indígena |
La
revelación
¿qué es? |
Una de las afirmaciones de mi "recuadro" que algunos, cariñosamente, lo tildaron de "provocativo" era ésta:
Que en la Biblia no había ni una sola palabra de Dios
Ahora conviene explicar un poco esta frase.
¿Cómo orientarnos cuando vamos de excursión? ¿Cómo orientarnos en nuestra vida?
¿Con un "GPS"? |
¿O con un mapa? |
||
Lo apuntas hacia el cielo y te dice dónde estás y qué has de hacer |
Encontrar y reseguir caminos y rutas, puertos de montaña y puertos de mar, los valles y los ríos... todo aquello a través del cual los hombres, siglo tras siglo, nos hemos ido comunicando |
Estas son dos maneras de entender la revelación
Leyendo las ponencias y las intervenciones de las diversas reuniones de la Teología Indígena también he encontrado diversas maneras de entender la revelación.
Una es ésta, de la cual, ya hace tiempo, os hice una breve presentación:
Desde que los ancianos y las ancianas de las naciones originarias de Abia Yala (llamada hoy América): Katia, Toba, Kuna, Tolteca, Mixteca, Emberá, Aymara... balbucearon sus primeras preguntas en torno a la vida, y pudieron responderlas desde sus coherencias vitales y sus esquemas de valores que surgían pegados a las mismas preguntas, brotó el Pab'igala (Kuna), brotó el Kintakanalakan (totonaca), brotó el TlanelTokilis (nahua), y así todos...: que constituyen las primeras sistematizaciones de las reflexiones y de las maneras de vida del hombre, su origen, su proyección hacia el futuro en Abia Yala.
Cada pueblo supo, desde entonces, de qué se trataba, cómo se hacía, cómo se debía tratar, qué lenguaje se debía utilizar para eso, cómo se debía abordar, quiénes debían elaborarlo... Así, el Pab'igala (kuna) empezó a consolidarse alrededor de Paba y de Nana, desde la complementariedad y el proyecto cósmico de integración total de fuerzas.
El hombre y la mujer-dijeron nuestros abuelos y abuelas kunas-se complementan, forman una sola fuerza. Las dos fuerzas son tan necesarias que a falta de una se desintegraría la otra. La Mamá Tierra (Olokuadule) se integra con el Negaduu. Ambos conforman el universo, no se funden, se complementan. Tienen que diferenciarse muy bien para que se integren de verdad.
Cada pueblo, por más pequeño que sea en número, ha sabido manejar sistemas peculiares y métodos de reflexión muy propios. Paba y Nana tienen atributos muy kunas, pasa lo mismo con Gnechen para los mapuches, o con Kimpuxinakan para los totonacas, o Ankoré para los emberás, o Mayra para los guaranies, Hunab Ku para los mayas, o Racha'anu para los mixtecos...
Cada pueblo experimenta su presencia y teje sus relaciones vitales con un sabor muy especial. Y precisamente ahí está la gran riqueza de vida en Abia Yala. Los nombres que dan nuestros abuelos y abuelas a Ese Ser Inexplicablemente Presente, son ya vida e historias auténticas de nuestros pueblos.
Aiban Wagua
Kunayala, Panamá
Y os hacía esta pregunta:
Y nuestra "revelación"
es alguna cosa más que las respuestas
de nuestros ancianos y ancianas
a las primeras preguntas
de nuestro balbuceo humano?
También os dije el eco que su intervención tuvo. A ella se refería en estos términos el conocido obispo de Chiapas, ya retirado, Don Samuel:
La impresión que el P. Aiban Wagua (sacerdote kuna del Panamá
causó a los que estábamos en la reunión de México
del 1990 fue muy fuerte. El nos contaba que su tío le acusó
de traidor porque… “Dios es muy grande y no lo podemos abarcar por completo.
