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Anar a Pòrtic
de n'Alfredo Fierro
Com ja he dit altres vegades, la presentació per part meva del text d'un autor no vol dir la meva adhesió, sinó, tot simplement, és una invitació a la seva lectura i reflexió.
En esta región al sur de Francia, la más civilizada de Europa por entonces, surgen comunidades cuyos miembros, autodesignados como "bons homes", hombres buenos, se organizan en grupos locales autónomos, una veintena en el último tercio del siglo XII. La pertenencia a ellas envuelve nuevas exigencias que se escenifican en un rito -o sacramento- de renovado bautismo espiritual, llamado "consolament", consolación, con el que también se reconforta a los moribundos y que permite a los candidatos así "consolados" elevarse al estatuto de "perfectos".
En el momento de mayor auge pudo llegar a haber unos 200.000 "bons homes" dentro de la región de Languedoc (1), que por entonces podía contar con un millón de habitantes .. A la historia han pasado como "cátaros" -o puristas- por su enfoque dualista al encarar el mal moral y tratar de purificarse de él. Se propagan en la segunda mitad del siglo XII, alcanzando el norte de Cataluña, pero se rastrean raíces suyas siglo y medio atrás en Europa oriental, donde existe constancia de predicadores maniqueos, dualistas, entre 1015 y 1025.
La Iglesia los perseguirá con ferocidad. Recibirán el nombre de albigesos, por la ciudad occitana de Albi, aunque en ella no los había en proporción mayor que en Toulouse y el resto de la región. Pese a las reiteradas condenas de Concilios, en el III y IV de Letrán, 1179 y 1215 respectivamente, la de los "bons homes" fue la disidencia religiosa más duradera y recalcitrante del Medievo. Y no se extinguió por sí sola, por agotamiento interno, ni se consiguió aniquilarla en poco tiempo: sólo en el siglo XIV, con puño de acero de cruzados y fuego de inquisidores.
Hubo grupos espiritualistas que conciliaron muy bien, en armónica fusión, el espíritu y la carne: así, las beguinas, mujeres piadosas, medio monjas, aunque sin los votos solemnes de los monasterios, con vida independiente y no en comunidad; y sus equivalentes masculinos, los beguins. Aparecen ellas y ellos en los Países Bajos, a comienzos del siglo XIII, y se propagan más tarde por el sur de Francia bajo la regla de San Francisco en su modalidad de Orden Tercera para laicos. Nota distintiva suya es la exaltación del amor físico, y no místico ni tampoco platónico, como el "amor cortés" en boga por entonces. La aleación de espiritualidad y carnalidad entra en su credo y en sus prácticas, porque todo lo natural es espiritual. Cuando varón y mujer cohabitan Dios está entre ellos y en ellos, y esto es una anticipación del paraíso. Su moral es la de la espontaneidad de la naturaleza. "El beso de la mujer es pecado mortal cuando no inclina a ello la naturaleza, mientras que el acto carnal no lo es cuando a ello inclina" (2). Con ellos se cumple una ley histórica recurrente: en toda clase de movimientos socialmente revolucionarios salta enseguida a un primer plano la cuestión del amor libre.
La reacción eclesiástica ante los espirituales -y carnales- fue brutal: torturas y hoguera para muchos de ellos, siempre para los líderes. A la práctica de las hogueras, para legitimarlas, preceden los anatemas doctrinales. A su vez, criterio determinante para que una agrupación o iniciativa sea aceptada o anatematizada por la Iglesia ha sido no tanto esta doctrina o la otra, cuanto la docilidad o, respectivamente, insumisión ante la jerarquía. Por lo general, los excesos espirituales o místicos de los individuos, principalmente de monjes, quedan tolerados, no así los de colectivos populares. Sobre todo, serán decisivas la castidad y la obediencia. Espiritualismo sin una ni otra lleva directo a la hoguera, mientras que con ambas conduce a la santidad y a los altares. Eso explica que tanto Joaquín de Fiore como Francisco de Asís, a diferencia de otros "espirituales" -cátaros, beguinas-, sean respetados por la Iglesia.
Alfredo Fierro
Después de Cristo
Pág 218-219
Editorial Trotta
Postil·la 1
Extracte d'un sermó meu a la celebració de "50 anys de fidelitat" de dues dones a l'Institut de Missioneres Seglars (IMS). És de l'any 2002 Extracto de un sermón mío en la celebración de "50 años de fidelidad" de dos mujeres en el Instituto de Misioneras Seglares (IMS). Es del año 2002.
Aquesta foto, ara, és de París, a principis del segle XIV, any 1310. Una plaça plena de gent, per sobre dels seus caps podem distingir el fum i les puntes altes de les flames d'una foguera.
Ja en l'any 1250 un cronista de Paris ens parla d'"una innumerable multitud de dones solteres, conegudes com les «beguines»". ¿Qui són aquestes beguines?
