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Resumo unas páginas del libro de Roger Haight, Jesus, symbol of God, que muy posiblemente puede estar en la buena dirección ya que ha caído en las sospechas y condenas de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.
Aparecido en 1999, ha sido publicado por Editorial Trotta el año 2007 con el título Jesús, símbolo de Dios. Las páginas resumidas son 185-193 y 272-273 de esta edición.
Si quieres ver la Notificación de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (13 dic 2004). A principios de 2009 le fue prohibido enseñar teología sistemática en qualquier universidad, católica o no. Le permiten que se dedique a la espiritualidad ignaciana. Más información
¿Qué entendemos por "personificación"?
Ejemplos en el Antiguo Testamento: la Sabiduría, el Verbo (la Palabra), el Espíritu
En el libro de los Proverbios encontramos tres pregones o discursos de la Sabiduría: 1, 20-33; 8, 1-11; 9, 1-6. Podemos leer un extracto del segundo (Pro 8, 1-11).
Prov 8 | Os llamo a todos vosotros
mi voz es para todos. Los inexpertos, aprended sagacidad, los necios, adquirid juicio. Escuchad, que hablo sin rodeos, abro los labios con sinceridad, mi paladar repasa la verdad y mis labios aborrecen el mal. Yo, la Sabiduría, soy vecina de la Sagacidad y busco la compañía de la Reflexión. Quien venera al Señor odia el mal. Yo detesto el orgullo y la soberbia, el mal camino y la boca falsa Yo poseo el buen consejo y el acierto, son mías la prudencia y el valor; por mí reinan los reyes y los príncipes dan leyes justas; por mí gobiernan los gobernantes y los jueces dan sentencias justas Yo amo a los que me aman y los que madrugan por mí, me encuentran. yo camino por sendero justo, por las sendas del derecho. El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas. En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra. Antes de los océanos fui engendrada, antes de los manantiales de las aguas. Todavía no estaban encajados los montes, antes de las montañas fui engendrada. No había hecho aún la tierra y la hierba ni los primeros terrones del orbe. Cuando colocaba el cielo, allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda sobre la faz del Océano; cuando sujetaba las nubes en la altura y fijaba las fuentes abismales. Cuando ponía un límite al mar, y las aguas no traspasan su mandato; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él como un aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia jugaba con la bola de la tierra, disfrutaba con los hombres. Por tanto, hijos míos, escuchadme: dichosos los que siguen mis caminos; escuchad mis avisos y seréis sensatos, no los rechacéis. Dichoso el hombre que me escucha, velando en mi portal cada día, guardando las jambas de mi puerta. Quien me alcanza, alcanza la vida y goza del favor del Señor. Quien me pierde, se arruina a sí mismo; los que me odian aman la muerte. |
El autor de este himno ha creado una figura literaria, la Sabiduría, dándole como una personalidad, como una existencia propia, pero no es otra cosa que un atributo de Dios, la sabiduría de Dios, la cual no tiene ninguna existencia individualizada. El autor sabe (y los lectores de su tiempo eran conscientes) que había creado una figura literaria, utilizando un lenguaje simbólico para hablar sobre Dios. No había un Dios que "ponía un límite al mar y asentaba los cimientos de la tierra" y otro ser real que "todo el tiempo jugaba en su presencia". Únicamente había un Dios que "colocaba el cielo y trazaba la bóveda sobre la faz del Océano", con toda su sabiduría: "Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría", dice el salmista 104,24).
Los atributos personificados divinos eran los modos básicos y normales para referirse a los poderes y actividades de Dios. Era una práctica lingüística judía normal personificar una cualidad de Dios y describirla como un agente de ese mismo Dios. Concebir el Espíritu, la Sabiduría, la Palabra como una expresión literal de entidades divinas "es malentender este tipo particular del lenguaje religioso antiguo de los judíos".
Roger Haight se hace eco de una afirmación de otro investigador, James D. G. Dunn, el cual asegura "no haber encontrado en la tradición judía anterior a Jesús consideración alguna de la Sabiduría como una hipóstasis o entidad divina, pues ello no tendría cabida en el monoteísmo judio" (Christology in the Making: A New Testament Inquiry into the Origins of the Doctrine of the Incarnation, 1980).
¿Qué pasó después? Por ignorancia del lenguaje religioso simbólico, esta personificación, esta figura literaria que no tenía ninguna existencia real, fue interpretada como un ser existente con una individualidad propia.
