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Ver la "octava página" de Alfredo Fierro
Apreciado Alfredo:
Veo que la negociación sobre los flecos va por buen camino, lo que era de esperar. Incluso en el punto que apuntas de posible disenso, yo diría que estamos de acuerdo y que subscribimos las palabras del autor medieval y también las de Albert Schweitzert. El permiso que en mis catequesis doy de que cada uno se haga su foto de Jesús viene a decir que ninguna de ellas lleva el marchamo de la autenticidad.
No sé si en tu seminario cada tesis llevaba su "censura", Algunas de ellas llevaban un "metaphysice certum"; otras se contentaban con un "probabilior" e incluso con un "probabilis" y en el último peldaño de la escalera se venía a decir que "nuestros adversarios no llegan a probar que no tengamos razón".
La foto de Puente Ojea y la mía puede ser la misma (con ciertos retoques, naturalmente), pero la "censura" es totalmente diferente. Me parece que Puente Ojea pondría un "metaphysice certum" y yo me contentaría con un "probabilis", con un "probable".
Ciertamente, cada vida de Jesús es la vida de cada uno. En una de nuestras reuniones de jesuitas, uno dijo que estaba enamorado de Jesús. Yo le dije que él se había enamorado de sí mismo, de la imagen que él se había hecho de Jesús.
Sí, Jesús un banderín al viento.
A finales de los sesenta, en 1969, el premio Carles Cardó de investigación religiosa fue a parar a un joven jesuita, Joan Leita (1936-2012), que había estudiado su teología en Alemania (Innsbruck), por su libro el fonament irreligiós de l'església.
Aquí sus superiores no pudieron hacer nada, pues la concesión del premio conllevaba su publicación. Pero en 1971 vuelve a la carga con su l'antievangeli, y ahí lo cazaron: se había saltado la censura, que no había dado el "nihil obstat".
Fue expulsado, con presencia notarial, de la orden jesuítica. tele-expres publicó (2 junio 1971) una carta firmada por unos cuantos jesuitas que querían "manifestar públicamente que disentimos del estilo que nuestras autoridades jesuíticas (y quizás no las locales, sino precisamente las más altas) han seguido en este caso concreto y público".
No dejes de leer las firmas. Algunas de ellas te han de sonar (por ejemplo, la de José Ignacio González Faus). Es posible que ahora alguno reniegue de su firma y maldiga el invento de las hemerotecas. Uno (Ignasi Salvat) se creía que esta firma le salvaría de ser provincial de Catalunya, cosa que también llegaron a ser otros dos de los firmantes. Que nadie se maraville de la firma de Victor Bajot: no es el que ya había sido provincial en Catalunya y que más tarde lo sería (quizás por dos veces) en Bolivia y que llegaría a ser el "asistente del P. General para España". El que firma es un sobrino suyo, primo segundo mío. Ya ves, en aquel tiempo yo era un niño bueno que no firmaba cartas.
Bueno, dejemos de divagar (Santa Teresa diría "Mucho me he divertido"). Joan Leita trataba el tema de "las alternativas contradictorias de las fuentes", poniendo en contraposición los evangelios de Mateo y Marcos y se sentía autorizado a decidir a favor de Marcos.
Supongo (sin querer desmerecer en nada su originalidad) que Joan Leita no hizo otra cosa que poner en catalán lo que otros ya habían puesto en alemán. Lo que en Alemania era ya "pan comido" resultaba indigesto en Catalunya.
No tengas miedo: no voy a empezar otro capítulo sobre el "Jesús real", el "Jesús histórico" y el "Cristo de la fe". Sólo una pregunta: ¿cómo se ha podido llegar, a partir de "un Jesús muy borroso" (es lo menos que se puede decir de él (1)), al cierto y seguro "Cristo de la fe"?
Hoy sería un buen día, en homenaje póstumo a Ratzinger/Benedicto XVI, releer la Dominus Iesus del 6 de agosto del 2000.
Me pensaba que de alguna manera ("no confesional") te seguía interesando. El "echar de menos", ¿no supone un cierto "interés"? En una de tus cartas anteriores, en la que hablabas de "la gran estafa històrica".
Le echo de menos, al igual que a un Cristo, cuya imagen dogmática me parece la gran estafa histórica padecida por cien generaciones de cristianos y soportada en la carne propia de nuestra catequización católica y seminarística.
¡Oh! ¡El Kempis! El libro que una tía nuestra nos regalaba por la Primera Comunión. Tengo unos cuantos -no muchos (veo que son unos trece)- ejemplares, entre ellos el publicado en 2000 por debate editorial en su colección "Siete libros sobre el arte de vivir", con prólogo de Miret Magdalena.
También lo meditaba en mi adolescencia y así habré salido... Ahora lo aprovecho por una frase suya:
Me sirve para arremeter contra todos aquellos que citan a Francisco (el papa) como si hubiera sido el primero en decir algunas cosas. Mi última arremetida fue contra quetzal, la revista del Comité Oscar Romero de Tarragona, en la cual participan amigos míos.
Ya me lo he preguntado, pues en algún sermón lo he preguntado a las mujeres que me escuchaban (2). Acababa el sermón sobre Juan Bautista (Liberar a Juan el Bautista de las mazmorras cristianas), ya mencionado en cartas anteriores, imaginando a Jesús organizando un autocar para ir desde Nazaret al Jordán.
Y, para acabar -y aquí está nuestro verdadero interés como cristianos-, liberar a Juan, el Bautista, de las mazmorras cristianas es preguntarnos: ¿Por qué Jesús fue al Jordán a hacerse bautizar por este profeta de un juicio inminente?