Un moviment de dones, ni fundat ni recolzat en cap fundador masculí (3); ni havien buscat cap autorització del sant pare ni vivien sota una regla definida; sense organització ni constitució; sense vots, només una declaració d'intencions; i podien seguir amb el seu treball normal.
El papa Climent V ens les descriu d'aquesta manera:
Dones atacades per una certa bogeria, que es posen a discutir sobre la Santíssima Trinitat i sobre l'essència divina, i que sobre altres qüestions de fe i sagraments opinen en contra del que ensenya la fe catòlica. Viuen sense prometre obediència a ningú, no renuncien a les seves propietats, no segueixen una regla aprovada.
Conclusió papal, aprovada pel concili: el seu modus de vida ha de ser prohibit i exclòs de l'Església de Déu.
Nos, amb l'aprobació del sagrat concili, condemnem i reprobem del tot aquesta secta amb els errors abans dits, i amb tot rigor prohibim que endavant algú els mantingui, els aprobi o els defensi
Nos, sacro aprobante Concilio, sectam ipsam cum praemissis erroribus damnamus et reprobamos omnino, inhibentes districtius, n equis pisos de cetero teneat, approbet vel defendat
Un parell d'anys abans, (el primer de juny de 1310), a la plaça de Grève de París, la beguina Margarida de Porète, ja havia cremat -ella i el seu llibre (L'espill de les ànimes simples)- a la foguera.
Vida monàstica i evangeli
¿són compatibles?
Per si vols recordar tot el sermó
Postil·la 2
Según traducción de Daniel Ruíz Bueno (1963) del Enchiridion Symbolorum (publicado en Würzburg en 1854) de Henrici Denzinger (1819-1883)
A l'espera d'una traducció catalana
471 | (1) El hombre en la vida presente puede adquirir tal y tan grande grado de perfección, que se vuelve absolutamente impecable y no puede adelantar más en gracia; porque, según dicen, si uno pudiera siempre adelantar, podría hallarse alguien más perfecto que Cristo.
Quod homo in vita praesenti tantum et talem perfectionis gradum potest acquirere, quod reddetur penitus impeccabilis et amplius in gratia proficere non valebit: nam, ut dicunt, si quis semper posset proficere, posset aliquis Christo perfectior inveniri. |
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472 | (2) Después que el hombre ha alcanzado este grado de perfección, no necesita ayunar ni orar; porque entonces la sensualidad está tan perfectamente sujeta al espíritu y a la razón, que el hombre puede conceder libremente al cuerpo cuanto le place.
Quod ieiunare non oportet hominem nec orare, postquam gradum perfectionis huiusmodi fuerit assecutus; quia tunc sensualitas es tita perfecte spiritui et rationi subiecta, quod homo potest libere corpori concedere quidquid placet. |
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473 | (3) Aquellos que se hallan en el predicho grado de perfección y espíritu de libertad, no están sujetos a la obediencia humana ni obligados a preceptos algunos de la Iglesia, porque (según aseguran) "donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad" [2Cor. 3, 17].
Quod illi, qui sunt in praedicto gradu perfectionis et spiritu libertatis, non sunt humanae subiecti oboedientiae, nec al aliqua preacepta Ecclesiae obligantur; quia (ut asserunt) "ubi spiritus domini, ibi libertas" |
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474 | (4) El hombre puede alcanzar en la presente vida la beatitud final según todo grado de perfección, tal como la obtendrá en la vida bienaventurada.
Quod homo potest ita finalem beatitudienm secundum omnem gradum perfectionis in praesenti assequi, sicut eam in vita obtinebit beata. |
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475 | (5) Cualquier naturaleza intelectual es en sí misma naturalmente bienaventurada y el alma no necesita de la luz de gloria que la eleve para ver a Dios y gozarle bienaventuradamente.
Quod quaelibet intellectualis natura in se ipsa naturaliter est beata, quodque anima non indiget lumine gloriae, ipsam elevante ad Deum videndum et eo beate fruendum. |
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476 | (6) Ejercitarse en los actos de las virtudes es propio del hombre imperfecto, y el alma perfecta licencia de sí las virtudes.
Quod se in actibus exercere virtutum est hominis imperfecti, et perfecta anima licentiat a se virtudes. |
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477 | (7) El beso de una mujer, como quiera que la naturaleza no inclina a ello, es pecado mortal; en cambio, el acto carnal, como quiera que a esto inclina la naturaleza, no es pecado, sobre todo si el que lo ejercita es tentado.
Quod mulieris osculum, cum ad hoc natura non inclinet, est mortale peccatum; actus autem carnales, cum ad hoc natura inclinet, peccatum non est, maxime cum tentatur exercens. |
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477 | (8) En la elevación del cuerpo de Jesucristo no hay que levantarse ni tributarle reverencia, y afirman que sería imperfección para ellos si descendieran tanto de la pureza y altura de su contemplación, que pensaran algo sobre el ministerio (al.: misterio) o sacramento de la Eucaristía o sobre la pasión de la humanidad de Cristo.
