ningún juicio sobre cómo otras religiones experimentan la salvación. (Schillebeeckx)

    • Los cristianos pueden imaginar que Dios tiene más cosas a revelar a la humanidad, pero no pueden imaginar que tal revelación contradiga los componentes centrales de lo que ellos han encontrado en Jesús

      La Buena Nueva de Jesús define a Dios, pero no lo confina: revela lo que los cristianos sienten como esencial para un conocimiento verdadero de Dios, pero no proporciona todo lo que constituye este conocimeinto

    • Una comprensión de Jesús como el de aquél que transmite una palabra decisiva pero no total de Dios, posibilita a los cristianos a ser fieles a Jesús que quería que los que lo seguían auténticamente estuviesen abiertos para cualquier lugar y a cualquier persona por medio del cual se realizara el Reino
  3. Los cristianos proclaman la verdad dada a conocer en Jesús como indispensable: el mensaje de Jesús (experimentado como verdad no sólo para uno, sino para todos, y como verdad transformante de la vida de uno) es también automáticamente experimentado como algo "necesario", algo sin lo cual no conseguimos ver la riqueza de quién es Dios y de lo que Dios es capaz de hacer en el mundo
    • Conocer Jesús es sentir que los budistas, los hinduistas y los musulmanes también precisan conocerlo; reconocer y aceptar la verdad que él revela.
    • Cualquiera que sea otra verdad sobre lo Último o sobre la condición humana, existentes en otras tradiciones religiosas, esa verdad puede ser aumentada, esclarecida -tal vez corregida- por medio de un encuentro con la Buena Nueva transmitida por Jesús.
    • En su nivel más profundo, creer en Jesús como el Cristo es lo mismo que confesar y simultáneamente reconocer que Jesús tiene un significado permanente y constitutivo para el acceso al Reino de Dios y, también, para curar seres humanos retornándolos a su integridad. (Schillebeeckx)

    • Las personas de otros caminos religiosos son "incompletas" sin Cristo: Jesús, el Cristo, es necesario para que ellas tengan una mayor comprensión de la condición humana.
    • Eso no significa que esas personas sin Cristo sean imperfectas o inferiores a los cristianos, o perdidas sin Cristo.

    • De la misma manera, los cristianos deben estar profundamente abiertos a ser iluminados, completados y transformados por la Palabra dicha y encarnada en personas de otros caminos religiosos.
4 Jesús no es la verdad total, decisiva e insuperable de Dios, pero trae un (no el) mensaje universal, decisivo e indispensable.
  • Al no insistir ya en que Jesús es la única palabra salvífica de Dios, estamos abiertos a la posibilidad de que haya otras manifestaciones universales, decisivas e indispensables de la realidad divina además de la de Jesús.
  • La explicación del status de Jesús debe permitir la posibilidad de otras figuras religiosas de un status igual que también puedan revelar algo de Dios que sea normativo.
  • De hecho, si Dios es como revela Jesús (esto es, un salvador universal) debemos suponer que hay otras mediaciones históricas de esta salvación.

5 Jesús es una Palabra que sólo puede ser comprendida en diálogo con otras Palabras
  • Afirmar que Jesús es verdaderamente la Palabra de Dios es concederle un status que pertenece solamente a él; añadir que él es la Palabra de Dios, pero no únicamente él, es también ver este status en una relación con otras Palabras posibles.
  • Las afirmaciones de los cristianos de carácter único sobre Cristo no pueden entrar en conflicto con afirmaciones también únicas de otras religiones.
  • Los cristianos deberíamos esforzarnos tanto por compartir lo que es exclusivo al cristianismo como por apropiarnos lo que es exclusivo a otras tradiciones. (John Cobb)

  • La Verdad de Dios que Jesús nos transmite nos exige el estar abiertos a la verdad que todavía Dios tiene que revelar, por muy sorprendente o perturbadora que sea. Esta apertura a los otros es parte esencial de lo que significa "ser fiel" a Cristo.
  • Por fidelidad a Cristo es preciso estar abierto a los otros… Es preciso estar dispuestos a aprender, aunque lo que aprenda pueda amenazar mis creencia actuales… No puedo determinar cuán radicales serán los efectos de este aprendizaje… No puedo ni siquiera saber si, después de ser transformado por lo que aprenda, seguiré considerando mi fidelidad a Cristo como mi vocación, si seguiré siendo un cristiano. La apertura total quiere decir: estar preparados, por fidelidad a Cristo, a dejar la fidelidad a Cristo. (John Cobb)

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Miquel Sunyol

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2 octubre 2010
Actualizada: diciembre 2019
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