Cada pueblo conoce una parte de Él. Y es necesario que esa parte
se mantenga como diferente de las demás para que, al juntar todas
las partes esparcidas por los pueblos, se llegue a la verdad completa de
Dios. Tú, como kuna, has tenido la oportunidad de conocer a Dios
desde la parte kuna y tu deber era transmitirlo así a los demás,
pero no lo has hecho. Mas bien has ido en busca de otras partes de Dios,
negando la parte que Él te había dado originariamente”
Hemos de aceptar la verdad que fue expresada a este sacerdote kuna:
que Dios está más allá de cualquier esquema teológico,
y que es obligación de la Iglesia acoger, en su seno, el pensamiento
teológico de todas las culturas humanas.
De la Ponencia de Mons. Samuel Ruíz
II Encuentro - Taller de Teología India de la Región
Mayense
Chichicastenango (Quiché) 14 - 19 Septiembre 1992
Y yo diría que Don Eleazar López Hernández, del cual ya conocéis muchos fragmentos, tiene una idea diferente de la revelación:
Toda teología, como palabra que muestra o demuestra nuestra búsqueda de la trascendencia de la vida es, en sí misma, un camino o un conjunto de caminos que intentan desentrañar, para luego comunicar, el misterio profundo del mundo, del ser humano, de Dios. La principal preocupación en la teología ha sido descubrir y expresar ese sentido profundo que los seres humanos damos o encontramos en la vida y en la realidad entera.
No es tarea de la teología hablar de las cosas como son, es decir, del ser que resulta de la realidad histórica, sino como debieran ser, esto es, en confrontación con la intencionalidad más profunda que Dios y nosotros le ponemos a las cosas. Este sentido trascendente de la historia y de la creación es la motivación primera de la teología.
El acto primero e indispensable es la experiencia de fe en Dios. La teología viene a ser el acto segundo que expresa y comunica esta experiencia. Y mostrando con la palabra teológica el sentido trascendente de las cosas, recreamos el mundo y también nos recreamos a nosotros mismos al traer a la memoria las razones últimas de nuestra existencia. Con la teología podemos devolver al mundo y a nosotros el sentido o intencionalidad originaria, querida por Dios. Nombrar las cosas es darles existencia y hablar del sentido trascendente es dar viabilidad histórica a esta trascendencia. De ahí la importancia de la teología también para transformar el mundo.
Eleazar López Hernández
Caminos de la Teología India
Sobre este texto escrito de Eleazar hice a un amigo, ya conocido por vosotros, estos comentarios:
Muchas gracias por todos los documentos que me has enviado; ya los he pasado por la impresora, y como soy una persona de orden los he puesto en una carpeta al lado de la carpeta de Corbí. Ya sabes que Marià Corbí se dedica y tiene estudios escritos sobre estos temas de la religión y de cómo Dios va cambiando a medida que los hombres y los pueblos van cambiando: nomadismo-sedentarización-feudalismo-urbanismo…
Lo digo por la lectura que, aprovechando un ida-vuelta en tren a Zaragoza, he podido hacer de "Caminos de la Teología India". Si el Sr. Eleazar López Hernández me hubiera consultado, le hubiera aconsejado algunos pequeños cambios en su introducción.
"Toda teología, como palabra que muestra o demuestra nuestra búsqueda de la trascendencia de la vida es, en sí misma, un camino o un conjunto de caminos que intentan desentrañar, para luego comunicar, el misterio profundo del mundo, del ser humano".
El había escrito:
"…el misterio profundo del mundo, del ser humano, de Dios".
Dios no es un sumando más al lado del mundo y del hombre; sería más bien la expresión humana de los sucesivos intentos de "desentrañar el misterio profundo"
A la siguiente frase no le haría ninguna corrección, ya que estoy plenamente de acuerdo con ella
"No es tarea de la teología hablar de las cosas como son, es decir, del ser que resulta de la realidad histórica, sino como debieran ser",
y, por eso mismo, me vería obligado a cambiarle un poco lo que dice a continuación:
"en confrontación con la intencionalidad más profunda que Dios y nosotros le ponemos a las cosas".
