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¿JESÚS FUE AMIGO DE LOS POBRES
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Posiblemente algunos habéis entrado aquí engañados. Reconozco que el título puede inducir al engaño y venís pensando que os hablaré de Jesús, quizás algunos se hacen ilusiones de que el tema propuesto es Jesús de Nazaret.
No hablaré de Jesús porque no acostumbro a hablar de lo que no sé y -me atrevo a decir- de lo que no podemos saber.
Hablaré de lo que podemos saber y -dentro de mis capacidades- de lo que puedo saber de los evangelios. Nosotros, en nuestra investigación sobre Jesús de Nazaret, tenemos una frontera, la que nos marcan los evangelios. Sólo sabemos lo que los evangelios dicen de Jesús. Y aquí, si somos prudentes, nos hemos de detener.
Esta frase ("De Jesús de Nazaret sólo sabemos lo que los evangelios nos dicen de Jesús") necesitaría algunos matices, pero creo que para el tema ahora propuesto es suficientemente correcta.
Dejadme precisar un poco más. Cuando digo "evangelios" no quiero decir "Mateo, Marcos, Lucas, Juan (y con eso no quiero negar que cada uno de estos textos tenga su individualidad, su singularidad, su teología). Cuando digo "evangelios" quiero referirme a los "documentos" que dieron origen a los evangelios actuales.
Uno de ellos, un relato o narración de la pasión (prescindo ahora si sería necesario precisar un poco más el título de esta narración), que fue seguido por Marcos y Juan. Este último evangelio (el que llamamos de Juan), que hasta ahora había corrido las etapas de la carrera "a su bola", ahora, en esta última etapa, se pone a correr con el grupo, demostrando siempre, que si quiere, puede ir a la suya. Esta primitiva narración de la pasión comenzaría, según el orden de Juan, con el relato de la unción en Betania.
No es ahora el momento de preguntarnos cómo los autores de los evangelios de Marcos y Juan lo encontraron ni de qué manera lo utilizaron.
También sabemos (mejor dicho, suponemos) que la versión de Marcos fue seguida por Mateo y Lucas (éste último tomándose unas cuantas libertades para borrar y añadir)
El relato de la Pasión
¿Historia recordada?
¿Profecía historizada?
Segundo documento: el relato, más bien narrativo, que encontramos en Marcos, desde el bautismo de Jesús a la última semana en Jerusalén, que fue "copiado", independientemente el uno del otro, por Mateo y Lucas, que ha dado lugar a la expresión de "evangelios sinópticos".
Tercer documento: el llamado Documento Q (que algunos llaman "Evangelio Q"): todo aquello que es común a Mateo y Lucas y que no se encuentra en Marcos.
Si quieres saber más...
El Documento Q
El documento joánico y aquellas partes que son propias de Mateo y Lucas. Y no olvidemos los evangelios de la infancia (en Lucas y Mateo) que, a pesar de hablarnos de ángeles y de vírgenes, de pastores y reyes, de magos de Oriente y estrellas, de matanzas de niños y de huidas, también nos quieren hablar de Jesús.
Pero hoy, si queremos dar una respuesta a la pregunta propuesta, no podemos dedicar más minutos a hablar de estos documentos ni tampoco intentaremos dar una respuesta a una posible pregunta: ¿cuál de estos documentos es más apropiado para conocer a Jesús de Nazaret?
Entre todo este material evangélico y Jesús debemos poner una distancia: yo exijo esta distancia. Alguna vez he hablado de los 9 metros que piden los futbolistas. En teoría, todos estamos de acuerdo en pedir "distancia" (esta distancia entre el Cristo de la fe y el Jesús de la historia), pero, en la práctica, unos piensan que con el centímetro que nuestras madres guardaban en el costurero ya tienen bastante; otros creen que ya es suficiente el metro extensible guardado en la caja de herramientas; algunos pedirán la cinta métrica de veinte metros de albañiles y aparejadores. No faltará quien pida un teodolito, aquel aparato que a veces vemos que utilizan los que construyen nuevas carreteras. Y también habrá quien dirá que no vale la pena marcar distancias, que nunca llegaremos a dar el salto.
A principios del siglo pasado, existió un hombre honesto y consecuente: después de repasar todas las vidas de Jesús que se habían escrito, además de constatar que cada uno fabricaba su propia historia de Jesús, se dio cuenta que Jesús se había equivocado en su espera de un Reino de Dios inminente. Cerró los libros de teología, agarró algunos de medicina, hizo las maletas y se fue al Africa a curar "negritos". Ciertamente él no utilizaría la palabra "negritos"; él hablaría de "víctimas" de la colonización europea. El año 1952 recibió el Nobel de la Paz. Era Albert Schweitzer.
Adolf Harnack, ya en 1874, intituló así su tesis de habilitación en Berlín: "Vita Jesu scribi nequit" (Es imposible escribir la vida de Jesús).
Mantener las distancias
entre Jesús y los evangelios
Y estos últimos tienen sus razones: basta que presenten el listado de las posibles figuras de Jesús que los exegetas -cada uno de ellos una autoridad en la materia-, después de muchos años de estudio, nos van presentando, que pueden ir desde el judío revolucionario antiimperialista hasta un maestro de sabiduría, pasando por la figura del sanador o la de un fariseo liberal de la escuela de Hilel.
Las investigaciones en torno al Jesús histórico se están convirtiendo en una especie de chiste malo de eruditos.... Nos encontramos con una enorme cantidad de eruditos competentes, incluso eximios, que se dedican a presentar imágenes de Jesús a cual más variada.
Baste un ejemplo. [...] Daniel J. Harrington (1987) [...] presenta una "breve descripción de las diversas imágenes de Jesús propuestas en los últimos años por siete especialistas distintos, cuyas diferencias estriban en los diversos enfoques del mundo judío en el que han decidido situar la imagen que, según ellos, correspondería al Jesús histórico.
S.G.F. Brandon (1967) nos presenta a un Jesús con los arreos de un revolucionario en la esfera política. En Morton Smith (1978) Jesús aparece como un mago; en Geza Vermes (1981, 1984) como un individuo carismático de Galilea; en Bruce Chilton (1984) es un rabino galileo; en Harvey Falk (1985) es un hilelita o protofariseo y también un esenio; y en E.P. Sanders (1985), un profeta escatológico.
A la hora de intentar estudiar la figura de Jesús sobre el fondo del mundo que le era propio, es decir el judío, da la impresión de que pueden surgir tantas figuras como exegetas.
John Dominic Crossan
Jesús: Vida de un campesino judío
Pág. 23-24
Versió original: 1991
El paso de los años, con autores como Marcus Borg (1984) o Richard Horsley (1987) y otros que John Crossan no puede citar, no han reducido la variedad de imágenes del Jesús histórico.
La lista de
Larry W. Hurtado
Así, pues, con vuestro permiso, no tendré la pretensión de hablar de Jesús de Nazaret (del cual no sabemos qué podemos saber de él), sino de lo que los diversos documentos evangélicos dicen de Jesús.
Vayamos ya a una lectura de los evangelios. Y, como dice el programa, hagamos una "lectura imparcial".
Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat 10 ener 2014 |
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Y al margen de lo que se plantee como el mensaje y la intención de Jesús
Larry W. Hurtado
Señor Jesucristo
La devoción a Jesús en el cristianismo primitivo
Pàg.77
Ediciones Sígueme