Empachado
de teología
         
Desconozco tu formación, pero me parece percibir que tienes un empacho de Teología, que te dificulta sentir a Dios. Soy una persona que se cuestiona  desde las limitaciones de su formación: ingeniero e investigador Perdóname que haya tardado un poco en contestarte; lo compenso deseándote un buen año y dándote las gracias por escribirme y manifestar tus impresiones del "encuentro". Lo malo es que internet te permite unos encuentros parciales, y entonces es fácil que nos quedemos a medias.
No sé en qué página te habrás encontrado conmigo. En algunas es fácil darse cuenta de que soy jesuita, cumplidos ya los sesenta y que no soy un "teólogo profesional". Me gano la vida trabajando como celador (para entendernos: el que lleva las camillas arriba y abajo) en un hospital de la Seguridad Social en Tarragona. Esto lo llevo haciendo durante los últimos veinte años. Antes, unos cuantos años en diversos trabajos, desde cosas de fontanería en construcción hasta peonaje. Y antes, y todo esto son años de formación, tres años "de misionero" en el Tchad. Siguiendo en "el túnel del tiempo", nos encontraríamos con la clásica formación (algunos dicen que larga) de un jesuita de finales de los cincuenta y de toda la década de los 60. Me ordené de sacerdote en el 70 y acabé de "estudiar" en el 71. 

Hay un hecho importante: los tres últimos años de estudios los hacemos viviendo ya en pequeñas comunidades y trabajando para "ganarnos la vida" (en mi caso el trabajo fue de profesor en uno de los colegios de los jesuitas). Recuerdo que a los que nos decían que con el trabajo "perdíamos" horas de estudio, les respondía diciendo que así aprendíamos a compaginar trabajo y estudio, y que esta "lección" nos podía servir para toda la vida. Yo diría que uno de los males de la Iglesia española es que muchos sacerdotes, acabados sus años de facultad o de seminario, no han vuelto a abrir un libro "gordo" de teología... Y personal laico que también es Iglesia debería aceptar parte de esta crítica. 

Ya desde mis años de "estudiante" me gustó (y la he tenido como lema) la frase de San Anselmo de "Fides quaerens intellectum": una fe (la que hemos recibido, la que vamos recibiendo...) que busca comprender, que se cuestiona, que investiga... 

Veo que perteneces también a ese grupo, de lo cual me alegro: "Soy una persona que se cuestiona desde las limitaciones de su formación". Buscamos, nos cuestionamos desde nuestras propias limitaciones. Si no tuviéramos limitaciones, no tendríamos preguntas... 

Nos podemos, pues, considerar compañeros de "búsqueda", aunque nuestras propias preguntas no tengan que ser necesariamente las mismas ni las respuestas que vayamos encontrando sean iguales. 

No me molestaría nada que uno de mis posibles epitafios fuera "Murió empachado de Teología", y dejar para más adelante si este "empacho de teología" tiene algo que ver con "sentir a Dios" o no sentirlo. 

Es verdad que debería cambiar (o clarificar un poco más) el título principal de mi web: "¿Y si habláramos de Dios y de sus cosas?". Tengo un compañero jesuita y amigo (uno de los habituales interlocutores de las cartas que publico en la web) que me reprocha el que yo, que mantengo -con los grandes teólogos- que de "Dios no sabemos nada" (de Deo nihil scimus), me pase la vida hablando de él. Mi respuesta es (y esto debería quedar claro para todos mis posibles "visitantes y lectores") que yo no hablo de "Dios"; yo sólo hablo de lo que los hombres han dicho "de Dios" a lo largo de la historia. 

Ver el texto de
Eugen Drewermann
Este hablar humano "de Dios" a lo largo de toda la historia (¿no tiene razón E. Drewermann cuando dice que las pinturas rupestres de las cuevas de Altamira son "teología"?) es lo que nosotros -cada uno desde las limitaciones de su formación, ya sea mi formación clerical o la tuya de ingeniero e investigador- podemos ir resiguiendo: son las preguntas y las respuestas que los hombres nos hemos ido dando para "comprendernos". 
Jesús, con sus preguntas y respuestas, también participó en esta búsqueda, en este "quaerens intellectum", en este anhelo de comprender y comprenderse... Y quizás este "comprenderse" fue la búsqueda de "un Padre", él que no sabía quién era su padre
         
Hay algo en lo que me gustaría discrepar de tu escrito. No puedo asumir tu frase de "...las elucubraciones posteriores del cristianismo, dando explicaciones innecesarias para el mensaje cristiano". Prescindo ahora de una cuestión "elucubracionista", la de saber cuándo se puede empezar a utilizar el adjetivo "cristiano" ("empachado o no de Teología" creo que se puede decir que en vida de Jesús este adjetivo no tenía ningún sentido). Una cosa es clara: si Jesús tuvo algún mensaje, éste no fue "el mensaje cristiano". [Me fijo en lo de “innecesarias”.] Resulta conmovedor las elucubraciones posteriores del cristianismo, dando explicaciones, innecesarias para el mensaje cristiano:("venid benditos de  mi padre, porque tuve hambre y me disteis de comer..."), explicaciones que  producían nuevos líos conceptuales, que requerían nuevas explicaciones y  así hasta la mariología, el papado, la infalibilidad, y la otra vida  compartimentada, etc..
Si hoy nos podemos llamar "cristianos" es gracias a que unos hombres (entre otros, Pablo y sus comunidades paulinas, la escuela joánica, los receptores de la Carta a los Hebreos) prescindieron "olímpicamente" de la predicación real de Jesús (la cual, según muchos exégetas, estaba fundada en la mítica idea del "reino", de raíces no exclusivamente bíblicas)... 