Puede parecer una pregunta teórica para dejarla en manos de los que se dedican a escribir libros. Pero no es una pregunta teórica: esta pregunta la podemos formular de otra manera: ¿Hubiéramos nosotros acompañado a Jesús en este viaje desde Nazaret de Galilea al Jordán para escuchar a Juan?
No es necesario ser uno de los "maestros de la sospecha" para llegar a sospechar que muchos de los que subimos al tren para ir al noviciado de Veruela o de Roquetes no hubiéramos comprado el boleto del autocar de Jesús para ir al Jordán.
Y que nadie me venga diciendo que cuando Jesús rompió con "el del hacha" (otro posible sobrenombre para este Juan del Jordán), ya se unió a su grupo.
En estos días navideños, a través de uno de esos grupos de whatsApp (el de los amigos de Rafa Yuste, a quien conociste), he recibido de un amigo jesuita (considerado de los "avanzados") este párrafo:
Sea cual sea la opción y opinión de cada uno sobre ese personaje histórico, Jesús de Nazaret que, respetando otras opciones, la mía es que no conozco otro personaje histórico que (incluso limitándome al núcleo de lo que la gran mayoría de historiadores aceptan que es realmente histórico de lo que se ha escrito sobre él)... es para mí el personaje cuya vida y mensaje más me fascina y más revolucionario me parece, para la construcción de la Paz, la justicia y la liberación de toda opresión.
¿Qué será para él "el núcleo de lo que es realmente histórico"? ¿Qué es para ti ese "conocimiento altamente probable"? No creo que sea lo mismo. Fácilmente me aceptarías mi afirmación de que Jesús de Nazaret pasó para sus contemporáneos más desapercibido que Juan Bautista. No creo que mi compañero lo aceptara, aunque quizás no supiera explicar cómo Flavio Josefo dedica 160 palabras a Juan el Bautista contra las 60 (y esas muy discutidas) a Jesús.
A mi compañero jesuita ese "núcleo" lo transporta a la "fascinación"; a ti lo "altamente probable" te conduce al desinterés ("ha dejado de interesarme"). ¿Cómo mi compañero "avanzado" puede hablar de Jesús como el "personaje más revolucionario para la liberación de toda opresión"? ¿Acaso no ha visto la película espartaco? El imperio tuvo que reunir varias legiones (¿veinte?) para vencerlo; para Jesús con una cohorte tuvo suficiente (y eso haciendo caso a Jn 18, 3.12).
No tengo la sensación de haber sido engañado. No me engañó el P. Llorente, el del "Siglo de las Misiones" de mi adolescencia, nacido en Mansilla Mayor, por donde alguna vez me parece que pasé sin ver la consabida placa de "Aquí nació en...".
No me engañó el P. Llorente: sólo abriría mi imaginación… Más tarde, en pleno uso de mis facultades mentales (algunos dudan de que alguna vez haya estado en tal estado), superada la treintena, no me fui al invierno polar de los hielos de Alasca, sino al calor ecuatorial del Chad. Es verdad que el sol tropical no me calentó demasiado tiempo, sólo unos tres años…
Tampoco me engañó los santos van al infierno, la novela que en 1952 publicó Gilbert Cesbron. ¿No me apunté, al regreso de mis años "misioneros" del Chad, al grupo de los jesuitas "curas obreros"? ¿Me sentí engañado durante todos esos años hasta que me llegó la hora de la jubilación, cumpliendo así la promesa implícita que le hicimos al P. Arrupe?
Arrupe, ¡yo también ya me he jubilado!
Ya te dije, en mi segunda carta, que en mi funeral quizás copiaría a Michel de Certeau.
Será un gran funeral. En el lado de la epístola, el Orfeón Donostiarra cantará el "Je ne regrette rien" d'Edith Piaf (así empezó el funeral de Michel de Certeau). En el lado del evangelio, los cinco coros de l'Orfeó Català cantarán Duval: "Seigneur, mon ami". Desde la epístola volverá a surgir el "Je ne regrette rien" y desde el evangelio el coro infantil de l'Orfeó Català, con todo su candor, seguirá con un "Tu m'as pris par la main". El Orfeón Donostiarra mantendrá tozudamente su "Je ne regrette rien" para escuchar a continuación "Je irai avec toi sans effroi" y, sin dejar acabar la frase "jusqu'au bout du chemin", volverá con más fuerza el "Je ne regrette rien" (3). Sí, será un gran funeral. Ojalá lo veas.
¿Comprenderán los asistentes (ya sean los "veinte o treinta mil" de Schleiermacher o "la crême de Paris" de Michel de Certeau, o aquel único jesuita que asistió al entierro de Teilhard de Chardin) que mi "Je ne regrette rien" ya ha aceptado, a base de largos años (¿de silencios?, ¿de incomunicación?, ¿de rezar a la nada? (4)), que "le Seigneur" nunca ha llegado a ser "mon ami", que nunca "m'a pris par la main", que nunca he ido con él "jusqu'au bout du chemin"?
En noviembre de 2016, después de una reunión de Capellans Obrers dels Països Catalans, acababa el tema Jesús de Nazaret, ¿punto de referencia?, expuesto como "voto particular", de esta manera:
Y si algún día, por los valles y collados de los Pirineos, escucháis una voz canturreando
sabed que yo,
Miquel Sunyol i Esquirol,
hijo legítimo, como rezan los papeles eclesiásticos, de
Francisco Suñol Figueras y Mercedes Esquirol Blajot,
contento de haber sido bautizado sin mi consentimiento
en la Parròquia de Sant Pere de les Puel·les
el día 22 de febrero de 1940,
estoy muy cerca de vosotros.
Algunos se imaginaron que pensaba acabar como un Xirinacs...
Gracias por la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat 3 enero 2023 |
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