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Nestorio [a la primera carta de Cirilo] respondió con desdén y continuó su tarea apologética y empezó a desacreditar a san Cirilo, "el egipcio", con toda suerte de calumnias.

Xavier Prevosti Vives, hnssc
¿POR QUÉ NESTORIO (PATRIARCA DE CONSTANTINOPLA)
LLAMA EL EGIPCIO
A CIRILO (PATRIARCA D'ALEXANDRIA)?

Mi repuesta es una simple suposición, que puede tener una parte de verdad, quizás más de aquel 10% que me concedía uno de mis antiguos Provinciales, Ignasi Salvat.

Claro, la gente [los compañeros jesuitas] se te enfadan porque siempre tienes un 10% de razón.

¿Por qué Nestorio, defensor de una cristolgía del "Logos-hombre" (inhabitacionista) llama "el egipcio" a Cirilo, defensor de una cristología "Logos-carne" (encarnacionista).

Dos tradiciones o línias teológicas que tienen mucho en común:
  • Ambas son cristologías desde arriba y de tres etapas
  • Ambas presuponen la doctrina de Nicea (el Logos, o Hijo, es de la misma substancia que el Padre)
  • Ambas se desarrollan mediante la reflexión sobre los datos objetivos de la revelación propuestos en las Escrituras
  • Ambas tienen el propósito de entender el carácter, la constitución o naturaleza de la figura de Jesucristo, del que se afirma que es divino y humano a la vez.

Roger Haight
Jesús, símbolo de Dios
Pág. 277

Quizás Nestorio ya se daba cuenta que la "cristología alejandrina" seguía repitindo los antiguos esquemas de la "teología faraónica", una teología que, durante siglos y siglos, había sostenido -a lo largo de muchas dinastías- el poder faraónico.

No provenía la cristología alejandrina de las riberas del lago de Galilea, ni de poblaciones como Cafarnaún y Nazaret, ni de los territorios de Zabulón y Neftalí (cfr. Mt 4, 13).

¿De dónde venía la cristología de Cirilo?

Nestorio quizás hubiera podido escribir lo que unos cuantos siglos más tarde escribiría Eugen Drewermann:

¿Quién es Eugen Drewermann?
Un intento de biografía
Si quieres saber más...

A partir de aquí resumo algunos textos del libro
De la naissance des dieux à la naissance de Jésus-Christ
de Eugen Drewermann

Siguiendo la línea del mito del nacimiento del hombre divino a partir de la elección de una virgen, mito heredado del antiguo Egipto, intentaremos recordar e integrar las imágenes inmemoriales del misterio de la encarnación, imágenes que ya tenian una existencia propia y en las cuales ya se creía muchos siglos antes del cristianismo.

El Evangelio de Lucas, mezclando a los mitos egipcios las imágenes del nacimiento de Asclepios (Esculapio), el dios de la luz y el sanador de la mitología griega, con el fin de describir y de revivir el misterio de la redención humana, ha creado unos textos que se situan entre el sueño y el estado de vigilia, los cuales no podemos comprender realmente si no penetramos en el lenguaje siempre fluctuante de la poesía y del símbolo.

Toda la concepción de hijo de Dios, nacido de una virgen, cubierta por el Espíritu y la luz, estaba ya perfectamente elaborada unos cuantos miles de años antes que el cristianismo en el Antiguo Egipto, y era una realidad viva en los actos cultuales.

Hemos de admitir, reconociéndolo, que la teología de la filiación divina no es un concepto específicamente cristiano: el concepto central de la fe cristiana pertenece a la gran religión, por tres veces milenaria, de las tierras del Nilo, y representa, con la doctrina de la inmortalidad de Osiris, el don más precioso que el espíritu del antiguo Egipto haya legado al cristianismo.

En el nivel del simbolismo de la fe, hay una identidad perfecta entre la religión de los cristianos [Nestorio diría "la religión de Cirilo"] y la de los antiguos egipcios.

Desde el punto de vista de la historia de las religiones, deberíamos incluso hablar de una dependencia perfecta del cristianismo [Nestorio volvería a decir de "la religión de Cirilo"] respecto de la religión del Oriente antiguo, y precisamente en aquello que constituye la afirmación central de la tradición de la fe cristiana,

Una cosa es clara: la fe en la filiación divina de un hombre no puede, per si misma, fundamentar la diferencia entre el cristianismo y la fe faraònica egipcia.

Con la doctrina de la filiación divina del Salvador, el cristianismo sigue atado a representaciones "paganas" muy extendidas, y la cuestión se pone de manera totalmente nueva, incluso para el cristianismo:

¿Qué significa, en el universo de la simbólica mítica, esta fe en una filiación divina?

Seguir las huellas dejadas por el pueblo de los antiguos egipcios, el primero que en la historia de las grandes culturas, creyó en la filiación divina de un hombre.

Para poder comprender toda la fuerza y toda la riqueza de la simbólica de la filiación divina, del nacimiento virginal, del anuncio angélico... es inevitable para la fe cristiana, si se quiere comprender a sí misma, meditar y repensar las imágenes religiosas correspondientes del antiguo Egipto, ya que es sólo a partir de aquí que podremos determinar los campos de experiencia a los cuales nuestro vocabulario cristiano quiere referirse.

Pero si queremos partir de la significación interior del símbolo religioso de la figura del hijo de Dios, estas imágenes del antiguo Egipto nos conducen en línea recta a los dogmas de la Iglesia primitiva.

¿De qué manera podemos apropiarnos de la inagotable riqueza de las imágenes e ideas del antiguo Egipto?

Y es ahora, a partir de aquí cuando el cristianismo puede gloriarse de haber recogido, con toda su fuerza espiritual, el simbolismo central del Egipto antiguo y de haberlo elevado, en su pura interioridad, a la categoria de expresión central de su propia fe.

Muchas gracias, Eugen.

Los doce "anatematismos" de Cirilo contra Nestorio

Efeso: de la diosa Artemis a una "madre de dios"
Un fragmento de Alfredo Fierro

Si quieres ampliar:
La verdad de los mitos

Qué es aquello que distingue la fe cristiana
de la religión de los antiguos egipcios?


Los dos capítulos finales de mi
Catequesis Navideña

Y si quieres saber
lo que piensa
Eugen Drewrermann
de la Eucaristía

¿Y ya te has metido en mi
Catequesis sobre el error del Dios encarnado?