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ATRIO publicó el 26 de julio con el título "El surgir de la cristología" el tema que el 7 de mayo colgué en esta web: "¿Existieron cristologías antes de Jesús de Nazaret?".
Un artículo publicado en ATRIO lleva como consecuencia una retahíla de comentarios, que te pone en la imposibilidad de responder a todos ellos, incluso a aquellos que se ciñen más al texto publicado.
A continuación las respuestas que he podido dar que, para los habituales lectores de esta web, servirán -dentro de la pedagogía ignaciana- como "ejercicios de repetición", algo que puede quedar apropiado para este tiempo de descanso.
Apreciado Santiago:
Agradezco su comentario del día 26 de julio a mi artículo sobre el "Surgir de la cristología".
Usted hace referencia al texto sinóptico de la llamada "Confesión de Cesarea" y da a entender que los evangelios de Mateo y Marcos confiesan a Jesús como "el Cristo" y el evangelio de Lucas como "el Ungido de Dios".
En la medida de nuestras posibilidades, y aunque no sepamos griego, debemos procurar ir al texto original.
La palabra que los tres evangelios ponen en boca de Pedro es la misma: "el Cristo", con artículo. (Es la que aparece en rojo). Sin saber griego, podemos saber que los tres evangelios utilizan una misma palabra en el texto original griego, cosa que no nos debe extrañar mucho sabiendo que se "copiaban" entre ellos.
Un traductor tiene libertad para elegir cómo traducirá esta palabra: la Bíblia Catalana Interconfessional (BCI) ha elegido "Messies"; la Nueva Biblia Española, "Mesías"; la Nacar-Colunga, "Cristo".
Pero un traductor no debería tener libertad para ofrecer diversas traducciones de una misma palabra, sobre todo cuando ésta tiene un peso teológico y está en un mismo contexto. Y en este sentido me parece incorrecta la traducción del texto de Mc 13, 21s: "Mira aquí, mira allí el Mesías", no le creáis. Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas, y harán milagros y prodigios para engañar, si fuera posible, a los elegidos. Estad, pues, atentos. Por eso os lo he predicho todo."
El texto original griego utiliza el mismo término, el que la LXX (la traducción de la Biblia hebrea al griego, la que leían los autores neotestamentarios) habían utilizado para traducir la palabra hebrea "mesías" (x;yviM'h).
Mi acuerdo con Ud. en la frase: "Es por eso que los Evangelios clarifican su verdadero sentido en referencia a Jesús", sin que en este momento tengamos que decidir si dan o no una respuesta unitaria. Pero me hubiera gustado que hubiera mantenido el mismo sujeto (los Evangelios) para la siguiente frase, que hubiese podido quedar más o menos así: "El evangelio de Marcos intenta esta clarificación en la escena de Cesarea, poniendo en labios del mismo Jesús la pregunta a Pedro y a sus discípulos más cercanos: Pero vosotros ¿Quién decís que soy yo?. Respondió Simón Pedro, y dijo: Tu eres el Cristo".
Sigo la hipótesis de la prioridad de Marcos, tal como puede explicarlo la Primera presuposición de John Dominic Crossan.
En 1901 (y estamos hablando de principios del siglo pasado), con la publicación de "El secreto mesiánico en los Evangelios. Una contribución a la comprensión del Evangelio de Marcos" de Wilhelm Wrede, el evangelista Marcos dejó de ser el "ingenuo cronista" que nos contaba lo que Pedro iba contando y se convertía en un verdadero "autor". Él también, como Juan, hacía "teología".
Esta "teología" (mejor dicho, las diversas teologías) de los documentos neotestamentarios (mejor dicho, de los escritos sobre Jesús que nos han llegado) nos impide un acceso directo a lo que Jesús dijo, a lo que Jesús hizo, a lo que Jesús pensó, a lo que Jesús interpretó...
Hablar "honestamente" de Jesús significa aceptar que tenemos unos límites: no podemos pasar más allá de los escritos que tenemos sobre él. Por lo cual, "honestamente" sólo podemos decir: "Tal documento dice que Jesús...".
Y bien recientemente, recordando mis años de maestro de gramática, decía que Jesús no podía ser el sujeto de una oración principal.
Mi artículo ("¿Existían "cristologías" antes de Jesús de Nazaret?") se quedaba en la Primera Carta a los Tesalonicenses, el escrito considerado como el primero de la nueva secta de los Nazarenos. Otro clic aquí.
