SEMANA SANTA DE TARRAGONA |
NUESTRO PADRE JESÚS DE LA PASIÓN
En esta imagen podemos contemplar el misterio de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, su imagen, en la Plaza del Rey, el Viernes Santo, en espera del comienzo de la Procesión del Santo Entierro.
Datos del Misterio:
El mismo 1940, primer año en que la Hermandad desfiló en la procesión, los tarraconenses pudieron contemplar ya la talla de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, obra del aragonés, afincado en Barcelona, Felipe Coscolla de Ribagorza. La figura de Jesús con la cruz (Jn 19, 16-17) medía 1,90 m.; el porte era majestuoso, con un brazo que, después de pasar por la cruz, apuntaba con valentía hacia el cielo; el rostro, de trazos semíticos, acababa de completar el carácter de obra excepcional. En el lado izquierdo, cerca de la rodilla desnuda por el desgarro de la túnica, llevaba colgado el cartel con la sentencia. Fue llevado a hombros hasta el año 1942. La triste noche del 28 de agosto de 1973, un terrible incendio en el almacén de la calle Pau del Protectorat donde se guardaba el paso dejó huérfana a la Hermandad y privó a la Semana Santa tarraconense de una de sus joyas más valiosas. Las fechas revelan un paralelismo estremecedor; desde su aparición hasta su destrucción habían pasado treinta y tres años. Después de un intento infructuoso de recuperar la antigua imagen a partir de los restos calcinados, se encomendó al olotense Pla una figura de molde en la mejor tradición de los Santos de Olot. Representaba Jesús, de tamaño natural, con la cruz a cuestas, montado sobre una peana llevada a hombros. Si bien su valor artístico era modesto, fue el revulsivo que necesitaba la Hermandad para su recuperación.
El 1993, la imagen de Pla dejaba su lugar a la nueva y actual figura de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, obra del tarraconense de adopción Luis M. Saumells. Desde el primer momento se buscó evitar cualquier parecido o reminiscencia con la de Coscolla; por este motivo, tanto los elementos utilizados como la postura y expresión de la imagen pretenden ser originales y modernos. La cabeza y las manos están hechos, en molde, de resina sintética ignífuga, y los pies son de barro cocido, inspirados en los del autor; la corona de espinas que ciñe la cabeza es natural, trenzada por el mismo Saumells; una túnica blanca, de lino, con un cíngulo blanco, cubre la carcasa metálica que soporta la cabeza y las manos. La expresión del rostro es serena y transmite la paz interior con que el Hijo de Dios acepta la voluntad del Padre. La cruz, de madera maciza, tiene dimensiones reales, proporcionadas con la estatura de la imagen de Jesús. La peana lleva gravada en el frontal y dorsal la cruz de la Hermandad rodeada de una corona de espinas; tiene unos atrevidos faroles, a lado y lado, de inspiración floral y va adornada con flores naturales que descansan en un entramado de ramas simbolizando una corona de espinas alrededor del misterio. Las faldillas son de terciopelo granate con un flequillo ondulado dorado. Es llevado a cuestas por dieciséis costaleros, diez interiores y seis de exteriores. Durante muchos años, la banda La Salut de Sabadell acompañó musicalmente al misterio de Coscolla. Actualmente, esta tarea la lleva a cabo una banda de tambores de la Hermandad. Aunque el misterio de Coscolla se guardaba en la iglesia parroquial de San Juan, el nuevo misterio de Saumells se guarda en la iglesia de las Carmelitas Descalzas.