Aquí también le borraría la referencia
a Dios.
Le tacharía, con un buen golpe de boli, las últimas líneas
"El acto primero e indispensable es la experiencia de fe en Dios…")
ya que entran en contradicción con lo que acaba de decir: la teología trata de realidades que nos entran por los sentidos, como él mismo ha dicho al principio:
el mundo y el ser humano; la historia y la creación.
Me parece que el amigo Eleazar hace intervenir en escena a la fe demasiado pronto (supongo que en una historia de las religiones se empezaría a hablar de la fe en los últimos capítulos).
En la primera línea lo ha dicho muy bien: la teología es palabra humana, es nuestra búsqueda; la fe -en cuanto quiere decir aceptción- llega en el momento en que un grupo humano (fácilmente el grupo en el poder) quiere apropiarse de esta "búsqueda" en exclusiva y quiere que sea aceptada (y si es necesario por la fuerza) por todos los otros
"El acto primero e indispensable es…" Yo aquí haría un recuerdo -ya mortuorio- de nuestro Eusebio Colomer: "¿Por qué hay algo y no más bien la nada?" El acto primero, como dijeron nuestros indígenas, sería la admiración. Me ha gustado cuando dice:
"Casi todos nuestros pueblos ponen su origen en una cueva".
Eugen Drewermann, un teólogo europeo alemán, estaría totalmente de acuerdo.
¿De dónde viene todo lo que encontramos en la Biblia?
¿Del cielo o de la tierra?
¿Del cielo o de la tierra?
Ya hace años que me preguntaba cómo era que en la larga formación intelectual de los jesuitas había habido tan poco tiempo dedicado a la historia de las religiones.
Ahora, a mis 62 años (más vale tarde que nunca), después de haber estdo en el Tchad, en América del Sur y en Guatemala, me pregunto cómo es que nos habíamos atrevido a estudiar teología sin un mapa.
Es verdad que, prácticamente, casi todas las biblias traen unos cuantos mapas: el de la larga ruta del éxodo, el de la Palestina de las tribus, el del exilio, el de la Palestina en tiempos de Jesús, el de los viajes de Pablo...
Mirando estos mapas ya vemos la posición geográfica de Palestina, situada entre la cultura de los faraones del Nilo y las antiguas culturas del Tigris-Eufrates.
Pero para entender todo el mundo cultural de la biblia nos hace falta otro río: el Indo, nacido en los glaciares del Himalaya, en el Tibet, y cuyas aguas han dado vida a las antiguas culturas de amri y de harappa (entre otras)
Nuestra pregunta ahora sería:
¿Qué interconexiones existieron
entre las culturas
del Nilo, del Eufrates-Tigris y del Indo
Y para lo que nos interesa más concretamente
"Una de las primeras preguntas, a la que tenemos que responder, es la de qué tipo de contacto se dio entre la India y el mundo mediterráneo en la época precristiana. Sólo si llegamos ahí a un resultado claro, podremos rastrear las fuentes de los paralelismos budistas y cristianos. Por ello analizaremos nuestra visión de los contactos este-oeste en época histórica con la idea siempre presente de si el ideario religioso indio pudo llegar a Palestina, que era el campo de actividad de Jesús y del cristianismo naciente, y cómo se configuró de hecho este transporte de ideas."
Si
quieres ver el mapa
de los tres ríos |
Elmar
R. Gruber
- Holger
Kersten
Jesús, ¿discípulo de Buda? Pág. 48 Ediciones Martínez Roca S.A. Barcelona 1996 |
Pero esto lo dejaremos para las próximas semanas...
Gracias
por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.fut.es Junio 2002 |
Si quieres decir algo y saber lo que
otros han dicho,
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