HOJAS IMPOSIBLES

 

 

Camino y equilibrio

sendero y saga

se encuentran en un paso.

 

Ve y porta,

yerra y pregunta

a lo largo de tu único desfiladero.

 

 

Heidegger

 

... alguna noche junto a un cabo de vela

que a la tierra se vino a estar de guardia.

 

Eugenio Montejo

 

La tierra estaba confusa y vacía

y las tinieblas cubrían la haz del abismo

pero el espíritu de Dios se cernía

sobre la superficie de las aguas

Dijo Dios   “Haya luz”

 

Y todavía envueltos en la noche

                seguimos esperando

 

2

 

proposición delirio majestad

al borde de la muerte atar de cabos

dispuestos al almuerzo frío

lejano en la memoria recurrente

saber aparentemente colectivo

de todos y de nadie

expuesto al sol de las edades

a la brisa de la noche

al castillo de los duendes

intento soplo eterno el alarido

amanecer anochecer brindis

a oscuras de la vida

modo de jugar a muerte a sueño

juego antiguo incógnito extraviado

datos señas cifras

para ocultar la noche

para asaltar el alba

ante el altar del viento

 

3

 

De recuerdo en recuerdo

inviernos primaveras

martillando nuestras vidas

sombreando nuestro viaje

una locura delante de la sombra

lo sabe el agua el mar la lluvia

el horizonte espantado de mareas

 

         Déjame ser

    quiero copular tu sueño de gacela

         juntos saldremos a conquistar

     claros y oscuros de aquel bosque

   quiero calmar la furia de las horas

                  galoparás  galoparemos

arqueando el azul de aquel recuerdo

 

 

4

 

No tienen dedos manos puños hambre

No tienen tiempo calma  padre dueño

No tienen cara pasos prisa luna

No tienen noche piel ni voz ni miedo

No tienen ley no tienen alas paz

Los sueños solamente tienen sueño

 

 

5

 

No hay tiempo que perder

plagiemos a los antiguos dioses

repitamos al hombre

turbemos el silencio de la muerte

juguemos al asombro de la paz

a la mañana a la paciencia a su escondite

     hacia la luz total de nuestras sombras

 

 

6

 

 Van vienen vierten vencen vuelven van

                          tropiezan los silencios

                        gritan unos otros callan

            las piedras contemplan su trajín

        la noche se acurruca en su tristeza

 

    Al lado de su sombra firme el hombre

         descifra pulsa sueña cuenta pasos

mientras alguien de nuevo al sol levanta

 

7

 

a Carlos Guérin

 

Cuando al hombre le da por caminar

poca es la noche para ir al cielo

en los vuelos azules de la pena

en el azul sexual de sus orejas

en llanto en asechanza en alarido

conquista viento estrellas excremento

 

8

 

Cuando en verdad comiencen nuestras sombras

no habrá tiempo para montar un terremoto

sobre

un

rayo

de

luna

 

 

9

 

El portamonedas la cartera la banca

apenas inventados

perpetuaron la esclavitud en el mundo

- entre los hombres digo –

¡Eso sí es vedad!

 

El banquero sentado sobre su sueño

rompe la silla de los atardeceres

 

Sólo la hierba nos hará soñar

la fuente  de los sueños de la luz

 

Apacentarse ir correr tras el viento

acaso tiempo fuego resplandor

el paso de un celaje nuestra vida

 

La noche no comprende el rugido de la soledad

                    Vivimos a la sombra de una orilla

 

                                        Detrás de una tarde

                puede estar esperándonos la muerte

 

 

10

 

¿Qué quedará del martes y los miércoles

de la salud del alma y de su tribu

de la araña después de la tormenta

qué del insomnio de las noches muertas

qué del mirar y lo mirado ahora

qué quedará del rostro de la muerte

en la gota de alambre y su tendencia

vaso de muerte fumarola sueño

hasta el último aliento que nos cruce

Qué hay de la noche ¡Dinos centinela!

del vástago del trono preterido

con el cabrito jugará el leopardo

sobre qué hombro la llave de la casa

Será noche guindando en la cascada

será tiempo pasando por el alma

será Dios que se acuerda de los hombres

será la insomne lumbre que nos crea

o la muerte rondando desafíos

Podrá la lucidez con la locura

de cuánta llagadura somos pasto

cuándo abandonaremos este valle

cuándo este cementerio dejaremos

por quién la noche está echando hoy la suerte?

