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Este año nos ha acompañado como "predicador" en nuestros días de oración, reflexión y lectura en Lamiarrita, la casona del valle del Baztan, Gonzalo Haya Prats, autor -entre otros libros- de Lo que creo que creo, publicado el 2010. Las reflexiones que siguen no tienen su origen en lo que se puede leer en este libro, sino en lo que fui escuchando de él en aquellos días.
Todos sabemos que el valor de las palabras (sobre todo si éstas son adjetivos) es muy relativo. Hay quienes (ya sean investigadores, exegetas, teólogos, sacerdotes preocupados por la predicación, catequistas, cristianos con el virus de la "fides quaerens intellectum" del que ya hablaba san Anselmo (la fe que busca su comprensión), se consideran "honestos" y su "honestidad" no les pone ninguna traba a la hora de hablar de Jesús de Nazaret, y así te pueden explicar lo que Jesús dijo, hizo, pensó, hablar de su evolución interior y de sus experiencias espirituales...
Otros también se consideran "honestos" y su "honestidad" les impide sobrepasar ciertos límites. Estos solamente llegarán a decir: "Tal documento evangélico dice que Jesús...".
Pongamos algunos ejemplos. Ante el texto de Lc 4, 16-22, presentación de Jesús en la sinagoga de Nazaret en donde se recuerda un texto del profeta Isaías (Is 61, 1ss)
NO ES HONESTO DECIR QUE... | ES HONESTO DECIR QUE... |
...Jesús recortó el texto de Isaías y no quiso anunciar "el día de venganza de nuestro Dios" | ...el material propio del evangelio de Lucas dice que Jesús recortó el texto de Isaías y no quiso anunciar "el día de venganza de nuestro Dios". |
Podéis recordar:
Mantener las distancias
entre Jesús y los evangelios
Al presentar el episodio de la mujer pagana que ruega a Jesús por la curación de su hija, que encontramos en el evangelio de Marcos (7, 24-30) y de Mateo (15,l 21-28)
NO ES HONESTO DECIR QUE... | ES HONESTO DECIR QUE... |
...Jesús cambió su actitud hacia los paganos. | ...el evangelio de Marcos y el de Mateo dicen que Jesús cambió su actitud hacia los paganos. |
Este episodio, muy probablemente, es la respuesta a un problema que surgió durante la expansión del "cristianismo" entre la población no judía de la cuenca del Mediterráneo, problema que todavía no existía en tiempos de Jesús. Este problema suscitó "un altercado (sta,sewj) y una disputa no pequeña (zhth,sewj ouvk ovli,ghj)" en la comunidad de Antioquía.
No creo que la palabra "cristianismo" sea apropiada en este momento de la historia.
Una pregunta que nos podemos hacer. ¿Cómo es que en la reunión de Jerusalén (Ac 15, 6-29) nadie se acordó ni de Jesús ni de esta mujer, cananea (según Mateo), griega de origen sirofenicio (según Marcos).
Y también esta otra pregunta: ¿Cómo es que en el Concilio de Jerusalén nadie se acordó de "Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo", palabras que el evangelio de Mateo (Mt 28, 19) atribuye al Jesús resucitado?
Podéis recordar:
Según una lectura imparcial de los evangelios
Al querer dar una visión global de la figura de Jesús
NO ES HONESTO DECIR QUE... | ES HONESTO DECIR QUE... |
...Jesús no era un "nacionalista". | ...debemos dejar abiertas todas las posibilidades que se daban en aquel momento histórico, que cada vez podemos conocer mejor. |
Ya hace un par de años que, en diálogo con José Manuel Mauri, decía:
No seré yo quien infravalore todo el fruto de los esfuerzos de estas "nuevas búsquedas" (second quest, third quest, sin olvidar la first quest), pero ellas nos dan conocimientos sobre el "entorno de Jesús y su tiempo" (como tú dices muy bien: "investigación sobre el judaísmo y mundo judío del siglo I: social, político, económico, cultural, aportaciones de la geología, etcétera"). Supongo que en este "etcétera" incluyes también las investigaciones arqueológicas entre otras...
Conocer este entorno es ya una muy buena ayuda, pero -yo diría- que es una ayuda "negativa", en el sentido que no nos permite imaginarnos a Jesús como un personaje inimaginable en su mundo. En este entorno, que hoy día conocemos mejor que ayer, ¿era imaginable la figura del "sanador"? Sí; entonces Jesús de Nazaret hubiera podido ser un sanador. ¿En aquel entorno era imaginable la figura de un caudillo revolucionario? Sí; entonces Jesús de Nazaret hubiera podido ser un revolucionario. En este entorno, para poner tres posibilidades de las muchas imaginables, ¿era imaginable un "maestro de sabiduría"? Sí; entonces Jesús hubiera podido ser un maestro de sabiduría.