Es erróneo entender este lenguaje de la Sabiduría como expresiones descriptivas que cuentan la historia de un ser divino que desciende para convertirse en Jesús. Comprender este lenguaje como si describiera un ser que está "en el ámbito del Creador en la distinción entre creador-criatura" es interpretar mal la clase de expresiones utilizadas aquí.
La génesis del problema de la relación de Jesús con Dios radica en haber hipostasiado un lenguaje simbólico sobre Dios:
Los símbolos que se encuentran en las Escrituras y que se refieren a Dios (como la Sabiduría, el Verbo, el Espíritu…) no son hipóstasis, sino personificaciones (Pág. 272).
Dentro del pluralismo de las interpretaciones sobre Jesús (realmente diferentes) que los autores del Nuevo Testamento dieron y que fueron transmitidas por las diversas comunidades durante los primeros tiempos del cristianismo, algunos relacionaron a Jesús con la figura de la Sabiduría: existía ya una tradición activa y viva sobre la Sabiduría en la Palestina del siglo I, y esta tradición proporcionó el lenguaje en el cual algunos de los seguidores de Jesús formularon su experiencia y lo interpretaron.
"Cristologías de la Sabiduría" las encontramos
Lo que ocurre en el desarrollo de esta cristología de la Sabiduría es evidente:
"Lo que el judaísmo dijo de la Sabiduría, los cristianos que componían himnos y los autores de epístolas lo dicen ahora de Jesús"
Elizabeth A. Johnson
Jesus, the Wisdom of God
A Biblical Basis for Non-Androcentric Christology
1985
Miremos, por ejemplo, el himno de la carta a los Colosenses: http://www.fordham.edu/site/scripts/google_results.php?q=Elisabeth+A.+Johnson
Col 1,15 | o[j evstin eivkw.n tou/ qeou/ tou/ avora,tou | |
Sv 7 | avpau,gasma ga,r evstin fwto.j avi?di,ou
kai. e;soptron avkhli,dwton th/j tou/ qeou/ evnergei,aj kai. eivkw.n th/j avgaqo,thtoj auvtou |
Col 1,15 | prwto,tokoj pa,shj kti,sewj | |
Prov 8,22 | ku,rioj e;ktise,n me avrch.n o`dw/n auvtou/ eivj e;rga auvtou/ | |
También: | ||
Sir 24.9 | Antes que los tiempos comenzaran, me creó | |
pro. tou/ aivw/noj avpV avrch/j e;ktise,n me |
Col 1,16 | evn auvtw/| evkti,sqh ta. pa,nta | |
Prov 3, 19 | o` qeo.j th/| sofi,a| evqemeli,wsen th.n gh/n | |
También | ||
Sv 8,4 | Seleccionadora de las obras de él | |
ai`reti.j tw/n e;rgwn auvtou/ | ||
Sv 8,6 | Si nuestra inteligencia es eficaz,
¿no lo será más todavía la Sabiduría que es el artífice de toda cosa? |
|
eiv de. fro,nhsij evrga,zetai
ti,j auvth/j tw/n o;ntwn ma/llo,n evstin tecni/tij |
||
Sal 104,24 | Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría. |
|
w`j evmegalu,nqh ta. e;rga sou ku,rie
pa,nta evn sofi,a| evpoi,hsaj |
Otra cristología, dentro del pluralismo antes mencionado, es la que, originada en los círculos joánicos, interpretó a Jesús a la luz del Logos/Palabra de Dios, como es manifiesto en el prólogo del evangelio de Juan.