En este escrito se habla de Jesús (15 veces) [y no entramos aquí a discutir quién es este Jesús del que habla Pablo; si quiere entrar en este tema, clic aquí], del cual se dice que es "el Señor" (o` ku,rioj) (24 veces en 22 versículos), "el Mesías" (o` cristo.j) (10 veces), "su hijo" (o` ui`o.j auvtou/) (1 vez).
Ninguno de estos títulos asustaría a un piadoso judío, bien anclado en su férreo monoteísmo. ¿No leía él en el salmo 2 referencias a "Yahvé y a su Mesías"? (v.2) ¿Y no continuaba leyendo en el mismo salmo: "Yahvé dijo: Tú eres mi hijo; hoy yo te he engendrado"? (v.7). Y el versículo 6 del mismo salmo no dejaba lugar a dudas: todo esto se decía de un rey, al fin y al cabo un ser humano, en el día de su entronización.
El piadoso judío monoteísta también leía en el salmo 110, otro salmo de entronización real que fue bien aprovechado por los de la nueva secta seguidores de Jesús: "Oráculo de Yahvé a mi señor: siéntate a mi derecha". Marcos (12, 35-37), siguiendo quizás ya una cierta tradición, utiliza este salmo en sus discusiones con otros grupos judíos. El texto evangélico ("dijo el señor a mi señor") nos puede parecer un cierto galimatías, pero la culpa no es totalmente del evangelista, sino de la traducción griega (la de los Setenta) de la Biblia hebrea, la seguida -por su ignorancia del hebreo- por los autores neotestamentarios.
La traducción griega de los Setenta utilizó una misma palabra ("señor" [o` ku,rioj]) para traducir dos palabras que estaban bien diferenciadas en la Biblia hebrea.
El texto hebreo se lee desde la derecha hacia la izquierda.
No sabemos hebreo, pero sabemos que el texto hebreo utiliza dos palabras distintas. ¿Y esos números? Tengamos un poco de paciencia…
Ningún judío piadoso podía gritar "¡Blasfemia!" ni "desgarrarse las vestiduras" si oía que se aplicaban a Jesús los mismos títulos (mesías, señor, hijo) que a lo largo de la historia, dentro de su propia tradición monoteísta, se habían ido aplicando a otros seres humanos. Recordemos que Bar Kohba, lider de la rebelión anti-romana del año 132-135, fue reconocido como "mesías" [o` cristo.j] por el rabbí Akiba.
Pero no me parece correcto, en el contexto de la Primera Carta a los Tesalonicenses, hablar de "el Hijo unigénito de Dios", expresión que no aparece en esta carta. Ni en el resto del epistolario paulino.
Muchos años habrían de pasar para que en algún grupúsculo de los seguidores de Jesús se llegara a la fabulación de "el Hijo unigénito de Dios", que solo aparecerá -utilizando el término griego monogenh.j- en los tardíos documentos emanados del círculo de la escuela joánica (Jn 1, 14.18; 3, 16.18; 1Jn 4, 9).
Un lector de La Nueva Biblia Española no encontrará este "Hijo unigénito de Dios", aunque podrá encontrar cinco veces la expresión "hijo único". Sí que lo encontrarán los que lean la Reina-Valera o la Nácar-Colunga.
El lector de la Bíblia Catalana Interconfessional leerá la palabra "unigènit" al final de la Primera Carta de Juan (1Jn 5, 18), aunque el texto griego no ofrezca demasiada base para la afirmación de la "unicidad".
Aquí podría acabar mi comentario a su comentario. Quizás le he podido dar la impresión que sé griego y hebreo: nada más lejos de la realidad. Vayamos por partes: de griego sé el poco suficiente para poder reseguir el texto neotestamentario, pero de hebreo no sé nada, ni las letras. Entonces, ¿cómo me atrevo a poner frases en hebreo?
Me aprovecho del trabajo realizado en el siglo XIX por el Sr. Strong y su equipo de colaboradores y, también, de los modernos programas informáticos que sobre el estudio de la Biblia existen hoy día. Quizás, como en nuestras tierras nos hemos dedicado más a las procesiones que al estudio bíblico, nos será necesario un poco de inglés, pero le advierto que mi inglés es bien modestísimo. Los "Números Strong" puede ser una buena herramienta de trabajo...
Mañana o pasado mañana ya colgaré la segunda respuesta...
Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat 8 agosto 2016 |
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