Hoy nos deberíamos preguntar si seríamos cristianos con la incansable repetición del "porque tuve hambre y me disteis de comer" (que nunca sabremos si fueron palabras auténticas de Jesús o si gozan del mismo privilegio de aquellas otras de "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio", palabras que nunca salieron de la boca de Jesús de Nazaret)... Nos deberíamos preguntar si seríamos cristianos sin este conmovedor conjunto de "elucubraciones posteriores del cristianismo"... Quizás más de un amigo mío se llene de admiración si afirmo la necesidad de todas estas elucubraciones para que el cristianismo llegara hasta hoy... 

Las ideologías tienen sus limitaciones y para atravesar fronteras, ya sean cronológicas o geográficas, necesitan un "visado". La "predicación del Reino" tenía su sentido en la convulsionada sociedad palestina, pero no tenía ni un día de futuro en la sociedad mediterránea de la "paz de Augusto", en la que "todo va bien"... 

El cristianismo (y prescindamos ahora de cómo se fue inventando) pudo subsistir en aquella sociedad grecorromana de nuestro mundo mediterráneo porque supo mantener unidos, en un mismo saco, el "tuve hambre y me disteis de comer" y las altas reflexiones a las que se vieron obligados a comprometerse para legitimar el robo de la imagen del Logos que estaba guardada en la cultura semita y helenista, y poder llegar a decir que ellos tenían los títulos de propiedad de dicha imagen "desde el principio". 

Las últimas líneas de este parráfito se las debo a la lectura de uno de estos libros "gordos" (y caros) de teología, el de Jacques Dupuis (Hacia una teología cristiana de las religiones), leído en parte gracias a la paulatina transformación de los trenes de RENFE en "bibliotecas públicas". Es una lectura actual (estoy todavía por la página 90) y es posible que no haya tenido tiempo de digerirla del todo.

Recordad que logos es el término griego y dabar es el término hebreo que habitualmente praducimos por palabra

Al principio ya existía la Palabra... y la Palabra era Dios... y la Palabra se hizo hombre, acampó entre nosotros y contemplamos su gloria, gloria del Hijo único del Padre, lleno de amor y lealtad.

Del Prólogo de San Juan
Al comienzo de la era cristiana, el concepto de logos o dabar ocupaba, tanto en la filosofía helenista como en el pensamiento semítico, un puesto preeminente en las mentes de los intelectuales. 
Para los filósofos helenísticos, logos indicaba la razón, el pensamiento, la inteligibilidad; el término expresaba un ideal filosófico y servía, al igual que "ciencia" en el mundo occidental del siglo XIX, como slogan para los intelectuales.
Para los pensadores semíticos, y de forma más precisa para la literatura veterotestamentaria, dabar indicaba un atributo divino dinámico por medio del cual el Dios de la Alianza intervenía en la historia del pueblo elegido mediante obras y palabras. 
En la mente del filósofo helenístico, logos representaba un principio de inteligibilidad inmanente en el mundo; para el judío piadoso, dabar remitía, como personificación literaria, a la manifestación y revelación personales de Yahvé. [...] 
La idea del Logos estaba en el ambiente: era necesario  definir el Logos cristiano en relación con sus homólogos. De hecho, a pesar de la originalidad de su carácter personal, en la mente de los primeros Padres el Logos desempeñaba las funciones atribuidas por el helenismo al logos impersonal
(Pág 90-92)
 Preciso un poco mi postura: para que "eso" (que poco a poco se fue llamando cristianismo) subsistiera en la sociedad grecorromana fueron necesarias estas "elucubraciones" o reflexiones. No respondo a la cuestión de si era necesario que el cristianismo "venciera" a todas las demás religiones (para esta victoria se necesitaron otras "armas", además de las intelectuales). Si no recuerdo mal, Josep Montserrat Torrens afirma que esta victoria del cristianismo supuso un fuerte retroceso ético en aquella sociedad.
         
…explicaciones que producían nuevos líos conceptuales, que requerían nuevas explicaciones y  así hasta la mariología, el papado, la infalibilidad, y la otra vida  compartimentada, etc... Estoy de acuerdo contigo en las siguientes líneas: "...explicaciones que producían nuevos líos conceptuales, que requerían nuevas explicaciones y así hasta la mariología, el papado, la infalibilidad y la otra vida compartimentada". 
 Anotaría tan sólo algo sobre el "requerían": tradiciones cristianas, fieles a las "elucubraciones" de los primeros Padres, no han visto ninguna necesidad de seguir adelante "hasta la mariología, el papado, la infalibilidad y la otra vida compartimentada".

Uy! Creo que me voy alargando demasiado, y no sé si me sigues leyendo... Si te animaras a leer algo sobre lo de "sentir a Dios", te invito a leer uno de los primeros capítulos de mi web: "¿Por qué rezas? ¿Cómo rezas? ¿A quién rezas?"

Gracias.

Miquel


 
"Haz una excepcion, 
háblame de Dios"
    Gracias por la visita
    Miquel Sunyol
    Diciembre 2000