Quod in elevatione corporis Iesu Christi non debent assurgere nec eidem reverentiam exhibere: asserentes, quod esset imperfectionis eisdem, si a puritate et altitudine suae contemplationis tantum descenderent, quod circa ministerium [al.: mysterium] seu sacramentum Eucharistiae aut circa passionem humanitatis Christi aliqua cogitarent. |
Postil·la 3
401 | Cap. 27. Como dice el bienaventurado León (4): "Si bien la disciplina de la Iglesia, contenta con el juicio sacerdotal, no ejecuta castigos cruentos, sin embargo, es ayudada por las constituciones de los príncipes católicos, de suerte que a menudo buscan los hombres remedio saludable, cuando temen les sobrevenga un suplicio corporal". Por eso, como quiera que en Gascuña, en el territorio de Albi y de Tolosa y en otros lugares, de tal modo ha cundido la condenada perversidad de los herejes que unos llaman cátaros, otros patarinos, otros publicanos y otros con otros nombres, que ya no ejercitan ocultamente, como otros, su malicia, sino que públicamente manifiestan su error y atraen a su sentir a los simples y flacos, decretamos que ellos y sus defensores y recibidores estén sometidos al anatema, y bajo anatema prohibimos que nadie se atreva a tenerlos en sus casas o en su tierra ni a favorecerlos ni a ejercer con ellos el comercio. |
Además el Concilio declaró la guerra santa (bellum sacrum indicit) contra los brabantinos, navarros y vascos, etc. que lo devastaban todo y no perdonaban edad ni sexo alguno.
Postil·la 4
Estos hipócritas se extendieron por Italia, Alemania y Provenza, haciendo vida común, pero sin sujetarse a ninguna regla aprobada por la Iglesia, y tomaron los diversos nombres de Fratricelli, Apostólicos, Pobres, Beguinos, etc. Vivían ociosamente y en familiaridad sospechosa con mujeres. Muchos de ellos eran frailes que vagaban de una tierra a otra huyendo de los rigores de la regla. Se mantenían de limosnas, explotando la caridad del pueblo con las órdenes mendicantes
Tomo I, página 518
Editorial Católica, Madrid, 1978,
Postil·la 5
Sacerdote y fundador del siglo XII, nacido en Lieja (Bélgica) hacia 1131 y muerto en Lieja en 1177. De familia humilde valona tuvo, sin embargo una buena educación, supuestamente en un monasterio. Ejerce su función sacerdotal, primero, en San Martín y, después, en San Cristóbal, con éxito pastoral en el pueblo. Traduce a la lengua vulgar textos del Nuevo Testamento, dirige espiritualmente a jóvenes mujeres para las que escribe "vidas de santos" y promueve entre ellas un estilo de vida evangélico. Algunas de ellas se agrupan alrededor de la parroquia de San Cristóbal: es el origen del primer "beguinaje" de Lieja.
Fue un celoso reformador del clero, cosa siempre peligrosa. Sospechoso de herejía, fue condenado y encarcelado por el príncipe-obispo de Lieja, Raoul de Zähringen, no obstante su apelación a la Santa Sede (1175); habiendo conseguido escapar acudió al antipapa Calixto III, que le declaró libre. En justificación de sus doctrinas y conducta, escribió al Papa varias cartas y la obra Antigraphum Petri; además compuso algunas poesías religiosas en lengua valona, que se han perdido. En todos sus escritos reveló una cultura notable para su época, en sus abundantes citas de la Biblia, Padres de la Iglesia y autores paganos. Se le atribuye la fundación de la Asociación o Cofradía de las Beguinas, nombre derivado del suyo (Bègue), con significación de fundador del citado Instituto.
Está certificada la presencia, desde fines del siglo XII, de casas habitadas por mujeres alrededor de la iglesia de San Cristóbal. Los documentos hablan de "soeurs" (hermanas) en 1224 y de "beguines" en 1253.
Gràcies per la visita
Miquel Sunyol sscu@tinet.cat 11 setembre 2019 |
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(1) | Véase J. Mestre, Los cátaros, Península, Barcelona, 1995, pp. 142-159. | ![]() |
(2) | Doctrina suya condenada en el concilio de Vienne, en 1311, siendo papa Clemente V (1305-1314), contra "Errores Beguardorum et beguinarum (de statu perfectionis): "Quod mulieris osculum, cum ad hoc natura non inclinat, est mortale peccatum; actus autem carnalis, cum ad hoc natura inclinet, peccatum non est, maxime cum tentatur exercens". (Enchiridion. Symbolorum. 477.) | ![]() |
(3) | Es possible que aquesta afirmació demani una correcció. Veure Apostilla 5 | ![]() |