 

11

 

 

a       e      i         o      u

          e      u       i        o       a

i         e      u       e      a

o       e      i         a      u

                                       u      o       i        e       a     

 

 

 

¿Buscará todavía vocales en el jardín Rimbaud?

 

 

Porque Rimbaud parece un domingo

 

12

 

 

                            Queremos un sueño reverón

               un acento un grito un escudo reverón

                            un tiempo un viento reverón

                                             un puño reverón

                                              un cielo reverón

                                             un sepia reverón

                                           un blanco reverón

                                         un infierno reverón

                     una bandera un himno reverones

                       una llave una puerta una salida

                                       una locura reverona

 

13

 

 

De durazno

      de níspero

                                                   de fruta

 

Aquella piel

                          besarla        

                                              nos provoca

 

Era la tarde

                          que de virgen iba

                                                         

Era la sombra

                          de ángel en aprieto

 

¿En tarde andinamente

                                                   tropical

 

de quién sino del cielo  

                                              enamorada?

                                                                         

Se escribe a veces      

                                     sobre piel distante

 

Se insomnia a veces

                                sobre arena en sueño

 

14

 

 

        Vuelan las gotas sobre el mar

  encrespa salta riela estalla el mar

                 corre va regresa el mar

      canta el naufragio sobre el mar

  larguísima quejumbre llora el mar

   enciende sus pupilas baila el mar

                   no cesa de reír el mar

              vibra la vida sobre el mar

             vive jubilosamente el mar

 

 

15

 

 

Suenan suenan

Cómo suenan insisten y suplican

corre su eco por los aleros

se filtra con la aurora

con el sol con el crepúsculo y la tarde

 

Suenan gimen llaman

Suenan suenan

¿No las oyes?

Suenan

 

Las que lloran y sueñan y se quejan y suplican

las que irán con nosotros a la muerte

aunque no las oigamos ese día

 

16

 

 

a Lubio Cardozo

 

 

Grano de pimienta loro salvaje cielo argamasa sideral

Pájaro negro corazón de iguana

Guaimas mapanares macaureles cujizales

Sol entre los muertos sol entre los vivos

Espigas mazorcas y candiles

Rastros rostros rastrojos y despojos

Partos solares trágico arrebato

Trote y tropa paso largo largo trago

Embrujada corteza diluvial

Sangre viva tierra viva carne viva

Tarimba asomo queja numinosa

Germinación huracandad y pena

Clamor rayo delirio sortilegio

Paso de la Soledad Paso de Casa Grande

Paso de la Esperanza   Paso de Yermitud

 

 

17

 

A su amo

 

Kóper salió en busca de la tarde y lo agarró la noche

Iba con su vida a cuestas

Tropezó con la calle presagiosa

Aquel día no volvió a su cuarto

 

A Kóper se lo comió la noche

Salió de ronda tras su amor

y lo encontró la muerte

Tal vez se enamoró de otro planeta

o algún platillo lo llevó a la luna

 

La ciencia nada pudo en pro de Kóper

 

A Kóper lo lloraron todos los rincones de la casa

De Kóper habló todo el vecindario al día siguiente

A Kóper lo enterró la lluvia en plena madrugada

 

Kóper tal vez haya conseguido oficio allá en el cielo

y esté pastoreando estrellas

Vayamos Kóper con la vida a rastras

que la muerte no cuenta entre nosotros

 

(Hoy pude comprobar perfectamente

que Kóper es palabra grave

con acento poético también)

 

18

 

Era azul

mariposa vegetal engalanando

la fosforescencia de los cocuyos y los grillos

 