Podéis recordar:
Los límites de la investigación histórica moderna
Yo diría que utilizar la palabra "nacionalista", en referencia a Jesús, no es muy apropiado. Más bien, es querer dejar caer un mensaje: un seguidor de Jesús, hoy día, no puede ser nacionalista, ignorando que "hacer memoria" no es copiar, imitar, repetir.
Afirmar, ya desde el primer momento, que Jesús no era "nacionalista" es ignorar toda la carga teológica de la llamada de Judas el Galileo al pueblo, cuando el año 6 dC., al ser destituido Arquelao, Judea pasó a depender directamente de Roma y se vio sometida al tributo romano. Ignorancia en la que no cayó un hombre de derechas como era José ben Matías, conocido más tarde como Flavio Josefo, quien a pesar de vivir a expensas de la familia de los Flavios (los conquistadores de Jerusalen), no abandonó nunca su religión judía.
Afirmar que Jesús no era "nacionalista" es negar, sin tener razones objetivas (otra "deshonestidad"), que el fundamento teológico de la predicación de Jesús no fuera el mismo que el de Judas el Galileo (tij avnh.r Galilai/oj VIou,daj o[noma), a quien Flavio Josefo designa como "doctor" (sofisth,j).
Flavio Josefo también nos dice que este "doctor" galileo "incitó el pueblo a la revuelta (eivj avpo,stasin), recriminándolos que aceptaran pagar tributos (telei/n fo,non) a los romanos y que soportaran obedecer, además que a Dios, a señores mortales (qnhtou.j despo,taj).
Recordemos que el evangelio de Lucas (23, 2) es el único que nos dice que la acusación de los judíos contra Jesús delante de Pilato es de "amotinar a nuestro pueblo, prohibiendo pagar tributos al César". Otro punto de contacto entre la obra histórica de Flavio Josefo y el evangelio de Lucas.
Recordem que l'evangeli de Lluc (23, 2) és l'únic que ens diu que l'acusació dels jueus contra Jesús davant de Pilat és de "revoltar el nostre poble, prohibint de pagar tributs al Cèsar". Un altre punt de contacte entre l'obra històrica de Flavi Josep i l'evangeli de Lluc.
Es interesante y digno de elogio hacer un estudio lingüístico de los evangelios, pero...
NO ES HONESTO DECIR QUE... | ES HONESTO DECIR QUE... |
...el lenguaje de Jesús era de esta manera y no de esta otra. | ...el lenguaje que cada uno de los documentos evangélicos atribuye a Jesús es de esta manera y no de esta otra. |
Si el lenguaje que el evangelio de Juan atribuye a Jesús es inventado por el autor de este evangelio, ¿no podríamos decir lo mismo del lenguaje que los otros evangelistas atribuyen a Jesús? Y supongo que, puestos a hacer un estudio riguroso y serio del "lenguaje de Jesús", deberíamos diferenciar entre el lenguaje que le atribuye el documento de Marcos y el que le atribuye el Documento Q. (Este tema no lo tengo estudiado).
Y si alguien quisiera hacer una tesis doctoral sobre el "lenguaje de Jesús" debería estudiar también el lenguaje que el evangelio de Tomás atribuye a Jesús.
Si ninguno de los documentos evangélicos que fueron integrados (de una manera o de otra) en los cuatro evangelios canónicos nos quiere dar una "noticia histórica" de cómo Jesús había vivido hasta "aquellos días en que Jesús llegó desde Nazaret de Galilkea y Juan lo bautizó en el Jordán"
NO ES HONESTO DECIR QUE... | ES HONESTO DECIR QUE... |
...Jesús había trabajado de "carpintero", aunque sea en el sentido amplio que la palabra griega "o` te,ktwn" puede ofrecer. | ...debemos dejar a la libre imaginación de cada uno la manera de cómo Jesús vivió hasta su ida al Jordán. |
Los llamados evangelios de la infancia de Mateo y Luca no nos quieren dar ninguna "noticia histórica" sobre Jesús.
La expresión "carpintero" (Mc 6, 3), "hijo de carpintero" (Mt 13, 55) puede tener un sentido metafórico, desconocido por muchos exegetas actuales, pero que Orígenes (exegeta del siglo III) no ignoraba, y así podía afirmar, en su refutación Contra Celsum, que "Jesús no aparece como carpintero en ningún lugar de los evangelios recibidos por la iglesia".
Podéis recordar:
¿Carpintero?
¿Hijo de carpintero?
No es necesario
alargar ya más
este listado
de "deshonestidades"
de un teólogo "honesto".
Hace un par de años un buen amigo de Cartagena (uno de los primeros jesuitas que participaron en la "aventura" de los curas obreros) me pasó un libro de un autor español que yo desconocía, Alfredo Fierro, y que ya estaba escrito desde el año 2012, publicado por la editorial Trotta con el título después de cristo.