1 | Al principio existía la Palabra. | VEn avrch/| h=n o` lo,goj( |
La Palabra estaba con Dios,
y la Palabra era Dios. |
kai. o` lo,goj h=n pro.j to.n qeo,n(
kai. qeo.j h=n o` lo,gojÅ |
|
2 | Ella estaba con Dios al principio | ou-toj h=n evn avrch/| pro.j to.n qeo,nÅ |
3 | Mediante Ella se hizo todo,
sin Ella no se hizo nada de lo hecho. |
pa,nta diV auvtou/ evge,neto(
kai. cwri.j auvtou/ evge,neto ouvde. e[nÅ o] ge,gonen |
14 | La Palabra se ha hecho carne
y ha habitado entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria de Hijo único del Padre, lleno de gracia i de verdad. |
Kai. o` lo,goj sa.rx evge,neto
kai. evskh,nwsen evn h`mi/n( kai. evqeasa,meqa th.n do,xan auvtou/( do,xan w`j monogenou/j para. patro,j( plh,rhj ca,ritoj kai. avlhqei,ajÅ |
Los versículos 1 i 14 están relacionados:
La Palabra existía | La Palabra se ha hecho |
La Palabra estaba con Dios | La Palabra habitó entre nosotros |
La Palabra era Dios | La Palabra se ha hecho carne |
Este Logos/Palabra era al principio el agente de la creación divina. La tradición judía sabía que la creación la había hecho Dios con su palabra
Gen 1,3 | Y Dios dijo: Que exista la luz
Y la luz existió. |
|
Sal 33,6 | El Señor hizo el cielo con la palabra
y con el aliento de su boca todas sus estrellas |
|
Sal 33,9 | A una palabra suya, todo comenzó;
por una orden suya, todo existió. |
|
Sv 9,1 | Dios de los padres y Señor del universo,
que has hecho el universo con tu palabra. |
y también sabía que el Logos/Palabra era la causa de la creación, ya que en muchos sentidos hacía las mismas funciones que la Sabiduría. El judío Filón de Alejandría (~13 aC - ~50dC), en su obra La creación del mundo, habla del Logos como del agente divino por el cual fue creado el universo
Cuando Dios quiso producir este nuestro mundo visible, formó antes que nada el mundo inteligible, para que, utilizando un modelo incorporal próximo a la figura divina, elaborara el mundo corporal, nueva representación del anterior, mundo destinado a contener tantas especies sensibles como el primero contenía de inteligibles (16)
...así tampoco aquel mundo constituido por ideas no se podría encontrar en ningún otro lugar que en el Logos divino, el que ha organizado estas realidades (20)
Si alguien quisiera utilizar una terminología más ajustada, diría que el mundo inteligible es el Logos de Dios en el acto de crear el mundo (25)
Comentario de Josep Montserrat i Torrens
Las ideas están en la mente de Dios. Esta mente, en tanto que es el lugar de las ideas, es el Logos. El Logos es el elemento activo y formal de la actividad creadora de Dios, y su influjo se extiende a todas las cosas a través de las rationes seminales, cuando no es el mismo Logos quien es llamado spermatikós.
En su calidad de principio de la creación, el Logos es instrumento de Dios, y como configurador de todas las realidades extradivinas es un Logos tomeús o divisor, es decir, organizador del mundo en un conjunto ordenado de géneros y de especies.
Volvamos a Roger Haight:
James Dunn está convencido de que el Logos en Filón no es una entidad real o distinta que actúa como intermediario de Dios, sino una metáfora de Dios que actúa sobre el mundo (The Making of Christology).
Pero en el prólogo del evangelio de Juan, el Logos/Palabra ya aparece como distinto de Dios (estaba con Dios), compartiendo el ser divino (era Dios), pero no era ni el Padre ni Yahvé, ni había dos dioses. Los primeros versículos del prólogo dan justamente la impresión de que tal personificación se ha individualizado o hipostasiado
Quien en la tradición sapiencial, metafóricamente, estaba al lado de Dios como "un aprendiz, todo el tiempo jugando en su presencia", ya se ha apropiado ahora de una entidad propia, distinta de Dios (pero divina). Esto abre la posibilidad de la teoría de la encarnación: de esta entidad divina que no es el Padre ni Yahvé, anterior a toda creación, con una existencia propia, se podrá afirmar -sin romper el monoteísmo judío- que "se ha hecho carne", que "ha habitado entre nosotros".
El prólogo de Juan presenta, a pesar de su paralelismo con otras cristologías sapienciales, una cristología nueva y peculiar: es la primera cristología de la encarnación en tres etapas (preexistencia, existencia terrenal, nueva existencia glorificada)
...en la cual se identifica a Jesucristo como un ser que preexistía como Logos/Sofía personal y que, como un sujeto que no pierde su identidad, se hizo un ser humano
Y esta identificación creó un problema...
