THAMAR
Y AMNON
Para Alfonso
García- Valdecasas
..
La luna gira
en el cielo
sobre las
tierras sin agua
mientras
el verano siembra
rumores de
tigre y llama.
Por encima
de los techos
nervios de
metal sonaban.
Aire rizado
venía
con los balidos
de lana.
La
tierra se ofrece llena
de heridas
cicatrizadas,
o estremecida
de agudos
cauterios
de luces blancas.
..
Thamar estaba
soñando
pájaros
en su garganta,
al son de
panderos fríos
cítaras
enlunadas.
Su desnudo
en el alero,
agudo
norte de palma,
pide copos
a su vientre
y granizo
a sus espaldas.
Thamar estaba
cantando
desnuda por
la terraza.
Alrededor
de sus pies,
cinco palomas
heladas.
Amnón
delgado y concreto,
en la torre
la miraba,
llenas las
ingles de espuma
y oscilaciones
la barba.
Su desnudo
iluminado
se tendía
en la terraza
con un rumor
entre dientes
de flecha
recién clavada.
Amnón
estaba mirando
la luna redonda
y baja,
y vio en
la luna los pechos
durísimos
de su hermana.
..
Amnón
a las tres y media
se tendió
sobre la cama.
Toda la alcoba
sufría
con sus ojos
llenos de alas.
La luz, maciza,
sepulta
pueblos en
la arena parda,
0 descubre
transitorio
coral de
rosas y dalias.
Linfa de
pozo oprimida
brota silencio
en las jarras.
En el musgo
de los troncos
la cobra
tendida canta.
Amnón
gime por la tela
fresquísima
de la cama.
Vedra del
escalofrío
cubre su
carne quemada.
Thamar entró
silenciosa
en la alcoba
silenciada,
color de
vena y Danubio,
turbia
de huellas lejanas.
-Thmar, bórrame
los ojos
con tu fija
madrugada.
Mis hilos
de sangre tejen
volantes
sobre tu falda.
-Déjame
tranquila, hermano.
Son tus besos
en mi espalda
avispas y
vientecillos
en doble
enjambre de flautas.
-Thamar,
en tus pechos altos
hay
dos peces que me llaman
y en las
yemas de tus dedos
rumor de
rosa encerrada.
..
Los cien
caballos del rey
en el patio
relinchaban.
sol
en cubos resistía
la delgadez
de la parra.
Ya la coge
del cabello,
ya la camisa
le rasga.
Corales tibios
dibujan
arroyos en
rubio mapa.
¡Oh,
qué gritos se sentían
por encima
de las casas!
Qué
espesuras de puñales
y túnicas
desgarradas.
Por
las escaleras tristes
esclavos
suben y bajan.
Embolos y
muslos juegan
bajo las
nubes paradas.
Alrededor
de Thamar
gritan vírgenes
gitanas
y otras recogen
las gotas
de su flor
martirizada.
Paños
blancos enrojecen
en Ias alcobas
cerradas.
Rumores de
tibia aurora
pámpanos
y peces cambian.
Violador
enfurecido,
Amnón
huye con su jaca.
Negros le
dirigen flechas
en los muros
y atalayas.
Y cuando
los cuatro cascos
eran cuatro
resonancias,
David con
unas tijeras
cortó
las cuerdas del arpa.
..