Al irlo leyendo, sorprendido, me iba diciendo: "Este señor me está copiando".
Quien no tiene ningún peligro de copiarme es Pagola ni tampoco José Mª Castillo. Ni JJ. Tamayo.
Algunos de los párrafos "copiados" podrían ser estos:
No es seguro que haya dioses. Tampoco es muy seguro que Jesús de Nazaret haya existido; o, más bien, no es seguro, sino altamente improbable, que haya existido según suele narrarse. Ha habido y hay quienes niegan su existencia histórica. Sería Jesús un personaje enteramente de leyenda, ajeno del todo a la historia, una ficción piadosa construida inicialmente por Pablo de Tarso y por los evangelistas.
Bien seguro es, sin embargo, que, si existió y vivió, ha muerto. El único contenido verosímil del credo cristiano es el de "crucificado, muerto y sepultado". De él cabe arrancar como de núcleo sólido. Como dato también firme, hay que tomar que, si Jesús vivió, el curso de su vida y su muerte sucedieron hace dos mil años en tierras de Galilea y Judea.
Hubo en tiempos del emperador Tiberio un galileo, recordado con el nombre de Jesús, que predicó en tierras hoy de Palestina e Israel y que acabó ejecutado. Cabe dar por sólidos y ciertos estos escuetos datos. Pero de él se sabe poco con seguridad histórica genuina. El mencionado Jesús es, casi seguro, un personaje real, no de ficción, pero, en rigor, sin historia; sí, en cambio, con mucha memoria y leyenda a cuenta suya, con la que a lomos de la fe ha cabalgado veinte siglos y llegado hasta hoy. Ha llegado, sin embargo, muy escaso de noticias rigurosamente históricas, tan escaso que, al empezar a escrutarse en época moderna su vida y doctrina con lupa crítica, ha tenido cabida la sospecha de que acaso ni siguiera haya existido: que sea pura y simple leyenda.
Los evangelistas son demasiado entusiastas con Jesús para poderles aceptar como narradores fidedignos… El fervor jesuádico, por si sólo, no descalifica a los evangelistas como informadores. Tampoco bastaría para desconfiar de ellos la casi segura circunstancia de no haber conocido en persona a Jesús. Lo que mueve a recelar en sus relatos es que a los hechos los rodean de lo maravilloso inverosímil. En cuanto a la doctrina que presentan como de Jesús, más bien parece haber sido en buena medida la del judaísmo más piadoso vigente por entonces, o bien, en otra dirección temporal, la de los propios cristianos hacia el último tercio del siglo I.
Acerca de Jesús, quedan, pues, nada más los evangelios: escritos hagiográficos, catequísticos, para animar a la fe en la misión salvadora de Cristo, algo que rebaja mucho su fiabilidad histórica. Cualquier acercamiento a su figura ha de comenzar por declarar que no se cuenta con informes en todo fidedignos. Toda la información proviene de adeptos suyos.
Con alta probabilidad, rayana en la certeza, puede afirmarse que Jesús existió, predicó y fue ejecutado… Quizás con más claridad que Juan predicó un reino de Dios, pero sobre la naturaleza de este reino, sólo cabe aventurarse en conjeturas probables o simplemente verosímiles.
La imposibilidad de bosquejar una vida de Jesús, ni siquiera en su vida adulta de predicador, apareció muy pronto con la crítica histórica y filológica de los textos bíblicos. Esta crítica comienza a finales del siglo XVII… Algunos estudiosos niegan que haya existido.
Después de Albert Schweitzer (Historia de la investigación de la vida de Jesús, 1913) ha sido ya imposible trazar una vida de Jesús. Ningún estudioso honesto y de veras independiente lo ha intentado siquiera. Por eso mismo, merece entero crédito una de sus conclusiones en páginas finales: "La existencia histórica de Jesús es muy probable, mientras que resulta muy improbable lo contrario".
Los manuscritos de Qumrán han sido de extraordinaria utilidad para conocer el entorno social y religioso de Jesús, y así, de manera indirecta, a Jesús mismo. Ellos otorgan verosimilitud a su figura y doctrina, al precio, empero, de detraerle originalidad, con lo que, lejos de respaldar la singularidad de Jesús, la socavan. Por lo demás, no han removido un ápice la tesis común, crecientemente sólida desde mediados del siglo XIX: no es posible una biografía rigurosa de Jesús, tampoco para el tiempo de su vida pública. El saldo de la investigación a día de hoy es que no hay acceso fiable al Jesús real, el de la historia, el que probablemente vivió, predicó y fue crucificado.
Pese a la certeza de que Jesús fue ejecutado, es imposible cerciorarse del modo concreto en que eso sucedió: no necesariamente según lo cuentan los evangelios.
Alfredo Fierro
Después de Cristo
Pág 9-22 (fragments)
Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat 15 septiembre 2014 |
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