TEATRO PALET Te complace destrenzar de la memoria esas ramas transparentes que las hojas del invierno destrozaron. Los domingos: tu boca olía a caramelos a la hora de “la matinée”. Chaplin era tu héroe. Querías ser “el pibe” en cualquier lugar de la ciudad, mientras tus ojos centelleaban como meteoros reflejados en la máquina del algodón caramelizado. |