Tuvo lugar un paso importante cuando una personificación se transformó en una hipostasis, es decir, cuando lo que era una figura del lenguaje no se entendió como tal, sino como una referencia a un "ser real". La Sabiduría no era ya un símbolo lingüístico que hacía referencia oblicuamente a un atributo de Dios, sino un ser real; el Logos ya no era una figura del lenguaje sino un ser distinto; el Espíritu no era ya un ejercicio constructivo de la imaginación poética humana, una descripción metafórica de las acciones de Dios como el poder invisible del viento, sino que se entendió de un modo literal. Hipostasiar al Logos y a la Sabiduría preexistentes crea un problema. Mientras el Logos y la Sabiduría permanecen como lo que eran al principio, personificaciones, es decir, figuras del lenguaje utilizadas para decir algo sobre Dios, tiene sentido decir que la sabiduría de Dios se actualizó en Jesús, y que éste encarna la sabiduría de Dios. Pero cuando se entiende al Logos como una realidad en sí misma, distinta del Padre pero de algún modo divina, y que como una entidad divina se ha encarnado, se está profiriendo una afirmación muy distinta. Este lenguaje se asemeja al modo de pensar de la cultura politeísta a la que le eran familiares las jerarquías de entidades divinas que poblaban el mundo invisible. ¿Era Jesús la encarnación de un "segundo Dios"?
Los habituales lectores de esta web ya conocen la invitación que hago a mis posibles oyentes o lectores a reabrir todas las suspicacias y sospechas que la "gran iglesia" mantuvo durante muchos años delante de este evangelio "lindante con la herejía" y también conocen mi petición de que la iglesia repare -aunque los incalculables daños producidos por este evangelio ya no tienen posible reparación- su "error histórico" al darle entrada en el canon del Nuevo Testamento. (Estas líneas son prueba de que he leído la presentación de J.O. Tuñí al libro de E. Käsemann, El Testamento de Jesús)
Para los que quieran mantenerse fieles
al sentido inmutable de los dogmas
Ver sobre este punto lo que dice
la Congregación para la doctrina de la fe
Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat 28 febrero 2010 Última actualización: febrero 2016 |
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El himno de la carta a los Filipenses (2, 6-11)
6 | El cual, aunque tenía la forma de Dios
no retuvo ávidamente el ser igual con Dios, |
o]j evn morfh/| qeou/ u`pa,rcwn
ouvc a`rpagmo.n h`gh,sato to. ei=nai i;sa qew/|( |
7 | sino que despojándose a sí mismo
tomando la condición de esclavo, se hizo semejante a los hombres, haciéndose uno de tantos |
avlla. e`auto.n evke,nwsen
morfh.n dou,lou labw,n( evn o`moiw,mati avnqrw,pwn geno,menoj\ kai. sch,mati eu`reqei.j w`j a;nqrwpoj |
8 | se abajó
obedeciendo hasta la muerte, y muerte de cruz |
evtapei,nwsen e`auto.n
geno,menoj u`ph,kooj me,cri qana,tou( qana,tou de. staurou/Å |
9 | Por eso Dios lo encumbró sobre todo
y le concedió el título que sobrepasa todo título |
dio. kai. o` qeo.j auvto.n u`peru,ywsen
kai. evcari,sato auvtw/| to. o;noma o. u`pe.r pa/n o;noma( |
10 | de modo que a ese título de Jesús
toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo |
i[na evn tw/| ovno,mati VIhsou/
pa/n go,nu ka,myh| evpourani,wn kai. evpigei,wn kai. katacqoni,wn |
11 | y toda boca proclame
que Jesús, el Mesías, es Señor para gloria de Dios Padre |
kai. pa/sa glw/ssa evxomologh,shtai
o[ti ku,rioj VIhsou/j Cristo.j eivj do,xan qeou/ patro,jÅ |
El himno de la carta a los Colosenses (1, 15-20)
15 | Él es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda la creación |
o[j evstin eivkw.n tou/ qeou/ tou/ avora,tou(
prwto,tokoj pa,shj kti,sewj( |
16 | porque en él fueron creadas todas las cosas
en el cielo y en la tierra, lo visible e invisible, Tronos o Dominaciones, Principados o Potestades, todas las cosas fueron creadas por él y para él |