Una pompa de jabón me devolvió los dioses

y pendiente de mi sueño

di con el centro de la infancia

 

Cuando de todo esto no quede sino polvo

la osamenta emprenderá camino

Y dirán los montes los ríos las cascadas

Sólo quedó la forma de su huida

Porque toda piedra alguna vez fue estrella

19

a Antonio Mora

Guerra al hombro

un murciélago cubrió los matorrales

el espanto se apoderó de los jardines

atracó en todos los puertos de la tierra

ni la sombra de un pájaro siquiera

el llanto azul las perlas engrifadas

despavorida el hambre se engarzó en el hombre

                           a punta de crujido agazapada

 

20

a  Freddy Pereyra

Al pie de la quebrada se fijó la estrella

junto al vuelo jovial de las ardillas

a lo lejos las quenas se quejaban

carcajeaban arriba las guitarras

resonaba el aplauso de los pájaros

el rumor de la fronda y los encuentros

el justo espacio para las grandes alas

donde cabe el resplandor del gozo

la noche con el día frutecido

tras el canto triunfal de las tristezas

 

 

21

 

 

Si de repente las piedras se acabaran

Si su dolor perdieran las vocales

Si la andaluza tristeza se agitara

 

¿Quién con el insomnio acabaría?

¿Quién sabría del llanto de la tierra?

¿Quién pulsaría la lira de la brisa?

 

   El poeta diría qué hacer

 

22

 

 

La luciérnaga alumbra la esperanza

minutas mariposas desprendidas

de no sé sabe qué altar o qué herbaje

ofician con nosotros sus liturgias

despierta el senderuelo en tus ojeras

tus brazos colman el raudal del día

el aire bailotea en tu espesura

los gallos poco a poco se despiertan

y lanzan al voleo su intemperie

 

 

23

 

 

Partir quebrar borrascas huracanes

romper sajar gatillos polvorines

rituales embriagueces cobardías

singladuras misiles o celadas

vericuetos torpedos y torpezas

dar con la sombra forestal del hombre

del hambre macundales y corotos

 

Abrirle solaraje a las guitarras

sumarnos a la muerte de reojo

en cada pan en cada palmo hundirnos

fulminar ventisqueros y congojas

ahuyentar el capricho a la tardanza

 

Juntar la voz al coro irse al frente

golpear empujar gritar seguir

sentirse hundirse hurgarse disolverse

apañar el gemido de las piedras

saber del sitio en que se hospeda el viento

 

 

24

 

 

Leyendo a Ernesto Sábato y Mario Benedetti

 

 

Basta una grieta para renacer

es el momento de tomar camino

de no correr detrás del viento exangüe

sino tras el dolor de la alegría

abriendo el horizonte de las albas

vértigo sideral del infinito

riesgo entusiasmo fuerza madrugada

abrazo sima sueño solaraje

la festiva grandeza del preámbulo

un desgarre de luces torrentosas

un mirar hacia dentro de nosotros

resistir el milagro de la vida

el saludo del hombre que florece

la fogata que lleve al alumbraje

 

25

 

 

a Eduardo Dalter

 

 

Hay un mar como disperso

hay un loco viento alado

hay un camino que regresa

en la luz infinita pomarrosa

la sanguina alboral de lo incesante

para sembrar de estrellas el sendero

el hambre el pan la soledad la pena

 

26

 

 

Leyendo a Eliseo Diego

 

 

A cierta edad se tiene el propio atardecer

Entonces sabrás que existe una puerta y otra puerta

entre el llanto cordial de las distancias

mientras asistas a tu propio entierro

 

La muerte es esa pequeña jarra

que uno jamás se detiene a ver

el gato de la casa el gato de costumbre

el gato que ha cruzado

y al que no volveremos a ver

 

La muerte es esa calle ciega que vemos por última vez

 

La muerte en fin es esa mancha en el muro

que una tarde hemos mirado sin saberlo

                           con un poco de terror

 

una sombra camino de otro asombro

un asombro camino de otra sombra