Versión para imprimir |
|
Página
preparada para una
resolución de 1024 x 768 |
Richard A. Horsley
Jesús y el imperio
El Reino de Dios y el nuevo desorden mundial
Durante las generaciones antes de Jesús, y especialmente durante las primeras dos décadas de la de Jesús, los gobernantes clientelares romanos, Herodes y Antipas, incrementaron la presión económica sobre las poblaciones galileas. La angustia en las familias y en las comunidades rurales, sin embargo, debía de ser más importante que la misma penuria económica. La dura situación económica rápidamente podía desembocar en una desintegración social.
Bajo presión, las familias capaces de conceder préstamos a otra familias llegaron a requerir los cobros a fin de poder sobrevivir. Pero los deudores estaban incapacitados para pagar. Las envidias y calumnias en las comunidades campesinas debieron de aumentar hasta convertirse en conflictos serios. Las familias que habían caído en un gravoso endeudamiento debían de estar en una situación muy vulnerable ante sus prestamistas, que muy probablemente pertenecían a la elite herodiana y asumían el control de los procesos de producción, apoderándose incluso de la tierra legalmente. Los estudios de otros campesinados han mostrado que los candidatos idóneos para responder como líderes y formar movimientos no son las gentes que han perdido sus ancestrales campos, sino los pobladores que se sienten amenazados por sus apretadas circunstancias de endeudamiento y hambre. (Pág. 82)
Otra de esas peticiones es "perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores". Esta petición alude a una de las estipulaciones principales de la alianza mosaica, mediante las que la sociedad israelita trataba de salvaguardar la viabilidad de las unidades familiares en las comunidades rurales. Las deudas debían ser canceladas cada siete años -y liberados los esclavos por deuda, etc. (Dt 15, 1-6; Ex 21, 1-7; Lev 25)-; se trataba de un mecanismo clave en la economía moral del campesinado israelita. Sintomáticamente, la comunidad de Mateo claramente comprendió la petición inicial de la oración ("¡Venga tu Reino!") en términos de la alianza, como se transparenta en la frase paralela: "Hágase tu voluntad (en la tierra como en el cielo)". Hacer la voluntad de Dios significa observar los mandamientos de la alianza. (Pág. 49).
Dadas las crecientes presiones económicas de sus gobernantes, los pobladores debían de estar progresivamente endeudados entre sí. Los que habían recibido préstamos eran insolventes para devolverlos; los que habían ayudado a sus vecinos estaban ahora desesperados y presionaban al deudor para que pagara, y así el conflicto local crecía. Jesús afronta los conflictos arraigados en esas presiones económicas con el principio de "ama a tus enemigos".(Pág. 153)
E. W. Stegemann - W. Stegemann
Historia social del cristianismo primitivo
Los inicios en el judaísmo
y las comunidades cristianas
en el mundo mediterráneo
El abanico de disposiciones que los acreedores podían tomar contra los deudores morosos o insolventes era muy amplio. Iba desde la remisión de la deuda, que antes del prosbol de Hillel era obligatoria en el año sabático y en el año jubilar, pero que podía tener lugar asimismo en otros momentos, en especial con ocasión de un cambio de dominación, a la reducción y prórroga, al cobro de la deuda por medio de la detención por deuda pública y privada (cf. Mt5,25s / Lc 12,57ss; Mt 18,30), el secuestro, o la esclavitud por deudas, en las que estaban implicados sobre todo los hijos y las mujeres del deudor (cf. Mt 18,25). Se discute si la esclavitud por deudas existió también en Judea, pero, además de nuestro texto y de Mt 5,25s / Lc 12,57ss, también Flavio Josefo y los textos rabínicos hacen pensar que existía; sin embargo, parece ser que los esenios la rechazaron. Las disposiciones constrictivas de los acreedores podían incluir, por un lado, hasta la constricción física, como la flagelación del deudor (cf. Mt 18,28) o la tortura (cf. Mt 18,34), y, por otro, podían extenderse también a parientes, vecinos y amigos. (Pág. 190)
Gerd Theissen
Estudios de sociología del cristianismo primitivo
La situación de endeudamiento se refleja también en el movimiento de Jesús: nos encontramos con el miedo a la recesión de tipo social, con el miedo a la prisión (Mt 5,25) y a la esclavización (Mt 18,25) por el impago de deudas. Las condonaciones de deudas que concede el mayordomo infiel son valoradas positivamente y no pierden nada de su mérito a pesar de los medios dudosos (Lc 16, 1ss). La parábola de los viñadores refleja el talante rebelde de los arrendatarios (¿) de grandes fincas (Mc 12, 7). (Pág. 65)
Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat Abril 2008 |
Cerrar manualmente |