DE OTRO MODO
.
La hoguera
pone al campo de la tarde
unas astas
de ciervo enfurecido.
Todo el valle
se tiende. Por sus lomos,
caracolea
el vientecillo.
.
El aire cristaliza
bajo el humo.
-Ojo de gato
triste y amarillo-.
Yo en mis
ojos, paseo por las ramas.
Las ramas
se pasean por el río.
.
Llegan mis
cosas esenciales.
Son estribillos
de estribillos.
Entre los
juncos y la baja tarde,
¡Qué
raro que me llame Federico!
.
