¡Sobrevivir! ¿Nunca conoceremos lo desconocido? ¿La
última realidad nos será vedada? ¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el
día/ ulterior que sucede a la agonía. (J. L. Borges). En aquella hora sabré quién soy o pude haber sido. Si adiviné el
papel de mi venida. Si tropecé con mi flaqueza, indecisión o mi osadía. Si
supe mi libreto interpretar, la obra, la parcela mía. Si estuve a la altura
de mi sueño. Si la gloria conquistar logré a pesar de las zarzas del camino.
Si algo entreví del viejo enigma. El que corre no se apura - dice el
vulgo. Sin prisa, pero sin pausa - Goethe. Dionisio, en cambio: He
aquí el enigma: / cuándo, / con qué fuerza, / de qué modo asumir/ nuestro
destino... Somos nosotros/ los que nos alejamos... // Adiós casi no
somos/ casi fuimos// Adiós. Lubio patentiza: Entonces ver... Ver.
La mirada... En tanto, Heidegger: Darse... ir viviendo... viendo en
torno... encontrándose... Y el tango: Uno busca lleno de esperanzas el
camino que los sueños... De uno u otro modo, entre encuentro y
desencuentro, entre acercamientos o alejamientos, de relación en relación,
entre ensamblaje, encaje, apenas si vamos recabando sombra ajena o propia.
Difícil dar con el interior total de cada asombro, cada prójimo o cada gajo.
Vamos oteando el horizonte. Vamos viendo. Y poco de nosotros, de los otros,
de la vida, avatares, circunstancias. Persona o máscara, actor de un
drama, el hombre va representando papeles en la vida a través de
autorrelaciones o heterorrelaciones, inmerso en sus propias circundancias,
aflorando la condición o modo de ser de la persona en sí. Nos lo acaba de
recordar nuestro último sobreviviente, Gabriel Pérez, sabia, rotunda,
taxativamente, después de duras peripecias, soledades, insomnios, esfuerzos y
quebrantos: "Hay tres verdades (en el juego de la vida). La
primera verdad es la primera impresión que tienes del otro, la energía que
transmite. La segunda, cuando las caras comienzan a encajar con las
personalidades; y, la tercera, cuando te das cuenta que nadie es lo que
parece ser". Drama, en fin, la vida, cada quien cumple su destino,
va definiendo su aventura en relación con la aventura o capricho de los
otros. A pesar de que: Uno busca lleno de esperanzas prometieron a sus ansias... Uno está tan solo en su dolor... Uno va arrastrándose entre espinas y en su afán de dar su amor, sufre y se destroza hasta entender que uno se ha quedao sin corazón... Importante la concomitancia, la
solidaridad, la común unión, el frente común de aspiraciones
compartidas, colectivas. Saberse en el mundo junto al otro, "ser
ahí", "ser con otros", "ser uno con el otro",
"gestarse con", "en destino colectivo", en real
"gestarse histórico", fundante, creador o constructivo. (Heidegger
dixit). Habrá antagonismos: el que ayuda, el que obstaculiza; el que dice:
"imposible", el vil, el agresivo, el iniciador, el que protesta, el
que maniobra, el que conspira; mas siempre habrá que ver, mirar lejos,
avanzar o retirarse; resistir, sobrevivir... saber esperar, capear, crear o
construir... apoyarse y apoyar, seguir y proseguir... a pesar de las
borrascas... elevarse... Mucho habrá que inventar, mucho, casi todo... ¡Culminar
triunfantes! ¡Sobrevivir! ¡Sobrevivir! ¡Con la palabra, el pueblo, el
pan, la patria! |