o[ti evn auvtw/| evkti,sqh ta. pa,nta
evn toi/j ouvranoi/j kai. evpi. th/j gh/j( ta. o`rata. kai. ta. avo,rata( ei;te qro,noi ei;te kurio,thtej ei;te avrcai. ei;te evxousi,ai\ ta. pa,nta diV auvtou/ kai. eivj auvto.n e;ktistai\ |
17 | Él es anterior a todas las cosas
y en él todas las cosas se mantienen unidas |
kai. auvto,j evstin pro. pa,ntwn
kai. ta. pa,nta evn auvtw/| sune,sthken( |
18 | Él es la cabeza del cuerpo,
que es la iglesia. El es el principio, el primero en nacer de la muerte, para tener en todo la primacía |
kai. auvto,j evstin h` kefalh. tou/ sw,matoj
th/j evkklhsi,aj\ o[j evstin avrch,( prwto,tokoj evk tw/n nekrw/n( i[na ge,nhtai evn pa/sin auvto.j prwteu,wn(( |
19 | Y plugo [al Padre] que en Él
habitase toda la Plenitud |
o[ti evn auvtw/| euvdo,khsen
pa/n to. plh,rwma katoikh/sai |
20 | para por su medio reconciliar consigo todas las cosas
pacificando con la sangre de su cruz, así las de la tierra como las del cielo |
kai. diV auvtou/ avpokatalla,xai ta. pa,nta eivj auvto,n(
eivrhnopoih,saj dia. tou/ ai[matoj tou/ staurou/ auvtou/( ei;te ta. evpi. th/j gh/j ei;te ta. evn toi/j ouvranoi/jÅ |
Los tres dichos de Mt 11, 25-30
25 | Bendito seas, Padre,
Señor de cielo y tierra porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a los sencillos |
VExomologou/mai, soi( pa,ter(
ku,rie tou/ ouvranou/ kai. th/j gh/j( o[ti e;kruyaj tau/ta avpo. sofw/n kai. sunetw/n kai. avpeka,luyaj auvta. nhpi,oij\ |
26 | Sí, Padre,
porque así te ha parecido bien |
nai, o` path,r(
o[ti ou[twj euvdoki,a evge,neto e;mprosqe,n souÅ |
27 | Mi Padre me lo ha enseñado todo;
al Hijo lo conoce sólo el Padre y al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquela quien el Hijo se lo quiere revelar |
Pa,nta moi paredo,qh u`po. tou/ patro,j mou(
kai. ouvdei.j evpiginw,skei to.n ui`o.n eiv mh. o` path,r( ouvde. to.n pate,ra tij evpiginw,skei eiv mh. o` ui`o.j kai. w-| eva.n bou,lhtai o` ui`o.j avpokalu,yaiÅ |
28 | Acercaos a mí
todos los que estáis rendidos y abrumados, que yo os daré respiro |
Deu/te pro,j me
pa,ntej oi` kopiw/ntej kai. pefortisme,noi( kavgw. avnapau,sw u`ma/jÅ |
29 | Cargad con mi yugo
y aprended de mí que soy sencillo y humilde encontraréis vuestro respiro |
a;rate to.n zugo,n mou evfV u`ma/j
kai. ma,qete avpV evmou/( o[ti prauj eivmi kai. tapeino.j th/| kardi,a|( kai. eu`rh,sete avna,pausin tai/j yucai/j u`mw/n\ |
30 | pues mi yugo es llevadero
y mi carga ligera |
o` ga.r zugo,j mou crhsto.j
kai. to. forti,on mou evlafro,n evstinÅ |
Los símbolos
El símbolo de la Palabra de Dios es una metáfora que en última instancia se refiere a Dios: Dios no es otro que la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es Dios que actúa fuera del yo divino en la creación.
La Palabra de Dios en el Prólogo del Evangelio de Juan está ligada estrechamente con la metáfora de la Sabiduría de Dios, de modo que las resonancias de esa metáfora se acumulan en la de la Palabra de Dios. Y finalmente cuando estos símbolos se utilizaron en el Evangelio de Juan, llevaban también consigo ciertas connotaciones de la especulación griega acerca de la inteligibilidad o la "razón", responsable del orden del cosmos.
Cada una de estas metáforas contiene virtualidades imaginativas que revelan aspectos de Dios, pero en otro aspecto todos estos símbolos son básicamente lo mismo en la medida que indican la misma experiencia generalizada de Dios fuera del yo divino e inmanente en el mundo por su presencia y su poder activo.
En algunos casos estos símbolos metafóricos aparecen personificados en las Escrituras hebreas, y esta personificación resultó ser un factor muy significativo en el desarrollo de la doctrina cristológica y trinitaria. La personificación es una figura del discurso: el significado pretendido por el autor de la personificación no es que la Palabra de Dios sea algo realmente distinto de Dios.
