La Maite (María Teresa Almandoz), hija de Astigarraga, vecina de Bonavista desde 1968, ya nonageriana, nos ha sorprendido este año con su “nadala” de hojas secas. Rompe esquemas navideños: el niño Jesús no es el centro; arrinconado, quien toma protagonismo es la pareja humana.
Parece que asume la dinámica que en nuestro mundo occidental comenzó hace unos cuantos siglos: con Herbert de Cheburgo (1581-1648) y H. Grotius (1583-1645). ¿O quizás ya antes?
A muchos de nuestra generación Dietrich Bonhoeffer, desde la cárcel de Tegel, nos recordó el “etsi Deus non daretur” de Grotius: debíamos vivir “aunque Dios no existiera, como si Dios no existiera”.

También estos días en Belén de Judá...

José, nos hemos de deshacer de este niño...

No padezcas, mujer ⁽¹⁾. Ya me lo iré queriendo como si fuera mío.

No. Si no es por eso. ¿Has visto sus ojos?

¿Qué quieres decir?

He visto sus ojos: unos ojos muy extraños como extrañas fueron las palabras que aquella mujer me dijo. Que si hijo del Altísimo, que si David era su padre, que reinaría no sé dónde. ¿Y aquello de la casa de Jacob? ⁽²⁾

No hagas caso, mujer.

No quiero pasarme la vida yendo detrás de él para que no haga locuras por estos pueblos... ⁽³⁾ Este niño nos traerá disgustos... !Nos hemos de deshacer de este niño!

No digas tonterías.

Soy joven, puedo tener más hijos...

¿Sí?… ¿Con quién? ¿Otra vez con aquel legionario o con otro? ⁽⁴⁾ ¿O quizás con aquel pastor que ayer tanto lo quería besuquear?

José, que me cogieron en descampado… Yo ya gritaba. ⁽⁵⁾

Ya lo sé, mujer, ya lo sé. Y ya sabes que te sigo queriendo...

José, !nos hemos de deshacer de este niño!!

No, ya tenemos bastante mala fama en este pueblo para que me carguen la muerte del niño.

Ya lo he pensado esta noche. Tomaremos el niño y huiremos a Egipto ⁽⁶⁾.

Y una vez allí, ¿qué haremos con el niño?

Lo dejaremos en las aguas del Nilo. Si Yahvé quiere...

¿Qué es esto de “si Yahvé quiere”?

¿No salvó a Moisés? ⁽⁷⁾.