Cuando no se respeta el carácter simbólico de la personificación (cuando se hace una hipóstasis, cuando el símbolo se concibe como algo objetivo e individual), en ese mismo momento el poder del símbolo tiende a perderse. Entonces el símbolo puede llegar a indicar algo distinto de Dios, que a su vez actúa como un intermediario entre Dios y el mundo.
Esto va contra la intención primitiva del símbolo que se refería en primera instancia simplemente a Dios como se experimentaba en el mundo. A fin de conservar esta cualidad primaria del símbolo bíblico "Palabra" contra la tendencia a cosificarlo y personificarlo, utilizo la expresión "Dios como Palabra".
Y más adelante... (pág. 465)
El símbolo conceptual "Logos" no se refiere a una entidad objetiva independiente o distinta de Dios. La hipostasiación y cosificación del Logos es una distorsión fundamental de la epistemología y de la predicación religiosa. Por ejemplo, no se debe parodiar la encarnación interpretándola por medio de un relato literal en tres etapas del descenso, estancia y ascenso de un ser divino. Esta objetivización tiende a reducir el significado de Dios como Logos a algo menor que Dios
Y sigue insistiendo... (pág. 499)
A la tradición judía le era muy familiar la personificación de diversos símbolos que representaban la acción de Dios en el mundo. El caso más influyente fue la personificación de la Sabiduría o Sofía de Dios. Pero mientras que la personificación es claramente un discurso figurado, la hipostasiación representa una cierta interpretación literal de este discurso. La hipostasiación significa hacer de una idea, un concepto o una figura del discurso una verdadera cosa o entidad. Dado que la idea de hipóstasis representa la individualidad de algo, es decir, una sustancia individual dentro de una clase o especie, hipostasiar una idea es reinterpretarla como real.
El equivalente latino, reificar -es decir, "cosificar"-, significa concretizar o materializar una idea, como lo es una figura del discurso, haciéndola una entidad realmente existente.
En algún momento, en el curso del desarrollo del pensamiento sobre Jesucristo, en algún lugar no fácil de determinar, la sabiduría personificada se convirtió en Sabiduría hipostasiada o el Logos hipostasiado. La distinción entre personificación y cosificación es complicada por la estructura metafórica de ambas. La metáfora radicaliza un símil identificando algo con lo que no es: Sofía es una persona, es "de hecho" una mujer. ¿Cuándo pasa la personificación en el imaginario y comprensión del usuario a ser un verdadero individuo?
Aunque se supone generalmente que el Logos o Verbo en el prólogo del Evangelio de Juan es ya un ser individual, considerados el género literario y la tradición, parece difícil alcanzar la seguridad. Pero es seguro que en la literatura patrística primitiva el Logos es un ser real. Independientemente del momento y lugar en los que eso ocurriera, esta hipostasiación fue responsable en gran medida de los problemas más serios del pensamiento cristológico y trinitario. Una vez que se hace del Logos una hipóstasis, se tiene el problema de un segundo Dios.
La preexistencia del Verbo
El planteamiento hermenéutico del que parte el autor lo lleva ante todo a no reconocer en el Nuevo Testamento la base para la doctrina de la preexistencia del Verbo, ni siquiera en el prólogo del evangelio de san Juan (cf. pp. 155-178), donde, en su opinión, el Logos debería entenderse en sentido puramente metafórico (cf. p. 177). Además, en la declaración del concilio de Nicea sólo ve la intención de afirmar "que nada menos que Dios estaba y está presente y actúa en Jesús" (p. 284; cf. p. 438), convencido de que la utilización del símbolo "Logos" se debería considerar simplemente como un presupuesto y, por ello, no objeto de definición y, por último, no plausible en la cultura posmoderna (cf. pp. 281 y 485).
El concilio de Nicea -afirma el autor- "utiliza la Escritura de una manera que hoy no es aceptable, es decir, como una fuente de informaciones directamente representativa de hechos o datos objetivos, acerca de la realidad trascendente" (p. 279). Por tanto, el dogma de Nicea no enseñaría que el Hijo o el Logos eternamente preexistente es consustancial con el Padre y engendrado por él. El autor propone "una cristología de la Encarnación, en la que el ser humano creado o la persona de Jesús de Nazaret es el símbolo concreto que expresa la presencia de Dios como Logos en la historia" (p. 439).
Esta interpretación no es conforme al dogma de Nicea, que afirma intencionalmente, incluso contra el horizonte cultural de su tiempo, la preexistencia real del Hijo-Logos del Padre, que se encarnó en la historia por nuestra salvación.